Esconder m¨¢s que un pellizco

Nunca es mal momento para que a uno le toque la loter¨ªa. ?O s¨ª? A diferencia de otros cargos p¨²blicos en apuros, el que fuera alcalde de Manises, Enrique Crespo, viene intentando minimizar la cantidad con la que fue agraciado desde que se dio cuenta de que el juez Vicente R¨ªos estaba dispuesto a hacerse con todos los d¨¦cimos premiados como prenda del millonario saqueo de Emarsa, la sociedad p¨²blica que presid¨ªa, y por el que est¨¢ imputado.

Si a Carlos Fabra, que fuera presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, le ven¨ªa bien exhibir las cantidades que, presuntamente, le hab¨ªan tocado en sorteos de loter¨ªa, a Crespo le interesa esconder que gan¨® m¨¢s que un pellizco. Fabra ten¨ªa que justificar ingresos inexplicables ante la amenaza de ser condenado, como al final ocurri¨®, por delitos fiscales. Crespo, en cambio, busca eludir las responsabilidades econ¨®micas que pueden derivarse del fraude cometido en la estaci¨®n depuradora de Pinedo, que gestionaba.

Aclarar cu¨¢ntos d¨¦cimos llevaba quien tambi¨¦n fue vicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia es el objetivo de una pieza separada del caso Emarsa en la que Crespo y su familia buscan ahora recusar al juez. Es poco probable que logren su pretensi¨®n. Sin embargo, el movimiento conseguir¨¢ retrasar la instrucci¨®n de esa pieza justo en el momento en que empiezan a declarar testigos que asistieron a la celebraci¨®n en caliente del premio y que sustentar¨ªan, como hizo el interventor, que Crespo jugaba 10 series. De momento, han conseguido paralizar la declaraci¨®n de otro testigo importante. Se juegan mucho, y no solo dinero, tanto Crespo como sus familiares si, como sospecha el juez, le han ayudado a esconder unos cuantos millones.