¡°Vivimos momentos de xenofobia institucional¡±
El jurista dice que "un irregular debe tener igual derecho a la salud que cualquier ciudadano"
Una larga carrera de investigaci¨®n y docencia han hecho de Javier de Lucas (Murcia, 1952), catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho y Filosof¨ªa Pol¨ªtica de la Universitat de Val¨¨ncia, uno de los principales expertos de materia de inmigraci¨®n y extranjer¨ªa. El viernes particip¨® en Bilbao en un seminario promovido por la ONG Alboan sobre educaci¨®n intercultural.
Pregunta. ?Espa?a es racista?
Respuesta. Ser¨ªa tan falso decir s¨ª como no. Depende de qu¨¦ criterio uses. Con los indicadores del Eurobar¨®metro y similares, el racismo en Espa?a est¨¢ muy por debajo de la media europea. Con indicadores del tipo reacciones xen¨®fobas, el punto de referencia es c¨®mo se vieron en Espa?a los atentados del 11-M. El ¨²ltimo pogromo en Europa en un contexto de situaci¨®n civil normal fue el de El Ejido en 2001, que fue el pre¨¢mbulo para una vuelta de tuerca importante de la pol¨ªtica de extranjer¨ªa. Espa?a no tiene el grado de racismo que ser¨ªa previsible teniendo en cuenta la velocidad de transformaci¨®n del pa¨ªs. Ahora bien, tiene un problema de racismo multisecular y grav¨ªsimo respecto a los gitanos. Aunque contin¨²a, se ha avanzado much¨ªsimo.
P. ?C¨®mo afrontar la creciente presi¨®n migratoria?
R. Habr¨ªa que tener otra mirada sobre la inmigraci¨®n como la que, por ejemplo, propone Saskia Sassen en su ¨²ltimo libro. Las migraciones no son desastres naturales incontenibles, sino movimientos que se estructuran absolutamente dentro de sistemas internacionales de producci¨®n, sistemas tecnol¨®gicos y en una geopol¨ªtica. Aunque sean de una envergadura extraordinariamente importante, se puede reaccionar, y si act¨²as con la visi¨®n del sistema, puedes integrar una respuesta a la migraci¨®n.
P. Eso requiere una respuesta que debe ser internacional.
R. Naturalmente. Las olas migratorias son movimientos que no se pueden abordar sino desde una perspectiva de acci¨®n como m¨ªnimo regional. Y ah¨ª el drama es que la UE est¨¢ en una situaci¨®n buena, mucho mejor que EE UU con respecto a M¨¦xico, o que M¨¦xico respecto a Am¨¦rica Central y del Sur. Lo que pasa es que Europa no ha querido, entre otras cosas porque los Estados quieren seguir manejando la inmigraci¨®n en clave de pol¨ªtica interna en dos sentidos: quieren determinar la relaci¨®n entre inmigraci¨®n y mercado de trabajo y quieren gestionarla en una clave muy simplista, pero muy efectiva, que es usar el mensaje del agresor externo.
P. ?Un inmigrante en situaci¨®n irregular debe tener los mismos derechos que un nacional?
R. Debe tener los derechos que le da la convenci¨®n de 1990, que est¨¢ vigente, aunque Espa?a no la haya ratificado. Tiene que tener, por ejemplo, el mismo derecho a la salud que cualquier ciudadano bajo competencia de soberan¨ªa en este territorio. Si est¨¢ aqu¨ª y tiene un problema, debe tener esa cobertura. ?Que desde el punto de vista de financiaci¨®n de esa cobertura haya problemas? Sin duda, pero much¨ªsimo menores de lo que se exagera diciendo que va a quebrar la Seguridad Social por la atenci¨®n a los inmigrantes irregulares. ?Tiene que tener todos los derechos de un espa?ol? No. Por ejemplo, ?tiene que tener derechos pol¨ªticos? No. Lo que tiene que tener es la posibilidad de regularizarse y, en esa medida, ya hablamos de otros derechos.
P. ?C¨®mo actuar ante todos los estereotipos relativos a los emigrantes, como que abusan de la sanidad o las ayudas sociales?
R. Hay dos maneras de actuar, pero tienen el mismo inconveniente y es que se trata de destruir convicciones muy resistentes. El pensamiento simple se impone siempre al complejo y la ventaja del estereotipo es que lanza un mensaje sencillo muy f¨¢cil de consumir y que suele ser reconfortante para su destinatario, que es la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. A los estereotipos no se puede responder con otros, el buen inmigrante que devuelve el dinero o el pobre hombre al que debemos cuidar. La ¨²nica posibilidad es trabajar a medio y largo plazo en educaci¨®n y medios de comunicaci¨®n. Ahora bien, as¨ª como la educaci¨®n puede permitirse el medio y largo plazo, pensando que es una labor de generaciones acabar con esos estereotipos, los medios, que son la clave, porque el pol¨ªtico de quien est¨¢ pendiente es de los medios y no de la educaci¨®n, tienen una l¨®gica temporal absolutamente incompatible con la acci¨®n a medio plazo. De ah¨ª mi apuesta por la educaci¨®n, pero s¨¦ que no dar¨¢ resultados ahora.
O han mentido sobre Ceuta o han callado la verdad, y no pasa nada
P. ?Qu¨¦ reflexi¨®n le dejan los ¨²ltimos incidentes de Ceuta?
R. La primera, verg¨¹enza como profesor de Derecho: un Gobierno se permite reconocer que no cumple la ley y no pasa nada. Lo que se est¨¢ haciendo en Ceuta y Melilla no son devoluciones en caliente, sino otra cosa muy distinta vulnerando la ley de Extranjer¨ªa. Segundo: vulneraci¨®n del Derecho. Sean irregulares o lo que sean, ?qu¨¦ hace la Guardia Civil ante gente que se ahoga y est¨¢ disparando? Tercera consideraci¨®n: ?c¨®mo se puede desencadenar una serie de mentiras con la impunidad que se han desencadenado? Los m¨¢ximos responsables de Interior y, por defecto, al menos la vicepresidenta del Gobierno y el presidente o han mentido o han callado sobre la verdad, y no pasa nada. No hay ninguna asunci¨®n de responsabilidades y la mentira tiene curso de naturaleza. En un suceso que ha costado 15 vidas humanas, las tres consideraciones son demoledoras.
P. La xenofobia ha crecido con la crisis en toda Europa.
R. Es de libro. En situaciones de crisis es muy f¨¢cil alentar lo que en psicoan¨¢lisis se llama el agresor externo o en sociolog¨ªa la teor¨ªa del chivo expiatorio. Es la l¨®gica centr¨ªpeta, el cierre de filas frente a la amenaza exterior. Estamos regresando a uno de los discursos pol¨ªticos simplificadores que siempre han funcionado con gran eficacia: la apelaci¨®n al miedo. A falta de otro discurso y, sobre todo, en condiciones de dificultad como las crisis econ¨®micas, el miedo siempre funciona como instrumento de adhesi¨®n. Lo que est¨¢ pasando en Europa ahora es que en vez de tener un proyecto que suscite no digo ilusi¨®n, pero s¨ª adhesi¨®n, lo que hace es replegarse, apelar al miedo y, por tanto, generar xenofobia. Tienen raz¨®n los que dicen que vivimos un momento de xenofobia institucional, de xenofobia incentivada desde las instituciones.
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