Un parque siempre en tela de juicio

Han transcurrido 27 a?os desde la declaraci¨®n del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, una joya geol¨®gica justo en la esquina sureste de la pen¨ªnsula ib¨¦rica con 37.000 hect¨¢reas terrestres y 12.000 marinas. La apote¨®sica fricci¨®n entre las placas tect¨®nicas africana y europea acaecida entre hace seis y 15 millones de a?os provoc¨® una erupci¨®n volc¨¢nica submarina que escupi¨® la extraordinaria serran¨ªa que descansa junto al Mediterr¨¢neo y que acapara a los municipios de Almer¨ªa, N¨ªjar y Carboneras. Que no est¨¦ alicatada es solo una cuesti¨®n del destino: Almer¨ªa, una provincia secularmente pobre y fondo de saco ¡ªsin buenas comunicaciones¡ª, no despert¨® inter¨¦s a los inversores que, en los a?os setenta, apostaron por otras zonas del litoral andaluz.

Pero todo cambi¨® a partir de la firme decisi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa por declarar este territorio reserva natural. El relato period¨ªstico de estos 27 a?os ha narrado una fricci¨®n que se antoja mucho m¨¢s explosiva que la acaecida hace millones de a?os entre placas tect¨®nicas. Es el relato protagonizado por quienes han luchado por desligar el pretexto econ¨®mico de este espacio y por quienes defienden el derecho a un desarrollo empresarial cuyo l¨ªmite de sostenibilidad est¨¢ siempre puesto en tela de juicio.

La permanente pugna entre conservacionistas e inversores en torno a Cabo de Gata-N¨ªjar ha tenido su m¨¢xima exposici¨®n p¨²blica con el macrohotel que la mercantil Azata del Sol empez¨® a construir en 2003 en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras. Sobre uno de los aspectos fundamentales del caso, la legalidad de la licencia de obras, fallar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA).

Pero hay otros muchos Algarrobicos, a menor escala, en espera del pronunciamiento de la Justicia. Uno de esos casos es el del hotel de 50 habitaciones Campillo de Gata que la empresa C¨ªrculo Agroambiental quiere levantar en la loma de Las Salinas, coraz¨®n del parque. La mercantil obtuvo en 2000 la respectiva licencia de obras por parte del Ayuntamiento de N¨ªjar, pese a que la Junta inform¨® negativamente. ¡°El Ayuntamiento aprovech¨® el silencio administrativo. La Junta lo llev¨® a los tribunales y estos dieron la raz¨®n a los propietarios¡±, explica Enrique Ruiz, presidente de Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-N¨ªjar, colectivo integrado en Ecologistas en Acci¨®n. En 2009 la empresa inici¨® el movimiento de tierras que fue paralizado por la Junta con un expediente administrativo sancionador por no contar con autorizaci¨®n ambiental. La empresa llev¨® a la administraci¨®n a los tribunales por un supuesto delito de prevaricaci¨®n. Mientras un juzgado de lo penal se pronuncia sobre este caso, los ecologistas han elevado una queja a la Comisi¨®n Europea en aras a decretar ¡°la inviabilidad ambiental¡± del proyecto.

La cala de San Pedro es otro lugar de conflicto que revive cada verano. Su propietario intent¨® en 2010 abrir un camino para veh¨ªculos rodados y construir un aparcamiento. Fue denunciado ante la fiscal¨ªa y el juzgado de lo penal 5 de Almer¨ªa habr¨¢ de pronunciarse por un posible delito contra la ordenaci¨®n del territorio en el que la administraci¨®n auton¨®mica ejerce como denunciante.

Otro quebradero de cabeza para la Junta de Andaluc¨ªa lo ha constituido el Plan de Ordenaci¨®n de los Recursos Naturales (PORN) redactado en 2008 que, seg¨²n los ecologistas, ven¨ªa a dar por bueno el desmesurado crecimiento urban¨ªstico de las barriadas de San Jos¨¦, Las Negras, Las Isleta del Moro y Rodalquilar que el anterior PORN de 1994 imped¨ªa. Los conservacionistas lo impugnaron parcialmente ante los tribunales. El pronunciamiento judicial podr¨ªa darse a conocer en cuesti¨®n de meses.

La intenci¨®n de construir un campo de golf con 27 hoyos, 1.000 plazas hoteleras y 2.500 viviendas en el paraje de El Nazareno, en N¨ªjar, ubicado en los l¨ªmites del Parque Natural, constituye otra afrenta para los ecologistas. El proyecto sigue su tr¨¢mite de Inter¨¦s Social y Tur¨ªstico aunque cuenta con informes desfavorables por el n¨²mero de viviendas. ¡°Eso no est¨¢ cerrado y sigue su tr¨¢mite. Ha habido informes de incidencia territorial por el n¨²mero de viviendas. Ahora debe pasar por la comisi¨®n tur¨ªstica. Atendiendo a si el proyecto modifica, por ejemplo, el n¨²mero de viviendas puede ser que tenga viabilidad¡±, explica el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Jos¨¦ Manuel Ortiz Bono.

Unido a ese paisaje natural que ha enamorado e inspirado a directores cinematogr¨¢ficos como Pilar Mir¨®, Steven Spielberg, Alain Tanner o m¨¢s recientemente Ridley Scott hay tambi¨¦n un rico patrimonio hist¨®rico que se desmorona. Es otra de las l¨ªneas de acci¨®n de los activistas por el parque natural. El cortijo del Fraile ¡ªla hacienda en la que sucedieron los violentos episodios con tr¨¢gico final que Federico Garc¨ªa Lorca plasm¨® en Bodas de Sangre¡ª se ha convertido en s¨ªmbolo de ese legado.

¡°Ni Ayuntamiento ni Junta exigen a los propietarios de esos inmuebles su mantenimiento. Y pedimos que abran expedientes sancionadores y multas¡±, se?ala Enrique Ruiz. El castillo de San Pedro, el castillo de Los Alumbres y el cortijo del Fraile cuentan con sus respectivos procedimientos judiciales (contra el Ayuntamiento de N¨ªjar) por parte de Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar. En el caso del ¨²ltimo, una reciente sentencia del TSJA ha dado la raz¨®n al Ayuntamiento nijare?o al considerar que las competencias del mantenimiento del cortijo recaen sobre la Junta de Andaluc¨ªa. Los ecologistas han recurrido la sentencia al considerar que la Junta ya ten¨ªa abiertos expedientes sancionadores contra los propietarios y ¡°echa por la borda el trabajo de a?os¡±. Algo que para el alcalde nijare?o, Antonio Jes¨²s Rodr¨ªguez (PP), supone una ¡°connivencia declarada por una cuesti¨®n pol¨ªtica entre ecologistas y Junta de Andaluc¨ªa.

¡°Las amenazas no son pocas. Provienen fundamentalmente de la especulaci¨®n bastarda sobre el suelo, de ideas periclitadas y funestas acerca de la explotaci¨®n tur¨ªstica y de la falta de una estructura de guarda y vigilancia de la zona¡±, advert¨ªa el manifiesto de la Isleta del Moro firmado en 1988 ¡ªsolo un a?o despu¨¦s del blindaje de este entorno como reserva natural¡ª por un s¨®lido grupo de intelectuales, artistas, escritores y creadores liderados por el poeta Jos¨¦ ?ngel Valente. Un manifiesto que, tras 27 a?os, sigue siendo referente.