Bajar impuestos al votante miope

Lo lleva anunciando el Gobierno desde hace semanas: los oscuros tiempos de subidas continuadas de impuestos llegan a su fin. Tras a?os de incumplimiento de su promesa electoral, lleg¨® el momento de aliviar al contribuyente de sus cargas tributarias. En el debate sobre el Estado de la Naci¨®n del pasado martes, Mariano Rajoy ya avanz¨® algunas de las reformas que est¨¢n por venir y de las que, seg¨²n el presidente, se beneficiar¨¢n 12 millones de contribuyentes. ?Para cu¨¢ndo se esperan tales reformas? Para 2015, a?o electoral.

Los psic¨®logos sociales han demostrado que los individuos padecemos de cierta miop¨ªa a la hora de juzgar las experiencias que vivimos. Nuestro recuerdo de una determinada vivencia no suele ajustarse de forma fiel a la realidad sino que est¨¢ sesgado a favor de los sucesos m¨¢s recientes. Por ejemplo, el da?o que recordamos haber sentido en nuestra ultima cita con el dentista no depende tanto del dolor total sufrido a lo largo de toda la visita, sino de lo molestos que hayan sido los ¨²ltimos minutos. No hay duda de que un dentista h¨¢bil se asegurar¨¢ de que el paciente sufra la parte m¨¢s dolorosa de la intervenci¨®n al principio reserv¨¢ndose la parte m¨¢s amable para el final.

En pol¨ªtica, los ciudadanos tambi¨¦n sufrimos esta miop¨ªa a la hora de juzgar a nuestros gobernantes. En efecto, al acudir a las urnas, tendemos a olvidarnos de lo que el Gobierno ha hecho durante los primeros a?os de legislatura y a centrar nuestra atenci¨®n en los acontecimientos que tienen lugar poco antes de las elecciones.

No hay duda de que la miop¨ªa de los ciudadanos representa una preocupante limitaci¨®n a la tarea de control de los gobiernos. Si los pol¨ªticos son conscientes de que los votantes tienen una memoria de corto alcance, entonces se abre la veda al oportunismo. Al igual que el dentista h¨¢bil, los pol¨ªticos pueden aprovecharse de la miop¨ªa de los votantes jugando con los tiempos en que efect¨²an sus pol¨ªticas. Empiezan con las malas noticias en los inicios de legislatura y reservan las buenas para los per¨ªodos electorales.

Tras a?os incumpliendo el programa electoral, el Gobierno de Rajoy anuncia ahora una bajada de impuestos para el ¨²ltimo a?o de su mandato

Si alguien parece conocer bien la miop¨ªa del votante son los dirigentes que han llevado las riendas de la Comunidad de Madrid en los ¨²ltimos tiempos. El Gobierno de Esperanza Aguirre fue capaz de arrebatar al PSOE los barrios y ciudades obreras de la periferia de la capital por medio de la construcci¨®n de infraestructuras, en especial paradas de metro y hospitales.

Algunas de esas paradas fueron inauguradas en plena pre-campa?a electoral. Y no fue casual: cuanto m¨¢s cerca estas se inauguraban del d¨ªa de las elecciones, m¨¢s votos consegu¨ªa el PP del vecindario beneficiado por la obra.

Los lectores que frecuentan Madrid quiz¨¢s habr¨¢n tenido la oportunidad de constatar c¨®mo muchas de esas infraestructuras han sido posteriormente v¨ªctimas de la pol¨ªtica de recortes. Algunos hospitales, tras sus flamantes inauguraciones, quedaron a medio uso y, posteriormente, fueron sometidos a un proceso (fallido) de privatizaci¨®n. Pero, los pol¨ªticos ya procuraron que los madrile?os tuvieran el disgusto en los inicios de la legislatura, lejos de las elecciones.

Obviamente no s¨®lo los pol¨ªticos madrile?os parecen conocer la miop¨ªa del votante. Existe una interesante an¨¦cdota procedente de Estados Unidos. Por lo general, la econom¨ªa americana suele crecer m¨¢s cuando en la Casa Blanca se hospeda un presidente dem¨®crata. Sin embargo, esta tendencia sorprendentemente se invierte en el ¨²ltimo a?o de mandato presidencial. En los meses que preceden las elecciones, la situaci¨®n econ¨®mica pasa a ser mejor cuando el gobierno es republicano.

El lector ben¨¦volo estimar¨¢ que los republicanos son pol¨ªticos con suerte, pero quiz¨¢s sea m¨¢s razonable pensar que estos, de forma oportunista, manipulan los ciclos econ¨®micos para dejar al votante con una sensaci¨®n final agradable.

En definitiva, las an¨¦cdotas sobre la visi¨®n de corto alcance de los votantes son abundantes. Pero en estas l¨ªneas me interesa particularmente advertir que tal vez estemos a las puertas de un nuevo ejemplo. Tras a?os incumpliendo el programa electoral, el Gobierno de Rajoy anuncia ahora una bajada de impuestos para el ¨²ltimo a?o de su mandato. Probablemente deje al contribuyente espa?ol con una carga tributaria mayor de la que ten¨ªa en 2011. Pero, qui¨¦n sabe, si nuestra miop¨ªa padece de suficientes dioptr¨ªas, puede que lleguemos a las pr¨®ximas elecciones generales convencidos de que Rajoy cumple sus promesas.

Llu¨ªs Orriols es doctor por la Universidad de Oxford y profesor de ciencia pol¨ªtica en la Universidad de Girona