Alma de diva, esp¨ªritu de rock

El Palau de les Arts de Valencia fue el lugar escogido para el debut de la gira de Luz Casal presentando las canciones de su nuevo disco Almas gemelas (Parlaphone Music). Una tourn¨¦e que la llevar¨¢ por teatros y auditorios con destacadas citas internacionales. A juzgar por su primer encuentro y obertura, la gira promete grandes pasiones y calurosos aplausos por parte del respetable. Y no es para menos. Cerca de dos horas sobre el escenario y una comunicaci¨®n total con el p¨²blico que llenaba el auditorio. Quitando algunos problemas de sonido, el concierto tuvo todos los ingredientes necesarios: Alma, coraz¨®n y vida.

Sobre esos puntos cardinales fue evolucionando la noche que se abr¨ªa con las canciones del nuevo trabajo mezcladas con temas m¨¢s conocidos que como suele ser en este tipo de recitales y mandan los c¨¢nones. Es el momento que se desliza esa peque?a joya Si pudiera escrita junto con Pablo Guerrero -un d¨ªa habr¨¢ que hacerle un monumento en la plaza mayor de la canci¨®n de autor a este creador- entre otras piezas en un repertorio que se balancea los paisajes del pop-rock.

Para el siguiente tramo, la cantante abandona el uniforme de amazona-hada Campanilla y se transforma en una estilizada rockera, aqu¨ª conjunto cazadora Perfecto y pantal¨®n en blanco inmaculado y Luz invoca su cara y alma m¨¢s en¨¦rgica. Y el personal se lo agradece y se olvida del respeto que siempre imponen los auditorios de la l¨ªrica y hasta se deja llevar por el ritmo y los pies. Y en eso llega otro momento sublime de la noche: la interpretaci¨®n del tema Boig per tu del d¨²o Sau que Luz ha hecho suya en su versi¨®n Es por ti. Y el p¨²blico corresponde con aplausos de agradecimiento el fragmento que intercala en catal¨¢n de la versi¨®n original. Es la canci¨®n que se?ala ese amor correspondido entre p¨²blico e int¨¦rprete, Y el auditorio donde se mezclan las edades de la vida vuelve a darle una ovaci¨®n de gala. Como dir¨ªa la cantante francesa Barbara, Ma plus belle histoire d¡¯amour. Hay momentos para recuperar viejos temas de guardarropa musical y la fiesta y la alegr¨ªa entre el escenario y el patio de butacas sigue los cauces previstos.

Ya hemos visto y o¨ªdo la Luz pop, la Luz rockera y ahora es el momento, no s¨¦ si m¨¢s esperado de la noche pero sin duda de los m¨¢s aplaudidos: Es la hora de la diva de la m¨²sica. De la diva de la escena. Y Luz se pone la m¨¢scara de la tr¨¢gica y le hace un gui?o aquella petite robe noire que inmortaliz¨® Edith Piaf sobre los escenarios apareciendo con un elegante vestido negro. Y lo que hab¨ªamos ido intuyendo a lo largo del concierto se nos revela: El rostro de la cantante se ha transfigurado en una de esas grandes int¨¦rpretes dram¨¢ticas, primeras damas de la escena que recorren la canci¨®n europea a lo largo del siglo XX. Luz recuerda al grande Luigi Tenco -no estar¨ªa mal para futuros conciertos que lo diera un poquito m¨¢s a conocer- interpretando esa pieza maestra de la canci¨®n italiana del siglo XX, Mi sonno inmmorata di te. Recordemos que Tenco ha tenido entre otras, dos voces mayores de la canci¨®n italiana como medio de comunicaci¨®n, Mina y Ornella Vanoni.

Hay tambi¨¦n un tiempo para refugiarse en el recuerdo de Henri Salvador y aquel Jardin d¡¯hiver que le ofreci¨® en bandeja Benjamin Biolay y que el cantante ya desaparecido reivindicaba haciendo suyo, ese g¨¦nero bautizado como jazz mediterr¨¢neo. Alguien tambi¨¦n tendr¨ªa que comentarle que a estas alturas del partido y de la vida excusarse por cantar en franc¨¦s o en italiano, est¨¢ de m¨¢s, sobre todo a la vista de la globalizaci¨®n que hace tiempo nos ha ca¨ªdo encima. Y hasta se agradece una cierta pluralidad musical.

En esta recta final no pod¨ªa faltar el tema de Agust¨ªn Lara que Almod¨®var puso de moda en todo el mundo y que la voz de Luz volvi¨® a iluminar. Y el bolero Piensa en m¨ª se hizo voz y se hizo carne. Y tampoco aquel Un a?o de amor que en el original de su autor, el grande Nino Ferrer -y a menudo creador subvalorado- se llam¨® C¡¯est irreparable y que la traducci¨®n italiana y la voz de Mina, dej¨® en Un anno d¡¯amore. Y otro peque?o consejo. Si hacemos uso de ese complemento sofisticado del vestuario que es la boa de plumas, esa pieza estupenda y la que las vedettes de la revista y cantantes de cabaret le sacan tanto partido, juguemos un poco m¨¢s con ella, sino queda como un engorrosa pieza que no se sabe bien que hacer con ella. Imagino que el rodaje de la gira acabar¨¢ por darle su explendor y movimento esc¨¦nico.

Luz lleg¨®, cant¨® y venci¨® en lo que era su primera cita musical. Ahora y en estos momentos nadie le puede negar ese primer puesto de primera dama de la canci¨®n. Aqu¨ª y tambi¨¦n fuera. Una distinci¨®n que se le ha ganado a pulso y sin que le hayan regalado nada. Con trabajo y honestidad. Y eso el p¨²blico lo percibe. Y llena los teatros y auditorios y para los tiempos que corren esta sin duda es una buena noticia. Cuando la canci¨®n por culpa de la televisi¨®n est¨¢ desapareciendo como contenido musical o creativo y siendo sustituida por su representaci¨®n ic¨®nica, el ejemplo de Luz y de otros cantantes, nos se?ala el camino de la esperanza.