Voluntarios apoyan la reinserci¨®n de agresores sexuales en Catalu?a
La Generalitat impulsa un programa piloto para que los ciudadanos asistan a violadores que quedan en libertad para minimizar el riesgo de reincidencia
¡°Cuando me hablaron de agresores sexuales, pens¨¦ que deb¨ªa ir con cuidado. Luego me di cuenta de que lo esencial de esta iniciativa es que no haya m¨¢s v¨ªctimas¡±, explica Arancha, una de las 15 personas voluntarias que, desde el pasado noviembre, ofrecen una red de apoyo a delincuentes sexuales que se encuentran en la calle para disminuir el riesgo de reincidencia. De eso trata el programa C¨ªrculos, que ayer present¨® el Departamento de Justicia de la Generalitat y que, por ahora, atiende a tres convictos por delitos contra la libertad sexual.
¡°No me olvido de que esa persona ha dejado v¨ªctimas, pero intento ver a quien tengo delante. El ambiente del grupo es cercano, y ves c¨®mo el agresor empieza a brirse, que necesita apoyo y que est¨¢ solo¡±, sigue Arancha, que es psic¨®loga y trabaja con ni?os. ¡°Es una forma de darle la vuelta a la estigmatizaci¨®n que provocan estos casos¡±, a?ade.
La iniciativa no es nueva. La ide¨® una congregaci¨®n religiosa de Canad¨¢ en 1995 ante la alarma social que provocaba la excarcelaci¨®n de violadores con alto riesgo de reincidencia. La congregaci¨®n auspici¨® la creaci¨®n de un grupo de personas de la misma comunidad donde viv¨ªa el delincuente para darle apoyo y supervisar su actividad cotidiana. De una tacada se consegu¨ªan dos objetivos: facilitar su reinserci¨®n social y minimizar los riesgos para la comunidad. El experimento sat¨® a Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y B¨¦lgica y ahora, mediante un proyecto financiado por la Uni¨®n Europea, se ha puesto en marcha en Catalu?a.
Un proyecto europeo
El ¨¦xito del programa C¨ªrculos en Canad¨¢ llam¨® la atenci¨®n de los expertos en sistema penitenciario de Reino Unido, que lo asumieron. Holanda se sum¨® poco despu¨¦s, tambi¨¦n con buenos resultados. Dada su experiencia, esos dos pa¨ªses son los coordinadores de un programa de la Comisi¨®n Europea destinado a expandir el proyecto por el continente.
Para el programa piloto, que tendr¨¢ una duraci¨®n de dos a?os, los responsables han escogido a Catalu?a, a Bulgaria y a Letonia. Otros tres Estados ¡ªFrancia, Irlanda y Hungr¨ªa¡ª participan como ¡°observadores¡±. En la elecci¨®n de Catalu?a ¡ªque recibir¨¢ una subvenci¨®n de 71.399 euros¡ª ha pesado la existencia de programas espec¨ªficos para agresores sexuales en las prisiones: tres de cada cuatro internos que alcanzan el r¨¦gimen abierto se han sometido a alguno de esos tratamientos, seg¨²n Justicia. En Catalu?a, cada a?o cumplen condena por delitos sexuales 90 internos. De estos, m¨¢s del 80% no vuelve a delinquir.
Los buenos resultados cosechados en esos pa¨ªses es lo que ha movido a la Generalitat a adoptar la medida. ¡°Las tasas de reincidencia donde se aplican los c¨ªrculos caen entre un 60 y un 80%¡±, detall¨® Carles Sol¨¦, director del programa piloto, que dar¨¢ cobertura durante dos a?os a tres agresores sexuales que han accedido al r¨¦gimen abierto o a la libertad condicional y que, en prisi¨®n, se hab¨ªan sometido con ¨¦xito a tratamientos de rehabilitaci¨®n.
El ¡°c¨ªrculo¡± de cada agresor sexual est¨¢ formado por cinco voluntarios ¡ªentre los que hay hombres y mujeres de perfiles y edades variados¡ª que le ofrecen apoyo emocional y material y se re¨²nen peri¨®dicamente con ¨¦l para evaluar sus progresos y sus dificultades. ¡°No m¨¢s v¨ªctimas¡± es el principio que rige el programa. Por eso, los voluntarios tratan de alejarle de situaciones de riesgo. El intercambio de informaci¨®n, ¡°sin secretos¡±, entre el condenado y el c¨ªrculo tambi¨¦n es esencial. El reo debe ¡°informar sobre todos los aspectos importantes de su vida: gesti¨®n econ¨®mica, ocupaci¨®n de tiempo libre, actividades, relaciones, etc¨¦tera¡±, detalla Justicia.
A trav¨¦s de un coordinador, los voluntarios informan a su vez a un segundo c¨ªrculo, este formado por profesionales: servicios sociales, psiquiatras, polic¨ªas, responsables penitenciarios, etc¨¦tera. As¨ª, los voluntarios tienen el asesoramiento necesario para seguir trabajando con el preso.
Buena parte del peso de la iniciativa recae sobre el propio condenado, que debe tener querer ¡°formar parte de la sociedad, con responsabilidad y voluntad de cambio¡±. Debe, adem¨¢s, analizar los errores cometidos en el pasado y dise?ar su propio plan de acci¨®n para evitar reca¨ªdas. El perfil de reclusos que participan en la iniciativa es el de una persona que ha superado con ¨¦xito los tratamientos de rehabilitaci¨®n, que presenta un riesgo entre moderado y alto de volver a reincidir y que, adem¨¢s, carece de recursos sociales o personales.
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