El Partit Socialista
Quiero decir alto y una sola vez que votar¨¦ a Toni Gaspar. Mientras tanto leo y releo a P¨ªo Baroja
P¨ªo Baroja, excelente novelista al que todav¨ªa hoy podemos leer con ganancia y mucho goce, ten¨ªa una portentosa imaginaci¨®n. Pero ten¨ªa tambi¨¦n una gran capacidad para observar su entorno, para enjuiciar, para dictaminar. En t¨¦rminos pol¨ªticos, Baroja siempre estuvo fuera de lugar, ajeno a lo que se le ca¨ªa encima una y otra vez. Sus opiniones no eran nada complacientes.
Por ejemplo, descre¨ªa del sistema de partidos. No eran pocos los que compart¨ªan su valoraci¨®n. A comienzos del siglo XX, autores de acreditada obra no era partidarios del sistema representativo. Hab¨ªa en ellos, en sus posturas juveniles, algo aristocr¨¢tico y algo anarquizante, una acracia instintiva, un rechazo de lo inerte, de lo viejo, de lo muerto. Y hab¨ªa un repudio de los organismos en los que se hac¨ªa efectiva la vieja pol¨ªtica.
En 1904, el diagn¨®stico que Baroja presenta de los partidos no pod¨ªa ser m¨¢s sombr¨ªo: su pr¨¢ctica, dec¨ªa, ¡°se sostiene sobre una base enorme de vividores, de chanchulleros y de chantajistas¡±. M¨¢s a¨²n, cada pol¨ªtico ¡°representa, por lo menos, unos cuantos matones, unos cuantos bandidos, unos cuantos explotadores¡±. Ciertamente tajante, expeditivo¡
Siglo y pico despu¨¦s, no podemos decir que los vividores, los chanchulleros y los chantajistas son el alma del partido: por ejemplo del partido socialista. Tampoco podemos sostener que en torno a las organizaciones haya ej¨¦rcitos de matones, bandidos o explotadores. Pero hemos de admitir que hay vividores, chanchulleros y chantajistas que se cuelan en los partidos actuales a ver si medran o se lucran, a ver si obtienen puestos y con ellos recursos y poder con los que presionar. Matones, etc¨¦tera, haylos, sin duda: gente ufana, chulesca, que te amenaza al modo de los brutos.
El Partit Socialista de Pa¨ªs Valenci¨¤ est¨¢ viviendo estos d¨ªas un proceso de primarias abiertas que culmina el pr¨®ximo domingo con la elecci¨®n de uno de los candidatos presentados: Toni Gaspar y Ximo Puig. No creo, no quiero pensar que el proceso est¨¦ rodeado de vividores o de matones. Antes al contrario, he conocido militantes y simpatizantes del PSPV que son ejemplo de entrega sin aguardar nada a cambio. Toni Gaspar ha hecho de este lema su divisa: sin esperar el respaldo de aparatos o fontaneros. Es un ejercicio admirable.
Por su parte, Ximo Puig, de trayectoria irreprochable al decir de quienes lo conocen, aspira igualmente al liderazgo del PSPV. Se ha visto auxiliado por el aparato, gentes que tal vez temen perder su puesto, sus prerrogativas o sus a?os de entrega al partido, de control de la organizaci¨®n.
?Qu¨¦ les pedir¨ªamos quienes, sin ser militantes, nos hemos apuntado para registrarnos y poder votar? Que acepten realmente que son unas primarias: que hay dos candidatos, no un ungido y un comparsa. Que tenemos derecho a elegir a quien demuestre empuje, coraje, discurso, ideas. Que, adem¨¢s, pueda tener hooligans no garantiza nada. Entre ellos, hay siempre vividores, bandidos y hasta familias pol¨ªticas de linajes arraigados. Felizmente, el PSPV saldr¨¢ adelante y con bien.
Quiero felicitar a ambos candidatos por su fair play. Y quiero decir alto y una sola vez que votar¨¦ a Toni Gaspar. Mientras tanto leo y releo a P¨ªo Baroja.
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