Solitaria oreja para el debutante Cristian Climent
Excelente novillada de El Torre¨®n, propiedad de C¨¦sar Rinc¨®n, con varios novillos de juego notable
La novillada de El Torre¨®n, propiedad de C¨¦sar Rinc¨®n, fue un lujo. Por fuera y por dentro. Lustrosa; de l¨ªneas arm¨®nicas. Tan buen envoltorio encerraba un regalo impagable para tres principiantes. Ninguno de los seis novillos dijo no a la muleta. Del primero al ¨²ltimo, fueron incondicionales colaboradores para la causa. Incluso el sexto, que hizo un gui?o de manso, fue novillo para crear y recrearse. Paradojas: todos se fueron al desolladero con las orejas puestas menos el ¨²ltimo, que perdi¨® una en el camino. ?Ocasi¨®n perdida para los novilleros? Seg¨²n qui¨¦n y c¨®mo se mire.
El lote de Posada de Maravillas fue de notable rendimiento. El primero, que se solt¨® en varas y al que hicieron entrar hasta cuatro veces al caballo, tuvo aire del bueno en la muleta. Pareci¨® un punto descompuesto en ciertos trances, m¨¢s por la violencia del muletazo que por condici¨®n propia. Pero tuvo recorrido, fortaleza y hasta fijeza. Posada, poco reposado y siempre a prudente distancia, lo tore¨® con muchas prisas. No a velocidad de v¨¦rtigo, pero s¨ª con las revoluciones pasadas de ritmo. Tambi¨¦n falt¨® limpieza y sobraron gestos de galer¨ªa. Lo mejor, la estocada. Del encuentro sali¨® rodado el buen novillo. El primero de los buenos novillos que seguir¨ªan despu¨¦s.
TORRE?N / POSADA, LORENZO, CLIMENT
Novillos de El Torre¨®n. De impecable presencia y de excelente juego en su conjunto. Cumplidores en varas. El cuarto fue ovacionado en el arrastre.
Posada de Maravilla. Estocada sin puntilla (vuelta al ruedo); pinchazo hondo que basta (saludos).
?lvaro Lorenzo. Tres pinchazos y media algo atravesada (saludos); pinchazo ¨Caviso- y cuatro descabellos (saludos).
Cristian Climent. ¨CAviso- pinchazo y estocada -2? aviso- (saludos); entera baja (oreja).
Plaza de Valencia, 11 de marzo. 3? de Fallas. Menos de media.
El cuarto, un precioso colorado que arranc¨® una ovaci¨®n de salida, puntu¨® con nota alta. Fue poco en el primer tercio, dos entradas y dos puyazos m¨¢s se?alados que aplicados, pero fue mucho en el tercio final. Tuvo una c¨¢lida embestida por los dos pitones. Ni un mal gesto. Ni una mirada a destiempo. Se rindi¨® a la muleta de Posada sin condiciones. Si era bueno por el lado derecho, resultaba superior por el izquierdo. Novillo para consagrarse. Posada se asent¨® m¨¢s que en el anterior. La faena tuvo m¨¢s forma; m¨¢s est¨¦tica y pantalla que fondo. Rapidito y muchos pasos perdidos entre pase y pase. Ya con la faena casi vencida, vino lo mejor. Una seria con la izquierda, ligada y otra final, tambi¨¦n por el mismo lado, con los pies juntos con denominaci¨®n de origen: marca casa Posada.
En el segundo de la tarde hubo un quite de Climent y la r¨¦plica de Lorenzo, siempre por ver¨®nicas, que fue como una tarjeta de presentaci¨®n de ambos. Buen estilo en los dos. Noble y obediente el de El Torre¨®n y muy dispuesto ?lvaro Lorenzo. Con tendencia a bajar mucho la mano, Lorenzo domin¨® y condujo la voluntad del novillo casi a su antojo. Buen concepto de torero y tanta obsesi¨®n por bajar la mano, que en dos ocasiones fue desarmado, una por cada lado. Con el novillo dando se?ales de tener la gasolina en la reserva y ya pasito a pasito, Lorenzo alivi¨® los muletazos. Pena que no anduviera fino con la espada.
Otro buen novillo fue el quinto, uno m¨¢s, aunque algo m¨¢s remiso. Lorenzo repiti¨® t¨¢ctica y volvi¨® a caer en la trampa: un desarme nada m¨¢s comenzar la faena. Visto lo cual rectific¨®, que es de sabios. Bien enganchado el novillo, las series luc¨ªan y el novillo sal¨ªa bien toreado. Lorenzo perdi¨® la noci¨®n del tiempo y se alarg¨®. La parte final, fue casi un asedio del novillero al novillo, que ya avis¨® con pararse. Muy de cerca, demasiado, la faena se desangr¨® sola por larga. El descabello acab¨® por nublar la buena impresi¨®n dada por Lorenzo.
Una sorpresa Cristian Climent, debutante con picadores. Ya en aqu¨¦l quite al segundo de la tarde present¨® credenciales. Luego, tambi¨¦n le hizo un quite al quinto: de frente por detr¨¢s, muy ajustado. Las buenas maneras de Climent ya no fueron ning¨²n secreto a poco de muletear al segundo. Una serie con la derecha abierto el comp¨¢s, lanzaron la faena. Un poco remol¨®n el novillo, rindi¨® honores al buen concepto de Climent. Puesta la muleta en la izquierda, los pases tuvieron cadencia y clase. El conjunto fue de torero de tener el toreo metido en la cabeza. Tan metido en faena estaba Climent, que se le fue el santo el cielo y perdi¨® la noci¨®n del tiempo. Lleg¨® un aviso antes de entrar a matar, luego otro. Y el tercero tampoco estaba lejos.
El sexto tuvo la mancha de mansear en la muleta. Pero novillo noble tambi¨¦n. La faena empez¨® en terrenos del ocho y acab¨® en el dos. Media plaza recorrieron novillo y novillero. Entre tanto una muy buena serie de entrada tras el tanteo inicial, cargando la suerte y empapando de muleta al noble astado. Con la muleta siempre por delante, Lorenzo mantuvo la atenci¨®n del novillo que a la m¨ªnima desped¨ªa la vista distra¨ªdo. No se le fue la faena ni el novillo de las manos al torero, que mand¨® siempre a su voluntad. En un exceso de confianza perdi¨® la muleta, no fue un desarme al uso, y se vio perseguido hasta las tablas. Eso y la estocada baja que recet¨®, bajaron la puntuaci¨®n de una notable labor. Pero, al fin, se cort¨® una oreja. Debieron cortarse m¨¢s.
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