El Athletic busca nuevas noches europeas

¡°La defensa del Barcelona hizo agua¡±. Con este titular abri¨® EL PA?S la ma?ana del 17 de marzo de 1977. Hace justamente 37 a?os un equipo espa?ol se clasificaba por primera vez en su historia a semifinales de la ¨Cya extinguida- Copa de la UEFA. Y ser¨ªa gracias a la derrota de otro espa?ol, el Barcelona de Rinus Michels, que ser¨ªa v¨ªctima de las zarpas del Athletic de Koldo Aguirre.

Eliminados de la Copa y en plena lucha por la disputa del t¨ªtulo liguero con el Atl¨¦tico de Madrid, el entorno de la entidad azulgrana y los 85.000 espectadores que presenciaron el encuentro ten¨ªan puesta una enorme ilusi¨®n en un torneo en el que se consideraban uno de los m¨¢ximos favoritos para ganarla. En un mes, Athletic y Barcelona se ver¨ªan las caras hasta en tres ocasiones. Tanto en el partido de liga como en el de la ida de la UEFA, los rojiblancos se har¨ªan con el triunfo. Mal presagio a¨²n sabiendo que el enfrentamiento definitivo se jugar¨ªa en casa.

En el partido de vuelta los bilba¨ªnos repitieron la cifra goleadora de San Mam¨¦s (doblete de Jabo Irureta) y el Barcelona igual¨® gracias a Johan Cruyff, tambi¨¦n bigoleador de la noche. El holand¨¦s no fue arma suficiente para luchar contra el resultado de la ida (2-1). Sin embargo, el verdadero lastre del arsenal ofensivo cul¨¦ fue la mala disposici¨®n defensiva, que hizo aguas durante toda la noche. De ah¨ª el titular. Tal desequilibrio propici¨® al equipo de Aguirre poder presentarse en el Camp Nou con un planteamiento de baja presi¨®n y l¨ªneas juntas. Con la seguridad de Iribar en las alturas, la naturaleza luchadora de la defensa, y la capacidad de atacar los espacios de gente peleona como Dani, Amorrortu o Rojo, el pase estaba medio materializado.

Finalmente, los Iribar, Lasa, Guisasola, Alexanco, Villar, Irureta, Amorrortu, Dani, Rojo y compa?¨ªa alcanzaron su primera semifinal europea. Un ¡°bombazo¡± hist¨®rico por mucho que el cuadro de Aguirre transmitiera peligro por todos los costados. Aunque para bombazo fue el equipo que esperaba en siguiente ronda, el RWD Molenbeek, un equipo belga que se col¨® en semifinales tras eliminar al Schalke -subcampe¨®n de la Bundesliga aquel a?o- y Feyenoord en eliminatorias anteriores.

Un historial que bien pod¨ªa considerarse un previo aviso de lo que ser¨ªa la pr¨®xima ronda. Y efectivamente el Athletic sufri¨®, e incluso no pudo ganar ninguno de los dos enfrentamientos, pero pas¨® a la final por el valor doble de los goles a domicilio. Y as¨ª fue como el Athletic Club se clasificaba para la final¨ªsima, donde esperaba la Juventus de Trap.

Para entonces, la grandeza de aquella generaci¨®n de ¡°leones¡± ya hab¨ªa calado en la mente de jugadores de la talla de Dino Zoff, considerado para muchos el mejor portero italiano de la historia, que afrontaba el duelo de vuelta declarando que era un partido ¡°abiert¨ªsimo¡±, ya que el Athletic jugaba en casa y la afici¨®n es ¡°particularmente caliente¡±, dec¨ªa para el diario italiano La Stampa.

Ni siquiera el 1-0 a favor de la ida tranquilizaba a un equipo de pro en el aspecto resultadista, como era aquella Juventus. En San Mam¨¦s se comprob¨® que la tensi¨®n italiana estaba justificada. Con el 2-1 incrustado en el marcador final, los locales se quedaron a las puertas de la gloria. De nada sirvieron los goles de Irureta y Carlos Ruiz, ya que esta vez el valor de los goles fuera de casa jugar¨ªa en su contra.

El tanto de Roberto Bettega significaba la conquista del primer t¨ªtulo europeo para la Juventus. La primera piedra de la exitosa d¨¦cada de Giovanni Trapattoni al mando de la Vechia Signora. Para el t¨¦cnico bianconero, seg¨²n reconoci¨® a posteriori, el Athletic hab¨ªa sido el mejor rival que hab¨ªa pasado por Tur¨ªn en esa temporada en cuanto a disposici¨®n t¨¢ctica.

Previo a la era de Javier Clemente, San Mam¨¦s recuerda a¨²n hoy la huella del que para muchos fue el mejor Athletic de la historia, a pesar de no haber sido correspondido con trofeos (solamente conquist¨® la Copa del Rey de 1973). Sin embargo, como ocurriera de manera muy similar con la camada de Marcelo Bielsa hace apenas dos campa?as, la temporada 1976/77 reuni¨® a una generaci¨®n de jugadores a la que solamente le falt¨® recibir alg¨²n que otro galard¨®n adicional.

Adem¨¢s, la d¨¦cada de los 70 tambi¨¦n coincidi¨® con la construcci¨®n de Lezama, que con una importante inyecci¨®n econ¨®mica se convertir¨ªa en el icono y la base de la cantera del club que conocemos hoy d¨ªa. Un valor que, para la afici¨®n del Athletic, no se iguala con ning¨²n t¨ªtulo. Ahora, casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el Athletic Club, que precisamente en 1977 dej¨® de llamarse Athletic Club de Bilbao, va camino de recorrer la senda de un nuevo cap¨ªtulo europeo. A d¨ªa de hoy, salvo que el Villareal o la Real Sociedad se apresuren, dif¨ªcilmente se le puede escapar la cuarta plaza al club rojiblanco. Una plaza que, como m¨ªnimo, le dar¨ªa opci¨®n de redimirse y poder escribir un ep¨ªlogo menos sombr¨ªo que el de 1977.