El socialismo y Bildu, aqu¨ª y luego
En v¨ªsperas de las elecciones y de saberse el futuro de Patxi L¨®pez, se procura escenificar un cord¨®n sanitario contra la izquierda 'abertzale'
El pasado jueves present¨® su dimisi¨®n Rafaela Romero como presidenta de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de las Juntas de Gipuzkoa. Romero es la portavoz del grupo socialista. El desencadenante de la dimisi¨®n fue la decisi¨®n de la comisi¨®n de ir, representadas las Juntas por la presidenta de la instituci¨®n y la de la comisi¨®n, a Sevilla. A la c¨¢rcel Sevilla II donde presos guipuzcoanos han denunciado vulneraci¨®n de sus derechos.
?Digo desencadenante porque el motivo es m¨¢s profundo. Descarto que la causa de la dimisi¨®n sea la aversi¨®n que pudiera tener el secretario general del PSE-EE en Gipuzkoa contra EH-Bildu por su situaci¨®n jur¨ªdico-criminal, pudiera tener, no afirmo que la tenga a pesar del tono de sus declaraciones cuando se refiere a la coalici¨®n izquierdista.
Opino yo que la causa de esa dimisi¨®n est¨¢ emparentada con la misma causa que impidi¨® la moci¨®n de censura contra Barcina en el Parlamento de Navarra. La causa no es otra que escenificar un cord¨®n sanitario contra Bildu, necesidad que viene dada por la proximidad de una convocatoria electoral, que por otra parte parecer revestir gran trascendencia para el partido socialista. En este caso, los socialistas guipuzcoanos no solo han tenido la presi¨®n de los pr¨®ximos comicios sino que adem¨¢s se a?ade la presi¨®n que supone la previsible candidatura de Patxi L¨®pez a la secretar¨ªa general del PSOE. S¨¦ por relaciones personales, incluso familiares, que no todo el partido socialista guipuzcoano es partidario de la escenificaci¨®n de dicho cord¨®n sanitario, que en Gipuzkoa no es real porque sin perjuicio del trabajo de oposici¨®n diario se consiguen acuerdos entre Bildu y PSE en diferentes instituciones.
Las dos actuaciones del PSE a las que me he referido, la imposici¨®n desde Ferraz al PSN y la negativa del partido en Gipuzkoa a que una conspicua representante suya acuda a Sevilla por la denuncia de un preso, responden a una ¨²nica cuesti¨®n: con Bildu no vamos ni a la esquina, pero tanto en Navarra como en Gipuzkoa y en los otros territorios vascos esta afirmaci¨®n es falsa. La sociedad dobla esquinas tanto con el PSE como con EH-Bildu y, por tanto, las dos fuerzas doblan esquinas y seguro que en un futuro m¨¢s pr¨®ximo que lejano, lo har¨¢n conjuntamente. Cuando pasen las convocatorias electorales y termine el eterno periodo de sucesi¨®n en el PSE.
Esta situaci¨®n o mejor, esta necesidad de escenificar el aislamiento de Bildu, responde a la consideraci¨®n que ¡°del Ebro para abajo¡± se tiene sobre la sociedad vasca, sus partidos y sus instituciones. Tanto en Navarra como en Gipuzkoa la sociedad entiende que no existe hoy ning¨²n partido que no sea democr¨¢tico; en las instituciones la convivencia es completamente pac¨ªfica como reflejo de lo que ocurre entre los ciudadanos. Por tanto estamos ante percepciones completamente distintas, ante una incomunicaci¨®n manifiesta entre la Euskalherria del Sur y Espa?a. Esta incomunicaci¨®n, que es social, est¨¢ fomentada por medios de comunicaci¨®n, por partidos pol¨ªticos y por instituciones del Estado, que pol¨ªticamente parecen estar m¨¢s c¨®modos en situaciones distintas de la que hoy se vive en la sociedad vasca. Mientras esta situaci¨®n contin¨²e y el Partido Socialista se preste a ello y coadyuve a la misma, se dificultar¨¢ el final de esta fase, se dificultar¨¢ el inicio de otra relaci¨®n entre Euskalherria y el Estado que sea amistosa y conveniente para las dos partes. Y el Partido Socialista no acabar¨¢ de encontrar su direcci¨®n y su norte.
En otra ocasi¨®n analizaremos la cuesti¨®n navarra espec¨ªficamente en lo que se refiere a la relaci¨®n con Euskadi, en la situaci¨®n de desgobierno y en el papel del Partido Socialista. Creo que todos estos problemas tienen su ¨²ltima causa en la incomunicaci¨®n entre sociedades.
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