Un pensionista denuncia pr¨¦stamos usureros con intereses de m¨¢s del 50%
T.M. declara en el juicio que varios intermediarios se quedaron con 66.000 de los 120.000 euros que pag¨® por un cr¨¦dito
Las condiciones que imponen las entidades financieras a sus clientes son duras, sobre todo en ¨¦pocas de crisis y de bajos precios del dinero. Algunos de sus productos, o quiz¨¢s, la manera de venderlos, l¨¦ase participaciones subordinadas, o los swaps que se han asociado a los cr¨¦ditos, han provocado muchos problemas y p¨¦rdidas considerables a algunos de sus usuarios m¨¢s fieles. Pero, pese a todo, el sistema y ese mercado est¨¢, m¨¢s que menos, regulado.
Fuera de bancos y financieras profesionales, el mundo de los prestamistas particulares es una selva despiadada. "Cuando est¨¢s con problemas te agarras a un clavo ardiendo. Si mi sobrino perd¨ªa el cami¨®n, perd¨ªa su medio de trabajo", declar¨® el lunes T. M., pensionista, durante la vista oral en la que demanda a varios prestamistas privados por dos "cr¨¦ditos usureros" que elevaron su deuda en 2009 a los 120.000 euros, cuando s¨®lo se benefici¨® de 19.100 con los que cancel¨® una hipoteca con la BBK, y su sobrino, que necesitaba 55.000 para responder a los bancos, apenas si recibi¨® 35.000. Es decir, de los 54.000 que pasaron por sus manos hasta los 120.000 todo fueron comisiones y misteriosos cambios de manos, seg¨²n declar¨®.
El ¨²ltimo prestamista, de una cadena de intermediarios e inversores, ejecut¨® la garant¨ªa del cr¨¦dito ¡ª-la vivienda de su propiedad¡ª y depende de la sentencia del juicio que comenz¨® el lunes en el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 9 de Bilbao, que lo mantenga o se quede sin ¨¦l. Es la tercera vez que sus abogados han logrado parar la ejecuci¨®n hipotecaria, pese a que la mayor parte de los fondos que le prestaron eran para su sobrino pol¨ªtico, un camionero, al que la crisis le pill¨® con varias letras de un cami¨®n que acababa de renovar, con la hipoteca de su vivienda familiar, y con dos hijos.
Todo comenz¨® en 2009, cuando el camionero A. G. empez¨® a buscar financiaci¨®n para hacer frente a los pagos. Despu¨¦s de intentarlo en bancos y entidades financieras profesionales, recibi¨® una llamada de alguien que pod¨ªa ayudarle. "Quedamos detr¨¢s del Carlton" declar¨® en la vista el intermediario J. E., quien hab¨ªa estado desaparecido durante todo el procedimiento y que se present¨® ante la juez como un hombre sin perfil financiero ni estudios especializados.
En aquella reuni¨®n le ofreci¨® al camionero un cr¨¦dito privado inicial para saldar las deudas ¡ªcon garant¨ªa hipotecaria¡ª y despu¨¦s una vez enjugadas sus deudas, una refinanciaci¨®n bancaria para saldar la que contra¨ªa con los prestamistas. Su minuta iban a ser 5.000 euros, que apalabr¨® en un recibo antes de confirmar la doble operaci¨®n que se sell¨®, despu¨¦s, ante notario. Sin embargo, este intermediario no iba a poner ni un euro; ¨¦l se limit¨® a dise?ar la operaci¨®n.
El dinero lo pusieron varios "contactos", como los defini¨®, que luego se iban prestando dinero hasta que al final llegaba al pensionista, mermado y con unos intereses reales que superaban el 50%. Un requerimiento judicial al camionero precipit¨® las cosas. "Necesitaba 14.000 o 15.000 o si no me embargaban", explic¨® A. G., as¨ª que J. E. le propuso un cr¨¦dito puente que, como el camionero ten¨ªa todo embargado, firm¨® el pensionista T. M, con su piso como garant¨ªa. "Me dieron 15.000 cuando el notario sali¨® de la sala, pero el cr¨¦dito hipotecario era de 30.000", explic¨® ayer. El dinero lo llev¨® en el bolso una se?ora mayor, "una tal Bego?a".
El segundo cr¨¦dito hipotecario era de 120.000 euros. Ese d¨ªa coincidieron en la notar¨ªa m¨¢s personas. Quien figuraba como prestamista era J. J. S., que hab¨ªa recibido 90.000 euros una hora antes de G. P. ¡ªal 7% y con un 20% de intereses de demora¡ª y ¨¦l aport¨® 30.000 m¨¢s, todo en efectivo, que coloc¨® a T.M. al 8% y con un 20% de demora a devolver en un a?o. "S¨®lo recib¨ª 20.000 euros que le entregu¨¦ a ?ngel" y un tal¨®n de 19.100 con los que cancel¨® su cr¨¦dito hipotecario con la BBK.
En ese mismo acto, un hombre con apellido italiano que representaba a la "tal Bego?a" recibi¨® 28.000 euros en met¨¢lico para saldar el cr¨¦dito puente inicial de 30.000 de los que el camionero s¨®lo hab¨ªa recibido 15.000. Cuando T. M. dej¨® de pagar a J. J. S, ¨¦ste le ofreci¨® pasar de propietario a inquilino pagando en compensaci¨®n, una renta de 200 euros. La defensa de los acusados asegur¨® en la primera sesi¨®n de la vista que una cosa es lo que dicen y otra lo que pas¨®, pero ninguno de sus testigos pudo acreditar que se entregaran los 120.000 euros de la hipoteca.
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