Herrero de Mi?¨®n propone una mutaci¨®n de la Constituci¨®n para resolver la crisis

Miguel Herrero de Mi?¨®n, uno de los padres de la Constituci¨®n, ha propuesto este mediod¨ªa en Barcelona realizar una mutaci¨®n de la Constituci¨®n para solucionar el conflicto soberanista de Catalu?a. El jurista ha defendido que el conflicto es de car¨¢cter pol¨ªtico y no jur¨ªdico y ha sugerido una soluci¨®n negociada entre el Estado y la Generalitat que no comportar¨ªa reformar la Constituci¨®n. "Intentemos una mutaci¨®n constitucional sin modificar formalmente su texto", ha se?alado. La f¨®rmula que ha ideado es agregar una disposici¨®n primera en la Carta Magna, sustentada en un pacto pol¨ªtico, en el que quedar¨ªan blindadas cuatro competencias para Catalu?a (econ¨®micas, financieras, ling¨¹¨ªsticas y culturales), que es lo que podr¨ªan votar los ciudadanos catalanes en refer¨¦ndum de acuerdo con el art¨ªculo 152 de la Constituci¨®n. "Y esta v¨ªa ser¨ªa m¨¢s positiva que los discursos superpuestos de la pol¨ªtica", ha remachado.

Durante una conferencia en el C¨ªrculo de Econom¨ªa de Barcelona y ante un selecto auditorio -entre ellos el expresidente Jordi Pujol; Miquel Roca, otro de los padres de la Constituci¨®n y el exministro de Defensa, Narc¨ªs Serra-, Herrero de Mi?¨®n ha refrescado la memoria afirmando que en muchas ocasiones se ha aplicado esa t¨¦cnica de mutaci¨®n a la Carta Magna. Entre otras, cuando se alcanz¨® un pacto en 1981 entre las dos grandes fuerzas pol¨ªticas para homogeneizar y generalizar el Estado auton¨®mico para las 17 comunidades aut¨®nomas, acortando los plazos y las formas, cuando en realidad solo estaba previsto para tres. A su juicio, la disposici¨®n que sugiere podr¨ªa ser similar a la del fuero navarro que, ha dicho, "entonces no escandaliz¨® a nadie".

Ya se hizo una mutaci¨®n de la Constituci¨®n al hegemonizar y generalizar el Estado auton¨®mico", ha dicho

En su discurso, el tambi¨¦n miembro del Consejo de Estado ha se?alado que los "malos juristas" son los que creen en la letra de las leyes y que ¨¦stas se han hecho para el hombre y no al rev¨¦s. Por ello, ha puesto como ejemplo que las palabras vida, empleo o matrimonio no significan ahora lo mismo que en 1979. Y que de eso se ha encargado de aclarar el Tribunal Constitucional en sus sentencias interpretativas. O que tampoco quiere decir lo mismo soberan¨ªa cuando el Estado no ha dejado de cederla a la Uni¨®n Europea. "El C¨®digo Civil establece que se deben aplicar las leyes atendiendo a la realidad del tiempo en que han de ser aplicadas", ha dicho para hacer una lectura relajada del texto.

Con contundencia, Herrero de Mi?on, exdiputado del Partido Popular, ha rechazado la reforma de la Constituci¨®n que impulsa el PSOE y ha advertido que no se debe volver a incurrir en el mismo error de 1981: "Hay que tratar el caso de Catalu?a de forma aislada. No generalicemos para identificar. Reformar la Constituci¨®n ya es complicado y lo es m¨¢s con categor¨ªas federalistas o confederalistas cuyo significado desconocen incluso quienes las proponen". "?Si podr¨ªa parecerse a lo que propongo a las enmiendas a la Constituci¨®n americana?", ha dicho el jurista recogiendo una de las preguntas de uno de los asistentes. "Pues si. Es un gran elogio porque ese texto tiene m¨¢s de 200 a?os de vida y se invocan m¨¢s las enmiendas que a la propia Constituci¨®n".

Su idea es blindar cuatro competencias para Catalu?a y que los catalanes voten el pacto en un? refer¨¦ndum

Herrero de Mi?¨®n ha sostenido que el conflicto soberanista tiene su origen en que en la Constituci¨®n no se recogi¨® la realidad nacional de Catalu?a. "Fue un error radical", ha se?alado afirmando que a ese hecho le sigui¨® despu¨¦s la devaluaci¨®n del Estado Auton¨®mico. "Existe un d¨¦ficit de reconocimiento. Una sentencia del Constitucional no puede negar la realidad nacional pero tampoco se puede disolver un Estado. La crisis requiere una decisi¨®n pol¨ªtica y negociada que sin duda deber¨¢ cristalizar en decisiones jur¨ªdicas", ha esgrimido. Y esa negociaci¨®n, ha dicho, para que pueda prosperar, deber¨ªa ajustarse a tres condiciones: que ninguna de las partes capitalicen la crisis; que no se den pasos en "falso" e "in¨²tiles" para escenificar el desacuerdo y que no se oculte la realidad. "Pero tampoco se trata de dominarla. No debe haber ni vencedores ni vencidos. El presidente Mas no debe ser humillado pero el presidente Rajoy, tampoco", ha concluido.