Un acuerdo verbal con la Xunta en 2007 origin¨® la crisis de los comedores en Vigo
El bipartito permiti¨® a los profesores sancionados cobrar por prestar el servicio El colegio Lope de Vega amenaz¨® a los padres con retirar el servicio si no pagaban
Todo empez¨® el 8 de mayo de 2013 con una denuncia de FETE-UGT. El sindicato tuvo constancia de que un colegio p¨²blico de Vigo, el Lope de Vega, cobraba una cuota obligatoria a las familias por el comedor y traslad¨® los hechos a la Conseller¨ªa de Educaci¨®n. El caso estall¨® seis meses despu¨¦s en toda su extensi¨®n, cuando a ra¨ªz de esa investigaci¨®n, la Xunta revelaba la apertura de expediente a siete directores de colegios de Vigo por una "gesti¨®n irregular" del servicio que inclu¨ªa el cobro de supuestos sobresueldos. La sanci¨®n de hasta seis meses de empleo y sueldo de los directores afectados, hecha p¨²blica la semana pasada, ha causado estupor en la comunidad educativa de la ciudad.
"Todo esto se ha gestionado muy mal por la conseller¨ªa", afirma Ra¨²l G¨®mez, secretario de FETE-UGT y autor de la denuncia. "Primero dijo que no era nada, luego que le parec¨ªa muy grave y despu¨¦s todo se le desmadr¨®". A la calma y el esclarecimiento de los hecho no ha contribuido la generalizaci¨®n con la que Educaci¨®n se ha referido siempre a los siete colegios afectados, todos los de la ciudad en los que el servicio depende directamente de la Xunta. "Se mete a todos en el mismo saco cuando est¨¢ claro que aqu¨ª hay dos situaciones bien distintas: la del Lope de Vega y el resto", afirma G¨®mez.
?Cu¨¢l es la diferencia? Que el Lope de Vega, seg¨²n reconocen padres de alumnos y la propia Xunta, amenazaba a los padres con denegar el servicio de comedor si no abonaban una aportaci¨®n econ¨®mica que el decreto auton¨®mico solo admite como voluntaria. El resto, no. Lo que la Xunta califica de "sobresueldos" o "apropiaci¨®n indebida" y los directores de "gratificaci¨®n", en cambio, es una pr¨¢ctica generalizada, fruto de un acuerdo alcanzado por la Xunta y los directores de Vigo en 2007, cuando Educaci¨®n cambi¨® el sistema de retribuci¨®n porcentual vinculado al presupuesto del comedor por otro lineal, con independencia del n¨²mero de usuarios del servicio.
Esa es la explicaci¨®n de que el caso se centre en Vigo, donde los comedores son grandes y los directores vieron mermados sus ingresos. "No es igual gestionar un comedor con 500 usuarios que uno de 80", admite el responsable de FETE-UGT. Ante esta situaci¨®n, los directores afectados pactaron verbalmente con el entonces jefe de Gabinete de la Conseller¨ªa, Juan Carlos Porr¨²a, cubrir la diferencia con cargo a las aportaciones voluntarias. Y as¨ª se hizo hasta ahora.
Para la conseller¨ªa, este complemento constituye una irregularidad incluso m¨¢s grave que la de la cuota obligatoria a los padres. "Son sobresueldos que no se pueden cobrar, de ning¨²n modo", zanja el jefe territorial de Educaci¨®n, C¨¦sar P¨¦rez, que pone encima de la mesa los salarios de los directores: "Cobran 2.700 euros brutos, m¨¢s un complemento de 340 euros y otro de 12 euros por d¨ªa de asistencia al comedor". Las cantidades adicionales oscilan, seg¨²n afirma, entre los 500 y los 150 euros mensuales. "No se puede tolerar. Siendo conocedores de esto no pod¨ªamos admitirlo, y poco importa que sean cantidades aprobadas en el Consello Escolar: no se puede aprobar algo que es ilegal", acusa el jefe territorial.
En su defensa, los directores afectados precisan que, en efecto, todas las gratificaciones que cobran por la gesti¨®n del servicio han pasado la aprobaci¨®n del Consello Escolar. No solo eso. Figuran en las p¨¢ginas web de los colegios, son conocidas por las asociaciones de padres y, desde 2008, se incorporan a las cuentas que cada ejercicio se presentan ante Educaci¨®n. "La transparencia es m¨¢xima", subrayan. Educaci¨®n replica: "Es cierto que nos mandan las cuentas, pero las inspecciones son aleatorias. No podemos abrir una investigaci¨®n general porque no somos una fiscal¨ªa; se nos inform¨® de una posible irregularidad y lo que hemos hecho ha sido confirmarla".
"Las sanciones son desproporcionadas, nos tratan como si fu¨¦ramos delincuentes", se lamenta el responsable de uno de los seis centros en los que la cuota para los padres no era obligatoria. "Si la Xunta considera que el acuerdo al que llegamos en 2007 ya no es v¨¢lido, que nos lo diga y lo retire. Para nosotros lo era, aunque fueran otros los directores que entonces estaban al frente de estos centros. Es un acuerdo con un superior, y eso no se cuestiona". En vez de eso, acusa el mismo director, la Xunta ha emprendido una "causa general". De momento, cuentan con el apoyo de las asociaciones de padres de sus respectivos centros y tambi¨¦n con la del resto de directores de centros escolares de Vigo, que en una reciente asamblea mostraron un apoyo sin fisuras a los compa?eros expedientados.
La precariedad del servicio
M¨¢s que de directores malvados que se meten en el bolsillo el dinero de los padres, el trasfondo de esta situaci¨®n es la precariedad de los propios comedores", afirma el director de un colegio p¨²blico de Vigo. En efecto, el servicio -que este curso dej¨® de ser gratuito para las familias con mayores ingresos- atraviesa serias dificultades, que alcanzaron su momento de mayor complicaci¨®n en 2010, cuando la Xunta retras¨® hasta final de curso la transferencia del primer trimestre. Uno de los colegios donde se vivi¨® con mayor tensi¨®n aquella falta de liquidez fue el de A Carrasqueira de Vigo, precisamente uno de los ahora implicados en el caso de los llamados "sobresueldos", que lleg¨® a acumular una deuda con proveedores superior a 25.000 euros.
Los tiempos actuales no son mucho m¨¢s boyantes. La normativa aprobada en 2007 establec¨ªa el cobro de 12,18 euros diarios para director y encargado del comedor y de 9,18 para los colaboradores. Y se estableci¨® adem¨¢s un l¨ªmite de cinco colaboradores, que con la relaci¨®n de uno por cada 15 alumnos de Infantil y por cada 30 de Primaria, dej¨® especialmente desatendidos a los grandes comedores.
"Para poder prestar el servicio de comedor, tenemos que recurrir a empresas. Y esas empresas cobran m¨¢s de lo que la Xunta nos transfiere. Los colegios tenemos que hacernos cargo de la diferencia, y la ¨²nica forma de hacerlo es recurrir a las aportaciones voluntarias de los padres. Sin su apoyo no habr¨ªa comedores", explica uno de los directores sancionados de empleo y sueldo.
En definitiva, un encaje de bolillos que ning¨²n director considera suficientemente remunerado: "Cr¨¦ame: dirigir un comedor no compensa".
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