CEIM, producto de sus asociaciones

Concluido el proceso electoral en la patronal madrile?a, es conveniente y deseable el an¨¢lisis y la reflexi¨®n sobre los resultados en nuestra confederaci¨®n y sobre su futuro.

Estas elecciones han puesto de manifiesto, en primer lugar, que la Confederaci¨®n Empresarial Independiente de Madrid (CEIM) no es una organizaci¨®n de pensamiento ¨²nico; existe m¨¢s de una forma de articular la representaci¨®n empresarial. Y, en segundo lugar, que los problemas de las pymes poco tienen que ver con las grandes empresas; su estructura y funcionamiento debe ser abierto y fiel reflejo pues de la casa de todos.

De los 1.097 votos emitidos, el 62,5% fueron para Arturo Fern¨¢ndez y el 35% para mi candidatura. Hubo un 11% de abstenci¨®n y un 2,5% de votos en blanco o nulos.

Al margen de las dificultades que se han suscitado durante este proceso electoral, las inexistentes garant¨ªas para el voto delegado y la sorprendente forma de sufragio con papeleta abierta y sin sobre, no tengo nada que objetar al resultado ¡ªpor el que ya felicit¨¦ al se?or Fern¨¢ndez¡ª, que responde sin embargo a unos estatutos con falta de perspectiva ante unas verdaderas elecciones.

Quiero llamar la atenci¨®n sobre la configuraci¨®n de la asamblea general de CEIM, que sin duda ha influido decisivamente en ese resultado electoral. De las 255 entidades con derecho a voto, 157 son asociaciones sectoriales y territoriales, y 98 son empresas. Sin embargo, el voto de las organizaciones solo representa el 52,3 % del censo, frente al 47,7 % de las empresas.

M¨¢s llamativo a¨²n resulta que, de esas 98 empresas, 19 sumaban 363 votos, el 29,4% de la asamblea. En la Comunidad de Madrid hay 500.000 empresas, seg¨²n el INE.

Por la filosof¨ªa de sus fines, CEIM deber¨ªa ser una entidad que integre a las asociaciones empresariales y a aquellas empresas que, no teniendo ninguna instituci¨®n sectorial o territorial que las represente en su actividad, deseen serlo en sus intereses por esta confederaci¨®n. Sin duda pueden y deben admitirse empresas l¨ªderes en su sector, pero creo que debe analizarse con profundidad su peso en la organizaci¨®n.

A ese respecto, quiero recordar que en la CEOE y en CEPYME las empresas tienen voz pero no voto.

Tambi¨¦n conviene plantear si las empresas que est¨¢n controladas por las Administraciones pueden jugar un papel decisivo en los destinos de los empresarios madrile?os. En estas elecciones, Ifema, Madrid Network, la Fundaci¨®n Universidad Empresa y Mercamadrid, entre otras, aunaban el 7% de los votos, m¨¢s que la suma de las asociaciones empresariales madrile?as representativas del sector del metal, la construcci¨®n y las artes gr¨¢ficas, que afiliando a decenas de miles de empresas solo tienen un peso electoral en CEIM del 6%.

Adem¨¢s, se da la circunstancia que determinadas entidades empresariales participan con mayor peso decisivo que las asociaciones sectoriales y territoriales por el solo hecho de pagar una cuota mayor, pero sin ning¨²n criterio de representatividad.

Las elecciones han puesto de relieve varias situaciones clave: la urgente necesidad de modificar los obsoletos estatutos; la reflexi¨®n y, en su caso, redefinici¨®n, del modelo organizativo que quieren y necesitan los empresarios madrile?os; y las condiciones de participaci¨®n de ciertas empresas que, aun no siendo p¨²blicas, son dirigidas bajo la tutela de las Administraciones.

Sin este previo an¨¢lisis, y una decisi¨®n concertada de los empresarios, todas las acciones que se acometan carecer¨¢n de la esencia de cualquier plan: el conocimiento de la realidad y las necesidades de los empresarios representados en CEIM por sus respectivas asociaciones empresariales.

En este camino para mejorar CEIM los empresarios madrile?os siempre me tendr¨¢n a su disposici¨®n.

Hilario Alfaro es presidente de la Confederaci¨®n de Comercio de Madrid (COCEM).