Bach con poco voltaje
No puede contarse (cantarse) el sufrimiento de una crucifixi¨®n como quien cuenta una an¨¦cdota, ni cantar sin la m¨¢s peque?a variaci¨®n
Ton Koopman ha visitado el Palau de la M¨²sica en numerosas ocasiones, y en todas ellas ha dado muestra de sus conocimientos y erudici¨®n en el campo de la m¨²sica barroca. Destacado int¨¦rprete de clavec¨ªn y ¨®rgano, ejerce tambi¨¦n como director de la Orquesta y Coro barrocos de ?msterdam, formaciones con las que ha grabado, entre otras cosas, la integral de las cantatas sacras y profanas de Bach. Tambi¨¦n tiene grabada La Pasi¨®n seg¨²n San Mateo, aunque var¨ªan, con respecto al elenco escuchado en Valencia, algunos solistas. En el DVD mantiene, sin embargo, los nombres de J?rg D¨¹rm¨¹ller para el Evangelista y el de Klaus Mertens para las arias del bajo. Koopman y los conjuntos que dirige han recibido numerosos premios y distinciones, y tiene una excelente reputaci¨®n en el campo de la m¨²sica antigua.
Dicho esto, no puede negarse, sin embargo, que el pasado viernes, m¨¢s a¨²n que en sus anteriores visitas, presidieron su ejecuci¨®n una monoton¨ªa y una frialdad expresiva bastante notables. Cierto es que a Bach no le sientan bien los amaneramientos ni los excesos romanticoides, pero tampoco puede contarse ¨Ccantarse- el sufrimiento de una crucifixi¨®n como quien cuenta una an¨¦cdota, ni cantar sin la m¨¢s peque?a variaci¨®n (excepto las que se refieren a la tonalidad) los diferentes textos con que aparece el coral del n¨²m. 21, cuya m¨²sica se repite en cinco ocasiones y se constituye casi en eje vertebral de la obra. Por cierto, la melod¨ªa de este impresionante n¨²mero no es de Bach, sino de Hans Leo Hassler (1564-1612), y ha sido utilizado en obras de diversos compositores (Graun entre otros), as¨ª como en los actos de numerosas comunidades luteranas en todo el globo. S¨ª que es de Bach la escueta pero maravillosa armonizaci¨®n.
Pasi¨®n seg¨²n san Mateo
De J. S. Bach. Solistas vocales: H. Blazikova, M. Engeltjes, T. Lichdi, J. D¨¹rm¨¹ller, K. Mertens, F. H?nisch. Escolan¨ªa de Muestra Se?ora de los Desamparados. ?msterdam Baroque Orchestra & Choir. Director: Ton Koopman. Palau de la M¨²sica. Valencia, 11 de abril de 2014.
No fue ¡°la rutina¡± en la plasmaci¨®n de este coral el ¨²nico ejemplo de sequedad expresiva. Hubo muchos, demasiados. Uno de los m¨¢s palpables, quiz¨¢s, lo tuvimos en la forma plana en que se hizo la tierna despedida del pen¨²ltimo n¨²mero, donde el coro va d¨¢ndole a Jes¨²s las buenas noches (¡°Mein Jesu, gute Nacht¡±), alternando con las intervenciones solistas, en aleg¨®rica alusi¨®n al reposo de la muerte tras las penalidades previas. Se recurre en el texto a la intimidad de una frase convencional ¨Cno se le dan las ¡°buenas noches¡± a un dios- para remarcar la humanidad de Cristo, y Bach remata el asunto con pentagramas de antolog¨ªa. Sin embargo, all¨ª (despu¨¦s de casi tres horas) segu¨ªa sin pasar nada. Es verdad que en esa atm¨®sfera m¨¢s bien g¨¦lida y mon¨®tona, no toda la responsabilidad fue de Koopman. Mucho tienen que ver el Evangelista, Jes¨²s y el resto de los solistas, as¨ª como las dos peque?as orquestas y los coros. En este caso, sin embargo, m¨¢s que las carencias vocales de un determinado solista o una determinada cuerda del coro, lo m¨¢s relevante fue el sentimiento de frustraci¨®n que provocaron unos m¨²sicos reiteradamente fr¨ªos al exponer una de las obras m¨¢s c¨¢lidas y hermosas que se hayan compuesto jam¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.