La rev¨¢lida de Susana D¨ªaz

No s¨¦ si la presidenta ha buscado, como se ha dicho, revalidarse como estadista aprovechando el conflicto con Izquierda Unida. Pero, busc¨¢ndolo o no, lo que creo que ha conseguido ha sido graduarse y con nota como defensora del orden establecido. Dos cosas, sin embargo, que no son exactamente lo mismo en los tiempos que corren.

Incluso santo Tom¨¢s dec¨ªa que ¡°si la ley resulta gravemente injusta no solo no debe obedecerse sino que ni siquiera merece propiamente el nombre de ley¡±. Y lo que est¨¢ ocurriendo en estos momentos en nuestro pa¨ªs se acerca mucho a ello, sobre todo, en materia de vivienda.

La legalidad que seg¨²n la presidenta deben obedecer sin rechistar las personas sin hogar es la del desahucio express que puso en marcha su partido justo cuando millones de familias empezaban a no poder pagar sus hipotecas y alquileres. O las que garantizan la propiedad improductiva de millones de vivienda a bancos que han creado los problemas que tiene la gente; sin respetar, por cierto, una ley superior, la Constituci¨®n, que dice que ¡°toda la riqueza del pa¨ªs en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad est¨¢ subordinada al inter¨¦s general¡±.

?Ten¨ªa que haberse quedado quieto Jesucristo y no expulsar a los mercaderes del templo, en donde la ley de la ¨¦poca les daba derecho a estar? ?Ten¨ªan que haber respetado siempre la legalidad de su tiempo los esclavos? ?Hizo tambi¨¦n mal Rosa Parks cuando no cedi¨® su asiento en el autob¨²s a un muchacho blanco que se lo reclamaba con todo derecho, seg¨²n la legalidad entonces vigente? Y nuestras madres y abuelas, ?tambi¨¦n debieron obedecer sin rechistar las leyes que les obligaban a pedir permiso a sus padres y maridos para trabajar, hacer un viaje o cobrar un cheque?

Puede admitirse que Fomento no haya hilado fino ante un problema delicado, pero de ah¨ª a la sobreactuaci¨®n que ha estado a punto de derribar el Gobierno hay mucha distancia. El problema real son millones de viviendas vac¨ªas, incluso las sociales que no se entregan porque la gente que m¨¢s las necesita ni siquiera puede pagar sus alquileres o porque los bancos no dan cr¨¦ditos para que se puedan comprar. Son las pol¨ªticas que se vienen aplicando, antes por Zapatero y sobretodo ahora por el PP ¡ªun partido que en Sevilla y otras ciudades no ha movido ni un dedo para solucionar estos dramas¡ª, y que han arruinado a miles de empresas y destruido millones de empleos para salvar a los banqueros.

Hay que cambiar esas leyes y no aceptarlas como se pide. Para ayudar a los m¨¢s d¨¦biles, como estoy seguro que desea nuestra presidenta, lo que deber¨ªa tener presente son las palabras de Rosa Parks en sus memorias: ¡°cuando m¨¢s obedecimos peor nos trataron¡±.