Un pueblo de Ourense, sin plenos por las disputas de alcalde y secretaria
El alcalde ha abierto dos expedientes a la funcionara, acusada de "favorecer intereses del PP¡±
En Trives cunde el caos pol¨ªtico, ese mejunje que acompa?a a las mociones de censura. En este municipio ourensano, feudo hist¨®ricamente inexpugnable del PP, una agrupaci¨®n independiente presidida por Francisco Jos¨¦ Fern¨¢ndez consigui¨® arrebatar en las urnas la alcald¨ªa al baltarismo por dos veces consecutivas. Y por dos veces, tambi¨¦n, el baltarismo se ha revuelto contra ella mediante alianzas con d¨ªscolos del PSOE.
?En la primera, el PP ape¨® de la alcald¨ªa a los independientes mediante una moci¨®n de censura en alianza con dos tr¨¢nsfugas socialistas. Ahora, la vida municipal est¨¢ encallada. Fern¨¢ndez ha abierto dos expedientes sancionadores a la secretaria-interventora a la que su agrupaci¨®n acusa de frenar la vida municipal ¡°favoreciendo los intereses del PP¡±. La veterana funcionaria, el PP y el concejal del PSOE, sin amparo de su partido, sostienen que las sanciones son ilegales. El Gobierno central y la justicia las amparan mientras la vida municipal embarranca.
Francisco Jos¨¦ Fern¨¢ndez abri¨® hace ya casi un a?o el primer expediente (de suspensi¨®n de empleo y sueldo) por faltas graves a la secretaria-interventora municipal, Milagros Calvo ¡ªlos independientes sostienen que act¨²a como un topo del PP frenando las actuaciones municipales; ella, que niega intereses pol¨ªticos, denuncia acoso laboral¡ª y ante la ausencia del imprescindible funcionario no se convocan plenos ordinarios. El PP, con el respaldo del edil del PSOE, a quien su partido reclama el acta, reivindica el poder tras casi un a?o sin plenos por falta de secretario. La Xunta asegura que no tiene competencias para intervenir, y el alcalde ve la sombra de la censura.
Las sanciones a la secretaria municipal y la falta de relevo ¡ªla Diputaci¨®n presta un sustituto ¡°pero tres d¨ªas a la semana durante apenas una hora¡±¡ª hacen imposible la convocatoria de plenos, esgrime el regidor. ¡°El ¨²nico objetivo es mantener a Mar¨ªa Milagros Calvo apartada del control, intervenci¨®n y asesor¨ªa del Ayuntamiento¡±, replica la letrada e hija de la funcionaria en un comunicado en el que anuncia que ha registrado una demanda judicial contra el alcalde. ¡°He sufrido un aut¨¦ntico calvario; ir al Ayuntamiento era una aut¨¦ntica tortura: mi familia y yo hemos sido acosados¡±, sostiene la funcionaria expedientada en su querella.
En dos expedientes, el alcalde le acusa de haber negado una partida para obras pese a que hab¨ªa presupuesto y de haber incumplido la orden que le denegaba la entrada a la casa consistorial para hacerse con un ordenador y borrar los archivos. Ella alega que solo cumpli¨® la ley y que el port¨¢til lo ten¨ªa en casa para trabajar y no fue borrado. ¡°?Que mi marido es militante del PP?, pues solo faltaba que me hiciera un reproche de esta naturaleza quien lleva acos¨¢ndome siete a?os¡±, se sacude la secretaria la vinculaci¨®n pol¨ªtica que le atribuyen la asociaci¨®n independiente y el PSOE comarcal, reconocida por el portavoz del PP.
En medio del caos, el PP reclama la alcald¨ªa y la reposici¨®n de la secretaria a su puesto. El portavoz del grupo popular, Isauro P¨¦rez, alerta de la ¡°ingobernabilidad¡± del Ayuntamiento presidido por un grupo que est¨¢ en minor¨ªa frente a una oposici¨®n (los cinco ediles del PP reforzados con el respaldo del d¨ªscolo del PSOE) que no tiene ¡°ni opci¨®n a hablar en los plenos porque el alcalde se limita a leer un informe jur¨ªdico de una asesor¨ªa de Madrid que ha contratado para negar la palabra a la oposici¨®n¡±. ¡°?Una asesor¨ªa que estamos pagando los vecinos!¡±, reprocha el representante popular el dispendio que el regidor niega. Fern¨¢ndez reconoce el contrato pero sostiene que es ¡°barat¨ªsimo: la d¨¦cima parte del sueldo de la secretaria¡± y lo justifica en su necesidad de estar asesorado.
En medio de la batalla entre el alcalde y el PP, el edil socialista, Manuel Vicente, en sinton¨ªa con los populares, reconoce que no tiene ya relaci¨®n con su partido, que le ha exigido el acta.
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