Sant Fost descubre su retablo g¨®tico
La localidad se reencuentra con la obra de la ermita de Sant Cebri¨¤ de Cabanyes, dada por desaparecida en 1884 y hallada en el almac¨¦n del MNAC
En Sant Fost de Campsentelles, una peque?a localidad barcelonesa del Vall¨¦s Oriental, no sab¨ªan de su existencia. Al retablo g¨®tico procedente de la ermita de Sant Cebri¨¤ de Cabanyes se le hab¨ªa perdido la pista hace 130 a?os, el mismo tiempo que hac¨ªa que hab¨ªa sido descolgado de una de sus paredes y hab¨ªa entrado en el mercado del arte, donde hab¨ªa acabado en manos de un coleccionista privado. Su historia es la misma de miles de obras de arte, sobre todo rom¨¢nicas y g¨®ticas, pero tambi¨¦n de otras ¨¦pocas que podemos ver en casi todos los museos, de las que es imposible conocer su lugar de procedencia.
A no ser ¡°que se aparezca la Virgen¡±, como asegura que le ocurri¨® a Jaume Barrachina, uno de los mayores especialistas en arte medieval en Catalu?a, adem¨¢s de director del Museo de Perelada. Durante un trabajo de investigaci¨®n, Barrachina encontr¨® un manuscrito realizado por el industrial textil y coleccionista Matias Muntadas, propietario del retablo durante d¨¦cadas, en la que realizaba una relaci¨®n de su magn¨ªfica colecci¨®n.¡±En el texto, Muntadas dej¨® escrito la procedencia de unas cuarenta piezas, una de ellas el retablo de Sant Fost, que el Museo Nacional de Arte de Catalu?a ten¨ªa perfectamente identificado como dedicado a Sant Cebri¨¤, registrado y catalogado en uno de sus almacenes, pero del que no conoc¨ªa su origen, como ocurre con muchas otras obras¡±, explica Barrachina. Y est¨¢ en el MNAC porque la colecci¨®n de Muntadas fue adquirida por el Ayuntamiento de Barcelona a sus herederos en 1957, pasando la mayor¨ªa de las obras a los Museos de Arte (luego MNAC) y, tambi¨¦n, al Museo de Artes Decorativas.
Barrachina present¨® su descubrimiento en una jornada de 2012 en Sitges sobre anticuarios, expertos y coleccionistas.
¡°Los descendientes conservaban estos papeles fundamentales en los que nadie hab¨ªa reparado y que no se utilizaron en la realizaci¨®n del cat¨¢logo de la colecci¨®n de 1931¡±, explica Barrachina desde la localidad turolense de Calanda, donde procede precisamente otra bella virgen g¨®tica que conserva el MNAC, que tampoco se sab¨ªa su procedencia hasta ahora. En las notas de Muntadas se puede leer: ¡°Altar completo de Sant Cipriano. Fondos dorados y en relieve, lo mismo que las coronas y adornos de los vestidos. Compuesto de seis cuadros, m¨¢s cinco del bajo altar. guarda polvos en relieve y dorado tambi¨¦n antiguo casi todo. Procedente de Sant Fausto de Capcentelles¡±. En una de las fotograf¨ªas conservadas de la vivienda de este coleccionista, en la calle Ll¨²ria 110, se puede ver el retablo instalado junto a bargue?os y arcas medievales.
Para Barrachina la procedencia apuntada por Muntadas hay que considerarla cierta porque ¡°form¨® su colecci¨®n entre 1885 y 1910, en un momento en el que todav¨ªa sal¨ªan piezas de origen, que todav¨ªa no hab¨ªan entrado en el mercado del arte¡±. La ¨²ltima noticia del retablo en su ermita es precisamente de 1884.
Tras publicar la ponencia, Barrachina envi¨® una separata al p¨¢rroco de Sant Cebri¨¤. ¡°Y este lo pas¨® a la asociaci¨®n local Centre d¡¯Estudis Amics de Cabanyes que quedaron absolutamente consternados porque no ten¨ªan ni idea de su existencia¡±. Hace unos d¨ªas, seg¨²n explican desde el MNAC, miembros de la entidad visitaron el retablo y han encargado un estudio para publicarlo en el pr¨®ximo n¨²mero de su revista.
Seg¨²n Barrachina la obra, pintada por un taller barcelon¨¦s de mitad del siglo XV, est¨¢ en perfecto estado y tan solo habr¨ªa que hacerle una limpieza superficial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.