¡°Mi cuerpo es sano pero desobediente¡±
La estrella internacional del ballet cl¨¢sico llega a los Teatros del Canal con ¡°El Corsario¡± al frente de su compa?¨ªa English National Ballet

La primera bailarina espa?ola Tamara Rojo (Montreal, 1974) vuelve a Madrid en una esperada visita al frente del conjunto que dirige, el English National Ballet, la segunda agrupaci¨®n en importancia del Reino Unido y una de las de m¨¢s vibrante movilidad en la historia europea. Para este debut en los Teatros del Canal de Madrid, Tamara ha escogido la nueva producci¨®n de ¡°El Corsario¡± que ya ha cosechado elogiosas cr¨ªticas y un notable ¨¦xito de p¨²blico en su estreno londinense. Rojo, premiada y reconocida mundialmente como una de las estrellas del ballet de nuestro tiempo, es al mismo tiempo una codiciada figura medi¨¢tica que en Espa?a se prodiga poco por sus escenarios, se la ve menos de lo que ella quisiera en realidad.
Pregunta. Es usted la ¨²nica bailarina de su generaci¨®n que, por diversas circunstancias, ha estado cerca de las dos ¨²ltimas grandes divas del ballet: Alicia Alonso y Maya Plisetskaia. H¨¢bleme de su impresi¨®n de estas dos grandes mujeres artistas.
Respuesta. Sin duda ambas son una referencia pues, desde trayectorias y concepciones art¨ªsticas diferentes, se distinguen por una personalidad fuerte que proyectan con un estilo genuino en su forma de bailar y en su sentido art¨ªstico. Creo que la mejor s¨ªntesis de las dos personalidades la hizo Alberto Alonso quien, tras su experiencia coreografiando Carmen Suite, describi¨® a Plisetskaya como bailarina dura, valiente y peleona mientras que Alicia era la portadora de la sensualidad latina.
P. Su baile personal ha cambiado sensiblemente en estos a?os. ?C¨®mo se ve a s¨ª misma en el espejo, tanto en lo t¨¦cnico como en lo art¨ªstico? Y ?hasta cu¨¢ndo se ve calzando las zapatillas de punta? ?Una bailarina debe retirarse en su esplendor o alargar su carrera?
R. Como sabe, frente al espejo nos interpretamos m¨¢s que nos vemos. Siempre he tratado de mejorar mi preparaci¨®n, profundizando en el conocimiento de las diferentes t¨¦cnicas y escuelas. Con la experiencia y las vicisitudes de todo tipo que traen las lesiones, durante los ¨²ltimos a?os me he interesado por las ciencias del deporte como refuerzo para mejorar la t¨¦cnica y prevenir lesiones. Creo que gracias a este trabajo he ampliado mis recursos t¨¦cnicos que, unidos a la experiencia, han innovado considerablemente mi forma de bailar. Tambi¨¦n mi concepci¨®n sobre la representaci¨®n danc¨ªstica ha evolucionado hacia la b¨²squeda de la armon¨ªa entre las peculiaridades de cada rol y el sentido de la obra.
P. Pienso personalmente que en el caso de la bailarina la madurez es un grado insustituible¡
R. Sin duda, la madurez profesional es un grado, pero en el ballet hay un l¨ªmite f¨ªsico claro que personalmente no pienso sobrepasar.
P. Es evidente que su carrera nunca la podr¨ªa hacer hecho en Espa?a, y eso es tristemente natural debido a la accidentada historia de la danza que tenemos aqu¨ª, pero ?se siente con ¨¢nimos del volver a casa? ?O el bailar¨ªn o la bailarina siempre son hijos naturales de donde est¨¦ el trabajo y la creaci¨®n?
R. En este momento mi compromiso con el English National Ballet es total, por lo que no me planteo la posibilidad de volver a Espa?a. Respecto a su pregunta sobre si los bailarines somos hijos naturales del lugar donde podemos desarrollar nuestro trabajo y creatividad, la realidad lo confirma a diario, adem¨¢s, la expansi¨®n del ballet y la danza a muchos pa¨ªses de culturas diversas, sobre todo de Asia, est¨¢ aumentando exponencialmente la internacionalizaci¨®n de los bailarines. Hoy, las compa?¨ªas de danza son el mejor ejemplo de diversidad ¨¦tnica y cultural.
P. En cuando a la t¨¦cnica, se dice a veces que hoy se baila mejor que antes, pero otros opinan diversamente sobre esto. Siendo verdad que los ejemplos de excelencia est¨¢n precisamente en el pasado, ?c¨®mo lo ve? ?Qu¨¦ consideraci¨®n tiene con el estilo?
R. Si repasamos cronol¨®gicamente las filmaciones que se conservan desde principios del siglo XX hasta hoy, evidenciamos que la t¨¦cnica de los bailarines ha ido mejorando. Los fundamentos de la evoluci¨®n t¨¦cnica son varios, pero creo que la expansi¨®n de diferentes escuelas primero y la consolidaci¨®n m¨¢s tarde de algunas, como la escuela cubana y otras que est¨¢n surgiendo, pueden explicarlo. Menos lineal es desde mi punto de vista la evoluci¨®n del estilo o los estilos. De hecho, hay mucha confusi¨®n y, en alg¨²n caso, escaso rigor o incluso chauvinismo. La pretensi¨®n de poseer la esencia exclusiva de un estilo hoy es una entelequia. Creo que es m¨¢s apropiado tratar de buscar la excelencia dentro de la diversidad existente.
P. En los ¨²ltimos a?os estamos asistiendo a la explosi¨®n de calidad y cantidad en el baile masculino, y sin embargo, generacionalmente, no pasa lo mismo con las mujeres a la vez ?A qu¨¦ cree que se debe esto? ?Le resulta m¨¢s f¨¢cil hoy encontrar un perfecto Sigfrido que una sublime Odette?
R. No tengo claro los motivos que producen este fen¨®meno, pero es obvio que, a pesar de que todav¨ªa hay m¨¢s chicas que chicos form¨¢ndose, las nuevas generaciones de bailarines vienen pegando fuerte en todo el mundo. Es probable que el desmoronamiento de los viejos prejuicios sobre los bailarines est¨¦ estimulando vocaciones m¨¢s firmes. Por otro lado, creo que no estar¨ªa de m¨¢s examinar si la metodolog¨ªa de aprendizaje al uso para las chicas, produce la bailarina que demanda la profesi¨®n. En cualquier caso, sigue sin ser f¨¢cil encontrar un perfecto Sigfrido o una sublime Odette.
P. Tambi¨¦n a partir de un art¨ªculo de Alastair Macaulay en The New York Times hace pocos a?os sobre si el repertorio estaba superado o muerto se han generado numerosas pol¨¦micas y posturas: ?Cu¨¢l es su posici¨®n al respecto? ?Qu¨¦ cree debe hacerse con los grandes t¨ªtulos can¨®nicos?
R. Adaptarlos a nuestro tiempo. Se hace en la m¨²sica, el teatro o incluso en la ¨®pera sin que nadie se rasgue las vestiduras. Es cierto que no es f¨¢cil y se corren riesgos, pero si no se airean debidamente se apolillar¨¢n. La adaptaci¨®n a los tiempos tambi¨¦n vale para obras m¨¢s recientes que, por su calidad, merecen el t¨ªtulo de cl¨¢sicas o podr¨ªan obtenerlo, pero que por un excesivo af¨¢n de preservar la integridad de la obra, por parte de los algunos herederos de derechos o de los propios autores, est¨¢n corriendo el riesgo de languidecer. Acordar el uso de la obra entre autor y productor es, desde mi punto de vista, el mejor mecanismo para ampliar su difusi¨®n.
P. Y con respecto al ballet de nueva creaci¨®n: ?C¨®mo ve a los core¨®grafos contempor¨¢neos actuales de su entorno? Por citarle tres nombres: Christopher Wheeldon, Rusell Maliphant, Wayne McGregor¡ ?Est¨¢n a la altura del papel que al parecer les reserva la historia del ballet?
R. Vivimos un auge de propuestas coreogr¨¢ficas considerable y los tres core¨®grafos que menciona, adem¨¢s de gozar del reconocimiento general, son representativos del momento por tener personalidades y estilos muy diferentes. Creo que esta diversidad es beneficiosa para la evoluci¨®n de la danza, as¨ª, en el programa conmemorativo del centenario de la primera guerra mundial que acabamos de estrenar titulado ¡°Lest We Forget¡±, presentamos las nuevas creaciones de autores tan diferentes como Russell Maliphant, Akram Khan y Liam Scarlett. He trabajado con todos estos core¨®grafos y considero a cada uno excelentes en su campo, sin embargo, debido a su juventud y el gran potencial que tienen, considero que falta la perspectiva que da el tiempo para opinar sobre el papel de cada uno en la historia del ballet.
P. En cuando a su perfil personal de ¡°ballerina¡±. ?Qu¨¦ maestros o qu¨¦ escuela fueron decisivos? Los estudiantes de ballet, los que coleccionan sus fotos y v¨ªdeos (y para los que usted es un ejemplo), siempre quieren saber esto.
R. Siempre agradecer¨¦ a mi primera maestra Lola Grande la ternura que hizo posible que amara la danza con apenas seis a?os. V¨ªctor Ullate fue el maestro que me dio la t¨¦cnica y el tes¨®n imprescindible para llegar a profesional. Durante mi carrera, he recibido las ense?anzas de maestros de la categor¨ªa de Karemia Moreno, David Howard, Renato Paroni y Alexander Agadzhanov. Desde hace a?os tengo el privilegio de tener como mentora a Loipa Araujo que, adem¨¢s, es mi asociada en la direcci¨®n del English National Ballet.
P. Volviendo al pasado y recordando su llegada al Reino Unido en 1996, su paso por el Ballet de Escocia, su llegada a Royal Ballet¡ ?C¨®mo lo ve ahora? Es que no ha pasado demasiado tiempo pero s¨ª su carrera ha sido muy intensa.
R. Tras el concurso de Par¨ªs de 1994, la entonces directora del Scottish Ballet Galina Sansova tuvo la amabilidad de invitarme en 1995 a bailar los roles Odete/Odile de El Lago de los Cisnes. Fue mi primer cl¨¢sico. Con la compa?¨ªa de Victor Ullate bail¨¦ el rol de Giselle unos meses despu¨¦s y ya en 1996 me mud¨¦ a Glasgow. Un a?o m¨¢s tarde, llegu¨¦ a Londres contratada por el English National Ballet. Veinte a?os no son tan pocos para una bailarina de danza cl¨¢sica y, si se a?ade esa intensidad que menciona, considero que los he aprovechado adecuadamente.
P. ?C¨®mo era el ENB que se encontr¨® al asumir el cargo? ?Ahora la situaci¨®n es objetivamente mejor? ?Dud¨® cuando le propusieron el puesto de directora?
R. Empiezo por el final de su pregunta. No tuve ninguna duda ya que ten¨ªa el firme prop¨®sito de dirigir y como la plaza sali¨® a concurso, prepar¨¦ durante meses mi proyecto para presentarlo debidamente al Consejo del ENB. El English National Ballet es una compa?¨ªa de gran prestigio por su historial y realidad. Mi prop¨®sito es mantener ese prestigio y mejorar la calidad de los espect¨¢culos, la labor pedag¨®gica y social y la consideraci¨®n de los artistas de la compa?¨ªa. No es f¨¢cil ya que la situaci¨®n econ¨®mica tampoco lo es, sin embargo, estamos recibiendo buenas respuestas del p¨²blico y los patrocinadores, por lo que hemos emprendido nuevas producciones y comenzado a mejorar las instalaciones y servicios de Fisioterapia y ¡°Fitness¡± para los bailarines.
P. ?Qu¨¦ elementos la decidieron a elegir la versi¨®n de Anna Marie Holmes de ¡°El Corsario¡±? ?Cu¨¢nto tiempo y dinero invirti¨® ENB en ello?
R. Cuando decid¨ª que ser¨ªa ¡°El Corsario¡± tambi¨¦n me propuse que ten¨ªa que ser una versi¨®n adaptada al p¨²blico brit¨¢nico que exige claridad argumental y trama veros¨ªmil. La confianza y amistad que me une a Anna Marie Holmes me permiti¨® pedirle que revisara su versi¨®n anterior con dicho prop¨®sito. No solo accedi¨® sino que se puso a ello con un entusiasmo que nos contagi¨® a todos. Desde abril de 2012 hasta el estreno en Milton Keynes en octubre de 2013 trascurrieron 17 meses de intenso trabajo y una inversi¨®n de alrededor de ochocientas mil libras esterlinas.
P. Sobre esta nueva producci¨®n ?C¨®mo ha sido el proceso de selecci¨®n de dise?os, director musical, repartos? En Londres se cre¨® una expectaci¨®n especial con su estreno¡
R. Ha sido un proceso complicado pero muy aleccionador ya que, tuvimos desacuerdos con un primer dise?ador que nos hizo perder mucho tiempo. Tras superar este contratiempo y revisar varias opciones, los bosquejos preliminares presentados por Bob Ringwood y la iluminaci¨®n de Neil Austin me convencieron. La partitura fue adaptada a la coreograf¨ªa y editada por Lars Payne y el director musical del ENB Gavin Sutherland.
P. Hay una natural (y hasta l¨®gica) concurrencia entre ENB y RBL, pero es evidente que usted no quiere ese tipo de competencia. ?Cu¨¢l es su pol¨ªtica y postura al respecto?
R. Como dice, las comparaciones son inevitables aunque la competencia entre una compa?¨ªa residente en uno de los mejores teatros de Europa, y otra sin residencia, menor presupuesto y comprometida en llevar el ballet por toda Inglaterra, es un tanto desnivelada. Admitir esta realidad me parece el primer pelda?o para asumir los retos art¨ªsticos sin complejos ni pretensiones exageradas. Mis objetivos, sin embargo, son claros; el English National Ballet aspira a la excelencia y la cima art¨ªstica.
P. Usted ha tenido muchos partenaires brillantes y elegantes. ?Hay un partenaire predilecto o lo ha habido en su carrera? ?Qu¨¦ cosas innegociables le exige al compa?ero esc¨¦nico?
R. Durante estos a?os he tenido la suerte de bailar con bailarines de la talla de Jonathan Cope, Carlos Acosta, Julio Bocca, Roberto Bolle, Serguei Polunin, Vadim Muntagirov, Nicolas Le Riche, Akran Khan y as¨ª hasta hacer una lista considerable de grandes bailarines. Doy por supuesto la compenetraci¨®n pero ante todo la atenci¨®n al partenaire. Sin la debida atenci¨®n de cada uno hacia su compa?ero, es imposible lograr esa qu¨ªmica que trasciende al espectador y que hace la diferencia entre lo normal y lo superior.
P. Hubo unas declaraciones suyas recientes muy duras acerca de la situaci¨®n de la cultura en Espa?a, la corrupci¨®n del sector de los pol¨ªticos y otros asuntos sociales. ?C¨®mo lo ve? ?Hay que alarmarse por la situaci¨®n de la cultura en general y del ballet en particular?
R. No termino de entender que el constatar los hechos en los medios produzca alarma y, para que negarlo, el enfado de algunos. Usted sabe mejor que yo cual es la situaci¨®n de la danza en Espa?a desde hace d¨¦cadas. Creo que va siendo hora de plantear la posibilidad de mejorar. Me parece que no es pedir mucho.
P. Para terminar y volviendo al ballet, en usted es leyenda su tes¨®n y su capacidad de trabajo. ?C¨®mo le ha respondido su cuerpo ante esa empecinada actitud de lucha? Adem¨¢s de la lucha con el espejo ?d¨®nde est¨¢ la perfecci¨®n?
R. Mi cuerpo es sano pero desobediente. Quiz¨¢ le pase a todo el mundo pero la voluntad, aunque imprescindible para lograr objetivos, no lo puede todo. Por ello creo necesario matizar entre la voluntad de excelencia y el perfeccionismo.
P. ?ntimamente ?qu¨¦ reacci¨®n tiene ante la m¨²sica y los argumentos dram¨¢ticos? ?Volveremos a verla en ¡°Ondina¡±? ?Hay para usted un papel de papeles?
R. En algunas ocasiones la percepci¨®n del p¨²blico sobre la armon¨ªa de la bailarina con el personaje no coincide con el criterio o el sentimiento de la bailarina. A m¨ª me ha ocurrido muchas veces por lo que hay gente que se sorprende de la lista de mis personajes favoritos: Carmen de Mats Ek, Manon y Mary Vetsera de Kenneth MacMillan y Marguerite de F. Ashton.
El Corsario. English National Ballet. Teatros del Canal. Del 24 al 27 de abril.
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