Pastores ancestrales africanos
Una exposici¨®n acerca la vida de los hereros angole?os a trav¨¦s de 56 bellas fotograf¨ªas en La Benefic¨¨ncia
La muestra Hereros permite conocer a trav¨¦s de 56 hermosas fotograf¨ªas de gran formato una de las etnias m¨¢s antiguas y desconocidas del continente africano en el Museu Valenci¨¤ d'Etnologia, ubicado en La Benefic¨¨ncia, de la Diputaci¨®n de Valencia. Son los hereros, pastores angole?os que fueron inmortalizados por la c¨¢mara del brasile?o S¨¦rgio Guerra y protagonizan la muestra que se puede ver hasta el 12 de mayo. La exposici¨®n fue vista en Brasil por m¨¢s de 200.000 personas. Antes de recalar en Valencia, fue exhibida en Madrid.
Due?o de la m¨¢s completa colecci¨®n de im¨¢genes de la cultura angole?a, el renombrado fot¨®grafo y publicitario S¨¦rgio Guerra expone en esta muestra un panorama minucioso de sus expediciones al pa¨ªs africano o, m¨¢s espec¨ªficamente, sus registros de los Hereros.
La exposici¨®n exhibe im¨¢genes, acompa?adas de algunas prendas de vestir, aderezos y objetos de uso tradicional y ritual de la etnia, que ofrecen un registro de su modo de vida y de sus tradiciones.
Fruto de la pasi¨®n del fot¨®grafo por la cultura del pa¨ªs africano desde que fue responsable de comunicaci¨®n del gobierno angole?o hace m¨¢s de 15 a?os, la exposici¨®n presenta adem¨¢s, testimonios en video de hombres, mujeres y j¨®venes sobre su cultura.
El repertorio de im¨¢genes y sonidos reunidos en la muestra transportan al espectador al universo de este grupo ¨¦tnico compuesto por pastores semin¨®madas, "que son un ejemplo de la perpetuidad y resistencia de una econom¨ªa y cultura ancestrales amenazadas por el acelerado proceso de modernizaci¨®n y occidentalizaci¨®n de los pa¨ªses del continente africano, as¨ª como por la devastaci¨®n de la guerra civil que castig¨® el pa¨ªs durante d¨¦cadas", se?ala la nota sobre la exposici¨®n. A trav¨¦s de la iconograf¨ªa, registros materiales y registros multimedia sobre el pueblo Herero, su tradici¨®n y sus rituales, la muestra contribuye al conocimiento de un mundo que se resiste a desaparecer.
El contacto inicial de S¨¦rgio Guerra con los Hereros caus¨® un impacto inmediato en el artista. ¡°Cuando los vi por primera vez, fue como si una puerta de mi percepci¨®n se abriese hacia algo que sab¨ªa que exist¨ªa, pero que me costaba creer¡±, recuerda. Fue en 1999 cuando viaj¨® a las provincias de Hu¨ªla y Namibe para grabar Naci¨®n Coraje, un programa para la televisi¨®n angole?a que inclu¨ªa desde noticias de guerra hasta informaciones sobre la cultura del pa¨ªs y sus poblaciones. Durante esa excursi¨®n, Guerra tom¨® im¨¢genes de los Mukubais, uno de los subgrupos de los Hereros. Siete a?os m¨¢s tarde regres¨® a Namibe y descubri¨® otros subgrupos: los muhimbas, los muhacaonas, los mudimbas y los muchav¨ªcuas. ¡°Comenc¨¦ a entender que aquellos pueblos, a pesar de su apariencia muy diferente, ten¨ªan todos una ra¨ªz com¨²n, eran de la misma familia¡±, explica.
Los Hereros y las fronteras
Los Hereros son parte de una expansi¨®n bant¨² de cultura de pastoreo que vive entre Namibia, Angola y Botsuana. Llegaron en el siglo XV a lo que actualmente es Angola y se asentaron en las provincias de Cunene y Namibe en el sudoeste del pa¨ªs, regi¨®n semides¨¦rtica de pastos naturales y escasas y breves lluvias. Su vida cultural se construye en torno a la relaci¨®n con el ganado y el medio ambiente.
En Angola, durante toda la primera mitad del siglo pasado, los Hereros fueron perseguidos por las autoridades coloniales, que los forzaron a cambiar la ganader¨ªa y el nomadismo por la agricultura y la vida sedentaria. Superaron la persecuci¨®n y el destierro recuperando sus tradiciones ancestrales.
En Namibia resistieron la esclavitud y se opusieron a la dominaci¨®n alemana, lo que los transform¨® en v¨ªctimas de uno de los mayores genocidios de la historia. En 1904 el general Lothar von Trotha decret¨® una orden de exterminio, que mat¨® cerca del 80% de la poblaci¨®n de los Hereros.
Al convivir con los Hereros, el fot¨®grafo advirti¨® que los propios angole?os sab¨ªan muy poco sobre esa etnia y ni siquiera sab¨ªan distinguirlos. ¡°Descubr¨ª que, m¨¢s all¨¢ de mi atracci¨®n por este pueblo, de alguna manera ser¨ªa ¨²til compartir con un n¨²mero mayor de personas todo lo que pude conocer sobre ellos.¡±
A pesar de la distancia geogr¨¢fica que separa a los subgrupos, todos hablan el idioma herero, adem¨¢s de portugu¨¦s en Angola, ingl¨¦s en Botsuana e ingl¨¦s y afrik¨¢ans en Namibia. Para conocer m¨¢s de cerca el modo de vida de la etnia, Guerra vivi¨® durante un tiempo dentro de las comunidades observando sus pr¨¢cticas cotidianas. ¡°Vi que incluso en la escasez comparten siempre sus alimentos con los dem¨¢s. Cultivan la solidaridad, evitan el egocentrismo y practican una econom¨ªa familiar de aprovechamiento, cuyo objetivo es la ampliaci¨®n constante del patrimonio para un uso siempre colectivo. Tambi¨¦n percib¨ª que honran y festejan a sus antepasados y que practican con gran eficacia la justicia, castigando las infracciones con fuertes multas que, adem¨¢s del perjuicio econ¨®mico, tambi¨¦n representan una reprimenda moral¡±.
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