Desalojada al menos durante seis meses una anciana de 104 a?os
Inocencia Zof¨ªo debe abandonar la casa que ha ocupado durante siete d¨¦cadas mientras se acometen obras en el edificio. La familia teme que no les dejen volver a la vivienda
Inocencia Zof¨ªo, a punto de cumplir el 1 de mayo 104 a?os, debe abandonar la casa en la que ha vivido las ¨²ltimas siete d¨¦cadas. Su hija Beatriz, de 70 a?os, que vive con ella, est¨¢ convencida de que, en cuanto salgan por la puerta, no les dejar¨¢n volver. Sin embargo, una portavoz del Ministerio de Hacienda, propietaria del edificio del n¨²mero 9 de la calle de Bail¨¦n, asegura que solo tendr¨¢n que abandonarlo mientras duren unas obras de mantenimiento prescritas como necesarias por los t¨¦cnicos del Ayuntamiento de Madrid. Estas, en principio, est¨¢n estimadas en seis meses de duraci¨®n, asegura la misma portavoz. El auto del juzgado que ha ordenado el desalojo tras un largo litigio que arranc¨® en 2009 ¡ªlos vecinos reclamaban quedarse en sus casas mientras se realizaban las obras¡ª tambi¨¦n condena a los cuatro vecinos del inmueble a pagar cerca de 90.000 euros por las costas del proceso y por los gastos producidos por no poder hacer antes los trabajos de mejora.?
Todo comenz¨® hace casi una d¨¦cada, cuando la due?a del edificio falleci¨® sin descendencia. Por esa raz¨®n, la propiedad pas¨® a ser del Estado en septiembre de 2006. El Ministerio de Hacienda, asegura la misma portavoz, se encontr¨® entonces con un informe negativo del ¨¢rea de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid fechado ya en 2001: el edificio estaba en malas condiciones y hab¨ªa que arreglarlo. Los peritos aseguraron, adem¨¢s, que los vecinos deb¨ªan de abandonar el piso mientras se acomet¨ªan las obras.
Sin embargo, la mayor¨ªa de los cinco propietarios se negaron a hacerlo, porque tem¨ªan que, una vez salieran, nunca volver¨ªan a entrar en unos pisos que ocupan de alquiler desde hace muchas d¨¦cadas, por lo que pagan rentas muy bajas: Inocencia abona 51 euros al mes, cuentan Beatriz y su hermana Cristina en el sal¨®n de la casa, donde nacieron tanto ellas como sus hermanos. "Nos han condenado estas vistas", a?aden, ante la mirada de la anciana, en referencia a la imagen que se puede disfrutar desde el balc¨®n de su casa, de 170 metros cuadrados: los jardines de Sabatini y el Palacio Real. Est¨¢n convencidas de que no podr¨¢n volver y Hacienda aprovechar¨¢ para vender un edificio que les ofrecieron comprar a todos los vecinos hace unos a?os por tres millones de euros. No lo pudieron pagar, dice Beatriz; como ahora no pueden pagar la indemnizaci¨®n que les pide el juez. As¨ª que, mientras van empaquetando sus cosas, buscan para Inocencia otra vivienda que saben que tendr¨¢ que ser en una zona m¨¢s barata de Madrid. La anciana tiene varias pensiones que suman 1.200 euros y Beatriz, otra de 600.?
El abogado experto en arrendamientos urbanos Rafael Serrano asegura que los inquilinos tienen lo que se llama "derecho de retorno", es decir, que los contratos solo se suspenden mientras duren las obras y los inquilinos podr¨¢n volver cuando los trabajos terminen. Eso s¨ª, advierte, tienen que dejar muy claro al propietario un contacto para que les sea notificado el fin de las obras. Sobre una posible indemnizaci¨®n para poder pagar una casa mientras tanto ¡ªalgo que tambi¨¦n han reclamado los vecinos¡ª, el especialista explica que solo es aplicable si se demuestra que los da?os en el edificio son por culpa de falta de mantenimiento por parte del propietario, algo muy dif¨ªcil de probar con edificios tan antiguos, a?ade. Asimismo, Serrano explica que es habitual pedir el desalojo del edificio cuando se trata de reformas de cierto calado, y m¨¢s si se trata de vecinos mayores, como en este caso.?
Inocencia tiene buen aspecto ¡ª"Tengo muchos a?os, pero a¨²n bailo", bromea¡ª, de hecho, asegura que baja y sube hasta el cuarto piso, sin ascensor, en el que vive. Lo hace por unas escaleras estrechas que lucen los mordiscos de las catas que han ido haciendo los t¨¦cnicos en los ¨²ltimos a?os. Beatriz y su hermana juran y perjuran que las obras que necesita el edificio no son para tanto, pero ya est¨¢n bastante resignadas a empacar y marcharse. No obstante, han hecho un ¨²ltimo intento en forma de carta a los ministros de Hacienda y de Justicia en las que, de su pu?o y letra, Inocencia les comunica que no se va a ir, que tendr¨¢n que echarla los guardias. A su edad, combina los momentos de lucidez con otros en los que domina la nebulosa en su mente. Durante los primeros, pregunta a veces a sus hijas: ¡°?Qu¨¦ pasa? ?Al final nos tenemos que ir?¡±. Parece que s¨ª.
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