Los periodistas valencianos premian la valent¨ªa frente a la presi¨®n del poder

A un columnista le lleg¨® que un tipo estaba dispuesto a filtrar una informaci¨®n confidencial muy interesante sobre una pr¨¢ctica de espionaje global de EE UU. Hab¨ªa que verificar primero qui¨¦n era ese tipo que entonces nadie conoc¨ªa para comprobar la credibilidad de la fuente. Una vez confirmado que se trataba de un antiguo empleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que result¨® ser el hoy temido y admirado Edward Snowden, el diario brit¨¢nico The Guardian cre¨® un equipo internacional e interdisciplinar, para gestionar la repercusi¨®n de la muy sensible informaci¨®n, que constataba escuchas telef¨®nicas a destacados dirigentes mundiales, entre otras pr¨¢cticas.

¡°No fue f¨¢cil. Ya antes, pero tambi¨¦n durante y despu¨¦s, de la publicaci¨®n de la informaci¨®n, hubo una campa?a de presi¨®n e intimidaci¨®n contra el diario. Pero ten¨ªamos claro que la historia era importante y que el p¨²blico deb¨ªa conocerla¡±. Y la conoci¨®. The Guardian (en colaboraci¨®n con The Washington Post) public¨® los papeles de Snowden y ayer su editor jefe de la secci¨®n de Internacional, Martin Hodgson, recogi¨® el premio Llibertat d'Expressi¨®, concedido por la Uni¨® de Periodistes Valencians.

Los profesionales de la informaci¨®n reconocen as¨ª la valent¨ªa del peri¨®dico ¡°por haberse enfrentado a las presiones del Gobierno brit¨¢nico tras revelar el caso de espionaje global por parte de los Estados Unidos¡±, como se?al¨® el presidente de la Uni¨®, Sergi Pitarch, en su intervenci¨®n, en la que anim¨® a los periodistas a ¡°estar en la denuncia, en la vigilancia pero tambi¨¦n en abrir los debates¡±. Pitarch brome¨® destacando la causalidad entre la decisi¨®n del galard¨®n que la Uni¨® adopt¨® el pasado mes de febrero y los posteriores premios Pulitzer y Ortega y Gasset que recibi¨® The Guardian.

Hubo presiones de todo tipo, record¨® Martin Hodgson, para no sacar a la luz la noticia. Hace unos meses, dos miembros de la agencia de inteligencia brit¨¢nica obligaron al diario a destruir los ordenadores que guardaban los papeles ya publicados, que afectaban a la seguridad nacional, seg¨²n esgrimieron.

En el acto celebrado en la Nau de la Universitat de Val¨¨ncia, el periodista reivindic¨® el derecho de los ciudadanos a ¡°saber lo que hacen¡± los Gobiernos, que tienen la obligaci¨®n de ¡°ser transparentes y dar cuenta¡± de sus acciones.

Hodgson expres¨® la necesidad de que ¡°siempre¡± haya ¡°quien se arriesga por contar la verdad", al tiempo que abog¨® por que los profesionales de los medios de comunicaci¨®n hallen el ¡°equilibrio entre el inter¨¦s p¨²blico y la cautela¡±. ¡°Cuando todo sali¨® a la luz, hasta el presidente Obama reconoci¨® que el debate suscitado por esta informaci¨®n hac¨ªa falta¡±, se?al¨®. En Gran Breta?a, el debate tuvo otro cariz y el peri¨®dico no se sinti¨® m¨¢s respaldado por un partido u otro, sino que las reacciones pol¨ªticas obedec¨ªan a posicionamientos personales.

En clave local, Hodgson indic¨® que lo ¨²ltimo publicado en su diario sobre Valencia era una gu¨ªa, el cierre de RTVV y la ca¨ªda del trencad¨ªs del Palau de les Arts. Al acto asistieron Ximo Puig, Josep Moreno (ambos del PSPV), Enric Morera y M¨°nica Oltra (de Comprom¨ªs) e Ignacio Blanco (de EU), entre otros.