Del quir¨®fano a la novela hist¨®rica

Pocas veces entrevistas a un novelista con bata blanca que acaba de dejar el quir¨®fano para pasar de la sutura a hablar de la historia del Siglo de Oro. El cirujano barcelon¨¦s Carlos Ballesta (1947), un genio del bistur¨ª, es a la vez un hacha de la narrativa hist¨®rica. Autor de varias novelas del g¨¦nero su ¨²ltima obra es Diego Hurtado de Mendoza, el hombre del emperador (Almed), en la que narra con excelente pulso literario y haciendo gala de una cuidad¨ªsima documentaci¨®n las peripecias del personaje del t¨ªtulo, una de las grandes figuras de la Espa?a de Carlos I. La trama, basada en hechos reales, es digna de un thriller e incluye una vertiente cient¨ªfica con el uso de un arma bacteriol¨®gica avant la lettreempleada en una conspiraci¨®n contra la familia del emperador (algo en absoluto descabellado, recordemos que los turcos lanzaron con catapultas cad¨¢veres de apestados por encima de los muros durante el asedio de Viena).

Ballesta es un hombre corpulento apasionado a la vez por su oficio y por los libros. Hablar con ¨¦l ¡ªen el bar de la Teknon, la cl¨ªnica en la que tiene su consulta¡ª, resulta muy agradable. No solo por lo que sabe de historia sino porque adem¨¢s es un grand¨ªsimo viajero que ha le¨ªdo a los maestros de la literatura del g¨¦nero y hasta ha seguido sus pasos: no ha dudado en adentrarse en el desierto del sur de Arabia, el terrible Territorio Vac¨ªo, tras el nimbado y arenoso recuerdo de Wilfred Thesiger, y ha arribado en el ?ndico a la legendaria isla de Socotra, hogar del F¨¦nix, visitada por Simbad, los piratas, los submarinos rusos o Jordi Esteva. Pionero de la laparoscopia, Ballesta viaja por todo el mundo ense?ando a operar en lugares como Per¨² o Yemen, donde, dice como si fuera lo m¨¢s natural del mundo, ¡°me visto de ¨¢rabe y soy uno m¨¢s¡±. Revela que tiene varios textos sobre sus aventuras en esos viajes.

Algunas de las peripecias del protagonista parecen de un 007 con gola

Ballesta ¡ªque es todo un apellido si escribes novela hist¨®rica¡ª debut¨® con El misterio del Carmen (2008), en el que narraba una trama ambientada en tiempos de Felipe II y la expulsi¨®n de los moriscos. De la singular personalidad del m¨¦dico y escritor da fe la ocurrencia que tuvo para saber si su libro gustaba: seleccion¨® a diez personas al azar en la Fnac y las invit¨® a comer al Asador de Aranda con la condici¨®n de que leyeran su novela y le dieran su sincera opini¨®n. ¡°A todos les gust¨® y eso me anim¨® a seguir¡±. ?Eso s¨ª que es promocionar un libro y no una frase elogiosa en una faja!

A Hurtado de Mendoza dice que se lo tropez¨® en sus lecturas y le fascin¨® de inmediato. ¡°Es uno de los grandes personajes del siglo XVI, hidalgo y culto, hijo del almirante de las galeras imperiales, humanista, un verdadero pr¨ªncipe del Renacimiento en sus intereses y actitudes¡±. Ballesta, apasionado bibli¨®filo, ha reunido una gran documentaci¨®n original sobre ese arist¨®crata poeta (Lope de Vega ensalzaba sus redondillas), soldado y diplom¨¢tico de Carlos I y en la novela hace gui?os sobre su posible autor¨ªa de El lazarillo de Tormes.

En la novela, Hurtado de Mendoza viaja como enviado especial del emperador al concilio de Trento y por el camino va afrontando aventuras y peligros. En el convento de Mirambel descubre las sucias maniobras de un vicario fornicador que violenta a las novicias. En G¨¦nova es seducido por la esposa del Gran Duque, en Venecia comparte a la amante del embajador de Francia para enterarse de los planes de su rey y destapa una conspiraci¨®n para elegir nuevo Dogo. En Roma se encuentra con Miguel ?ngel¡­ "Todos los personajes y las situaciones son reales; la vestimenta, las comidas, y he visitado todos los lugares¡±.

?Un amoral Hurtado de Mendoza?, algunas de sus peripecias sugieren un 007 con gola. ¡°Es hijo de su ¨¦poca, elimina a los enemigos de su rey, disfruta de los placeres. Es leal, galante y honrado. Lo que m¨¢s le interesaba en la vida eran los libros y ah¨ª s¨ª que si era necesario los mandaba robar, pero luego leg¨® toda su famosa biblioteca a Felipe II¡±.

El conocimiento m¨¦dico de Ballesta queda patente cuando el diplom¨¢tico sufre de fiebre de Malta, confundida con envenenamiento o en esa trama del uso del "pecado de las Indias", la s¨ªfilis, para un magnicidio (conjura en la que aparece implicado nada menos que Miguel Servet).

Hurtado de Mendoza, que muri¨® en 1575 de gangrena, fue acusado de irregularidades financieras y desterrado. ?Fue injusta Espa?a con ¨¦l? ¡°Siempre lo ha sido con toda su gente, y ahora tambi¨¦n, como prueba el trato a nuestros cient¨ªficos. Es el car¨¢cter del pa¨ªs".

Ballesta tiene en cartera varias novelas (una transcurre en el Per¨² del Virreinato) y libros de viajes y se muestra entusiasmado con la literatura, aunque advierte mirando el reloj y aboton¨¢ndose la bata blanca: ¡°Solo escribo cuando mis pacientes est¨¢n bien¡±.