Coraz¨®n loco
La cantante/cantaora Mayte Mart¨ªn se trasmuta en bolerista
Mayte Mart¨ªn regres¨® un a?o m¨¢s a Luz de Gas para su velada rom¨¢ntica-pastelosa (as¨ª la defin¨ªa ella anta?o, esta vez decidi¨® quedarse solo con lo de rom¨¢ntica que debe dar idea de mayor seriedad) y el local de la calle de Muntaner volvi¨® a llenarse de p¨²blico y, sobre todo, de una mezcla de cari?o y pasi¨®n compartidos y dif¨ªciles de definir.
La cantante/cantaora barcelonesa tiene un p¨²blico fiel que la adora y se deja seducir por cualquier de sus dos caras, que las tiene y son bastante diferentes. Una es el flamenco m¨¢s jondo, de la pureza a la heterodoxia (pero siempre jonda). La otra son las canciones rom¨¢nticas, no solo los boleros, cualquier balada que incite a la lagrimita entra en su campo de tiro. Y no se mezclan, cada cosa est¨¢ en su exacto lugar, tiene su propia identidad y Mayte se raja igual de arriba a abajo y se desparrama por el escenario con la misma naturalidad en ambos casos. Como la canci¨®n que, a pesar de los pesares, sigue en su repertorio, el de Mayte es un aut¨¦ntico coraz¨®n loco y solo ella debe saber (si lo sabe, probablemente no) cual es el amor sagrado, compa?ero de su vida, y cual el amor prohibido, complemento se sus ansias. Lo cierto es que, como en la canci¨®n, Mayte no renunciar¨¢ y nosotros, el p¨²blico, somos los que m¨¢s salimos ganando.
Muchos flamencos se han acercado con fortuna a boleros, tangos y m¨²sicas similares. Otros lo han hecho peor siempre han arrastrado su flamenquismo al campo del bolero (y el resultado ha sido formidable, nada que objetar) pero solo Mayte se trasmuta en bolerista y deja que sus ra¨ªces flamencas aparezcan solo en los destellos de pasi¨®n y en la fuerza demoledora de algunas frases. Pero no es flamenco y eso la convierte en un ejemplo ¨²nico de coraz¨®n loco.
Mayte Mart¨ªn
Mayte Mart¨ªn.
Luz de Gas.
9 de mayo.
Un coraz¨®n loco que volvi¨® a abrirse en canal en la noche del viernes. Comenzar la velada con Esp¨¦rame en el cielo es dejar ya las cosas claras. Altern¨® el desgarro con el susurro y su abanico de desamores fue, una vez m¨¢s, causa de estremecimientos varios. Cant¨® con fuerza, con poder¨ªo sobre ritmos l¨¢nguidos de plumas tan indiscutibles como Consuelo V¨¢zquez, Robeto Cantoral, Marta Vald¨¦s o Armando Manzanero. Reivindic¨® la cara m¨¢s profunda (que la tiene) de Alberto Cortez y record¨® cuando con Tete Montoliu compart¨ªan boleros free.
Una noche redonda solo ensombrecida (poco) por la noticia de que la cantante solo tiene cinco canciones nuevas preparadas y eso no da todav¨ªa para entrar en un estudio de grabaci¨®n. Es decir que todav¨ªa falta bastante para el nuevo disco bolerista de Mayte Mart¨ªn. Ser¨¢ una larga espera.
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