La invenci¨®n dada por cierta
Toni Servillo ha orquestado un espl¨¦ndido y c¨¢ustico espect¨¢culo de Eduardo de Filippo sobre la verdad y la impostura
El teatro de Eduardo de Filippo nos suena: tiene la veta social del de Lauro Olmo, el humor disparatado de Mihura y unos personajes que parecen descender de los mismos tatarabuelos que los de Arniches, autor tambi¨¦n con agudo o¨ªdo para el lenguaje popular. Consanguinidad aparte (N¨¢poles fue virreinato espa?ol durante dos siglos), sus comedias resultan m¨¢s universales cada d¨ªa, especialmente aquellas en las que, como en Le voci di dentro (en castellano suena mejor en singular: La voz interior), el neorrealismo que sirve de punto de partida est¨¢ impregnado de absurdo y de un humor acre. Toni Servillo pone en valor ese parentesco latente con el teatro de Ionesco y compa?¨ªa durante la escena postrera, en el curso de la cual los hermanos Saponaro, de aspecto gemelo, inm¨®viles cada uno en su silla durante un tiempo que parece haberse detenido, podr¨ªan hacer suyo con naturalidad cualquier di¨¢logo de Vladimir y Estrag¨®n.
Le voce di dentro
Autor: Eduardo de Filippo. Int¨¦rpretes. Chiara Baffi, Betti Pedrazzi, Marcelllo Romolo, Peppe Servillo, Toni Servillo, Gigio Morra, Lucia Mandarini, Vincenzo Nemolato, Marianna Robustelli, Antonello Cossia, Daghi Rondanini, Rocco Giordano, Maria Angela Robustelli Francesco Paglino. Direcci¨®n: Toni Servillo. Teatros del Canal. Del 15 al 18 de mayo.
En Le voci di dentro, De Filippo le sigue la pista a una fabulaci¨®n: el asesinato de Aniello Amitrano, a manos de uno o de varios miembros de la familia Cimmaruta, denunciado por Alberto Saponaro, su vecino. El primer acto es un cuadro de costumbres divertid¨ªsimo y con punta de intriga. En el segundo, Alberto ha retirado la denuncia porque dice haber ca¨ªdo en la cuenta de que tom¨® por real algo so?ado, pero, sorpresa, los Cimmaruta comienzan a llamar a su puerta sucesivamente para que aporte sin miedo las pruebas del crimen, pues cada uno de ellos est¨¢ convencido de que su autor es otro miembro de la familia, al que quieren mal: T¨ªa Rosa sospecha de Luigino, Mar¨ªa sospecha de T¨ªa Rosa; su hermano Pasquale, de su mujer, y as¨ª el resto de la familia, durante un desfile delirante en el que cada cual intenta fundamentar sus conjeturas.
De nada sirve que Alberto jure y perjure que todo fue un sue?o: lo que cuenta para los dem¨¢s es lo que primero dijo a la autoridad. De Filippo viene, en resumen, a poner de relieve que, como nadie escucha, cualquier sandez, cuando conviene, vale m¨¢s que la verdad, y que una vez dado por bueno un dislate, no hay quien lo desmienta: la actualidad nacional e internacional est¨¢ llena de ejemplos. Toni Servillo, protagonista proteico, y su compenetrada troupe delinean con trazo firme la doble cara de estos personajes (amables a primera vista, insufribles en el fondo), cuya luz meridional no basta para despejar del todo ese brumoso mar de dudas que va aneg¨¢ndoles el ¨¢nimo. El p¨²blico del estreno salud¨® en pie el brillante trabajo colectivo, y en especial el elocuente mano a mano del protagonista con su hermano Peppe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.