Feij¨®o busca otra rev¨¢lida en la primera cita electoral tras las auton¨®micas

Una apoteosis bipartidista empuj¨® a los gallegos que fueron a votar en 2009 convocados a las anteriores elecciones europeas. Aunque ocurri¨® algo parecido en toda Espa?a, la suma de los grandes partidos en Galicia estuvo incluso por encima de la media y super¨® el 85%. Nadie discute que de las urnas de hoy saldr¨¢ un resultado sensiblemente inferior para las dos principales fuerzas. Y aun as¨ª las escasas encuestas conocidas sobre la intenci¨®n de los gallegos ante estos comicios europeos ¡ªla primera consulta electoral tras la gran victoria del PP en las auton¨®micas de hace a?o y medio¡ª apuntan a que el bipartidismo tambi¨¦n puede resistir aqu¨ª algo mejor.

?La amenaza de mayor calado para la salud del sistema tradicional de partidos ¡ªla cuesti¨®n sobre la que se har¨¢n m¨¢s lecturas en el conjunto de Espa?a¡ª proviene en Galicia del flanco zurdo. Ah¨ª hay un espacio heterog¨¦neo, donde se relacionan con distintas intensidades la izquierda rupturista y el nacionalismo, que viene comi¨¦ndole terreno al PSdeG. Tampoco es algo nuevo. Ya ocurri¨® en la segunda mitad de los 90, cuando el BNG se erigi¨® en primera fuerza de la oposici¨®n a Manuel Fraga. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, el hombre que pone rostro a esa ventolera tan amenazante para los socialistas es el mismo que entonces, Xos¨¦ Manuel Beiras, ahora al frente de Alternativa Galega de Esquerda (AGE). Claro que la coyuntura actual depara sustanciales diferencias. Beiras tiene que pugnar esta vez en el mismo espacio electoral con sus antiguos compa?eros del Bloque. Un cierto alivio para el PSdeG, que, por lo dem¨¢s, a?ade a sus propias penurias una debilidad sin precedentes del conjunto del PSOE.

En el flanco derecho del sistema pol¨ªtico gallego, todo se antoja mucho m¨¢s tranquilo. La escasa penetraci¨®n de fuerzas como UPyD o la reci¨¦n nacida Vox no permite intuir una competencia directa de cierta envergadura para el PP. Los populares tampoco son inmunes al enfado ciudadano, pero en Galicia logran suavizarlo gracias, entre otras razones, a las flaquezas de sus rivales en todas las direcciones ideol¨®gicas. Estas son algunas de las claves de la batalla pol¨ªtica que se dirime hoy.

? Otra rev¨¢lida para el invicto. Desde que dio la sorpresa en las auton¨®micas en 2099 y alcanz¨® la presidencia de la Xunta, el expediente electoral de Alberto N¨²?ez Feij¨®o es intachable. Pese a la crisis y la desconfianza ciudadana, en la sede del PP gallego se ha descorchado champ¨¢n en cada noche de elecciones durante los ¨²ltimos cinco a?os: las anteriores europeas ¡ªsolo unas semanas despu¨¦s de la llegada de Feij¨®o a la Xunta¡ª, las municipales y generales de 2011, y las auton¨®micas del a?o siguiente. De estas ¨²ltimas sali¨® una paradoja favorable al PP, que con 130.000 votos menos ampli¨® su mayor¨ªa absoluta favorecido por la menor afluencia a las urnas y la dispersi¨®n de la izquierda. Todo indica que esas volver¨¢n a ser hoy sus grandes bazas. Se da por descontado que el resultado final del PP estar¨¢ en Galicia por encima de la media espa?ola, como ya ocurri¨® hace cinco a?os, cuando la lista que entonces encabezaba Jaime Mayor Oreja sum¨® aqu¨ª casi seis puntos m¨¢s. La clave ser¨¢ comprobar si Feij¨®o logra amortiguar la fuerte ca¨ªda del PP que prev¨¦n los sondeos en toda Espa?a. Si fuera as¨ª, su figura como bar¨®n nacional volver¨ªa a reforzarse tras los tropiezos sufridos durante el ¨²ltimo a?o.

Desde el gran triunfo electoral de las auton¨®micas, Feij¨®o ha combinado algunos ¨¦xitos ¡ªlos encargos de Pemex a los astilleros de Vigo y Ferrol o su elogiada beligerancia ante la reforma del aborto¡ª con el episodio m¨¢s embarazoso de toda su carrera pol¨ªtica. La divulgaci¨®n de su vieja amistad con el contrabandista Marcial Dorado afect¨® de lleno a uno de los puntos fuertes de Feij¨®o, su imagen de pol¨ªtico nuevo sin m¨¢s pasado que el de impoluto gestor de empresas p¨²blicas. Y le dej¨® visiblemente da?ado durante bastantes semanas. Apagados los ecos de aquello, han emergido los casos de corrupci¨®n que golpean al PP en ciudades como A Coru?a y Santiago sin que la direcci¨®n del partido haya tomado ninguna medida de alcance.

? Un novato en el ruedo. Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro se bautiza hoy en las urnas, siete meses despu¨¦s de asumir el mando del socialismo gallego. Un tiempo en el que ha marcado un liderazgo de perfil bajo, m¨¢s pendiente de no cometer errores que de acaparar grandes protagonismos. Incluso ha dejado correr algunos conflictos internos, como el de Ourense, para no exponerse a heridas. Su campa?a tambi¨¦n ha sido muy discreta, en un segundo plano tras Jos¨¦ Blanco, el candidato gallego. La figura de Blanco, un gran poder durante muchos a?os en el socialismo, podr¨¢ servir de parapeto a Besteiro si el resultado de hoy fuese desfavorable. El problema es que todo est¨¢ tan cogido por hilos en el PSdeG que la menor agitaci¨®n puede traer serias consecuencias.

Si los socialistas logran resistir mejor en Galicia, Blanco se ir¨¢ a Europa con una inyecci¨®n de moral y Besteiro tendr¨¢ m¨¢s sosiego para una tarea que despierta toda clase de miedos en el partido: la b¨²squeda de candidatos para las municipales de 2015. Con el lastre de que la corrupci¨®n local le golpea, como m¨ªnimo, en la misma medida que al PP, en su caso agravado porque proviene de Lugo, el feudo de Besteiro, sometido ¨¦l mismo a investigaci¨®n judicial.

? Dos espacios de ruptura. AGE, la gran sorpresa de las auton¨®micas, repite f¨®rmula para estas europeas, la coalici¨®n entre los nacionalistas de Anova, con Beiras a la cabeza, y Esquerda Unida, integrados en la candidatura de Izquierda Plural de toda Espa?a. Desde su fulgurante estreno electoral, han ocurrido muchas cosas en AGE, sobre todo una monumental bronca interna en Anova por la resistencia de un importante sector a renovar en esta ocasi¨®n el pacto con IU. Obtener un buen resultado es para AGE una cuesti¨®n de supervivencia, ya que un hipot¨¦tico rev¨¦s tendr¨ªa de seguro graves efectos sobre la situaci¨®n interna de Anova. Un convicente respaldo ciudadano apuntalar¨ªa su futuro, con la gran amenaza que encarna para socialistas y BNG.

Sobre la pervivencia del Bloque nadie duda. Otra cosa es que su delicado estado de salud afronte hoy otra prueba llena de peligros. Sus resultados se medir¨¢n sobre todo en comparaci¨®n con AGE. Frenar el avance de los de Beiras resulta imprescindible para su antigua formaci¨®n, pendiente de soslayo de c¨®mo se resuelve el pulso interno en Anova ante la eventualidad de que algunos de los fugados con Beiras hace dos a?os se decidieran a establecer alianzas con su antigua casa. A favor del Bloque juega su presencia en el ¨²ltimo Parlamento Europeo con la activa diputada Ana Miranda. En contra, su alianza con Bildu, que desagrada hasta a una parte de la organizaci¨®n. La suma con los abertzales parece suficiente para garantizar un esca?o en el que se rotar¨ªan vascos y gallegos. Por la derecha, el BNG tendr¨¢ adem¨¢s la competencia de otros excompa?eros, Compromiso por Galicia, que, sin perder el ¨¢nimo tras su irrelevante estreno en las auton¨®micas, acude coligado con PNV y CiU.