Un modelo en busca de referentes
La flexibilidad de Mercedes se erige en el nuevo patr¨®n del buen hacer. El cooperativismo cede el paso a una firma que genera confianza y empleo.
El modelo industrial vasco existe, como un hecho de transformaci¨®n y adaptaci¨®n hacia los nuevos sectores, y unos mercados globalizados, desde las empresas p¨²blicas y pesadas de los sesenta. A partir de ah¨ª, sin embargo, cada agente social elige sus propios mimbres para definir qu¨¦ entiende por ese modelo. El anterior Gobierno de Patxi L¨®pez pase¨® por el mundo esa transformaci¨®n, construida en base a consensos por los sucesivos gobiernos de coalici¨®n PNV-PSE, y lo present¨® en el Parlamento Europeo como base para la definici¨®n de una pol¨ªtica industrial en la UE. El cooperativismo, la I+D y la colaboraci¨®n p¨²blico privada estaban en la c¨²spide del modelo. En pleno proceso de construcci¨®n de la marca Euskadi, tras el fin de ETA, el lehendakari I?igo Urkullu puso como ejemplo esta pasada semana del Made in Basque Country, la experiencia de la multinacional alemana Mercedes Benz, que ha sido capaz de gestar y producir un nuevo modelo de furgoneta en plena crisis del sector de la automoci¨®n.
En una especie de b¨²squeda de mensajes positivos para compensar la cruda realidad de las empresas y de los trabajadores, el modelo vasco tambi¨¦n ha hecho una ciaboga en la b¨²squeda de sus nuevos referentes. El cooperativismo era la proa que ense?aba al mundo los aspectos m¨¢s solidarios de un modelo industrial basado en las personas, hasta que sus buques insignia, Fagor y Eroski, empezaron a mostrar su lado m¨¢s vulnerable, su inequ¨ªvoco sometimiento a las leyes del mercado, y lo que ha generado m¨¢s controversia (interna), el descubrimiento que un modelo solidario como el Grupo Mondrag¨®n, a veces, es incapaz de enmendar las decisiones equivocadas de sus rectores. Aunque su peso en el PIB vasco es determinante, el grupo ya no ya no es la estrella. Fagor est¨¢ en liquidaci¨®n, sus trabajadores en proceso de recolocaci¨®n y Eroski se reinventa, ¡ªlastrada por una deuda gigantesca¡ª, en las aguas bravas de una competencia feroz y de un mercado cada vez m¨¢s limitado.
Curiosamente hay nueva furgoneta gracias al "sindicalismo espa?ol" en acepci¨®n de ELA"
El gasto familiar no acaba de estabilizarse y crecer, y muchas sociedades cooperativas atraviesan serias dificultades y cierran pese a haber formado parte de la casta de las intocables. Son como el resto de las empresas vascas. Agravado su declive de imagen por los enfrentamientos que protagonizaron los dirigentes del grupo y los del PNV, all¨¢ por el inicio de 2013, reci¨¦n llegado al Gobierno vasco, el grupo ha dejado paso en la cabeza del modelo vasco a otras experiencias de ¨¦xito. De un modelo de propiedad horizontal en el que el empleo se daba por seguro y protegido, se ha pasado a poner en valor una multinacional con palabra, cumplidora de sus promesas y que garantiza estabilidad y salarios muy dignos si los empleados se comprometen con el producto y la empresa. Curiosamente el nuevo modelo de furgoneta que ahora entronca con ese esp¨ªritu emprendedor vasco es una realidad gracias en parte al ¡°sindicalismo espa?ol¡±, en acepci¨®n del sindicato mayoritario y nacionalista, ELA. En 2011 fueron UGT, con mayor¨ªa en la planta, junto a CC OO, USO y Ekintza, ¡ªuna escisi¨®n de ELA¡ª, quienes vencieron a la formaci¨®n de Txiki Mu?oz ¡ªque abanderaba el no a la flexibilidad del tiempo de trabajo, junto a CGT y LAB¡ª en la votaci¨®n decisiva del acuerdo social.
El 63% de los empleados de Vitoria, optaron por la cintura y la p¨¦rdida controlada de derechos a cambio de mantener y crecer en el empleo hasta 2024. Firmaron una bajada del 10% los gastos de personal (sin despidos) tomando como base los costes de 2008, un 25% de reducci¨®n de costes en materiales, un 20% en los de los servicios y otro tanto en energ¨ªa. ¡°No podemos seguir anclados al modelo de anta?o de IPC m¨¢s subidas¡±, anunci¨® el responsable de la planta Emilio Titos desde Munich, en junio de 2011. Los trabajadores lo entendieron. Aunque por otras razones, la p¨¦rdida de referentes est¨¢ en continua mutaci¨®n. Ya sucedi¨® con el BBVA. El emblema del poder econ¨®mico vizca¨ªno, y en definitiva vasco, que simbolizaba el banco, dej¨® paso a otros como Iberdrola, que pese a crecer en el mundo sigue anclada en Bilbao, con m¨¢s peso econ¨®mico incluso que otro gigante como Gamesa.
A veces en las sinergias saltan chispas"
Urkullu redefini¨® el modelo vasco ante el Rey de Espa?a: ¡°Un modelo que basa buena parte de su ¨¦xito en la suma de esfuerzos: gobierno, empresas, centros tecnol¨®gicos, universidades...somos un equipo que se presenta de forma unida ante los retos de la globalidad¡±, apunt¨®. Un equipo en el que, de vez en cuando, tambi¨¦n saltan chispas. En esa b¨²squeda incesante de sinergias, a veces el rozamiento es excesivo. Tubacex calent¨® mucho el debate cuando anunci¨® que trasladaba una inversi¨®n fuera de Euskadi por el sobrecoste de unas relaciones laborales complicadas. En otras ocasiones fracasa el proyecto, o simplemente se vende. Epsilon e Hiriko estrechamente vinculadas al PNV est¨¢n siendo investigadas en los juzgados y en el Parlamento vasco, y Guascor, reflotada en su d¨ªa en parte con cargo al erario p¨²blico, se vendi¨® al mejor postor.
Trabajar con las personas
Las patronales echan de menos en la ecuaci¨®n a un sindicalismo menos politizado y los sindicatos a unas patronales m¨¢s comprometidas con una negociaci¨®n colectiva en la que prevalezca la estabilidad. En un momento especialmente convulso, en el que la reforma laboral ha dinamitado los convenios sectoriales y ha abierto un nuevo ciclo en el que sin acuerdo las condiciones decaen, unos y otros buscan espacios para compartir en el seno de la empresa.
Para el secretario general de SEA, la patronal alavesa, Juan Ugarte, el empresariado vasco es riguroso, serio y comprometido con su proyecto, con sus trabajadores, con su entorno y con la sociedad en general. "Y lo ha sido incluso en las situaciones m¨¢s adversas de acoso y extorsi¨®n", recuerda la ¨¦poca m¨¢s dura del terrorismo, cuando en vez de abandonar el barco y emigrar a otras zonas de Espa?a o de Europa, siguieron en Euskadi.
"El modelo vasco se asienta en cuestiones tan fundamentales como el trabajo bien hecho, el rigor y el respeto a la palabra dada, y donde siempre ha prevalecido el hacer sobre el decir", explic¨® ayer.
El presidente de la patronal vizca¨ªna, Cebek, I?aki Garcinu?o coincide en lo b¨¢sico al asegurar que los empresarios vascos han apostado por las personas y por unas condiciones de trabajo dignas. ?
"El alto grado de protecci¨®n social, se?a de identidad de nuestro territorio, s¨®lo se podr¨¢ mantener o incrementar con empresas que tributen, coticen y paguen salarios dignos" sostiene. El empresario vizca¨ªno cree que el modelo se completa con cabeza y colaboraci¨®n. "Las decisiones estrat¨¦gicas no se pueden tomar solo con el coraz¨®n. Euskadi debe demostrar permanentemente el valor a?adido de sus territorios, sus infraestructuras, el variado tejido industrial, su capacidad fiscal, seguridad jur¨ªdica y formaci¨®n".
"Queremos un modelo sostenible y de bienestar social que mejore las condiciones generales", apostill¨® Ugarte.
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