Andaluc¨ªa y Europa
La p¨¦rdida de apoyo a los grandes partidos ser¨¢ muy posiblemente el principio del fin de una larga etapa, el pistoletazo de salida para las nacionales
Cuando escribo este art¨ªculo ni siquiera se han abierto los colegios electorales, de modo que lo hago sin saber cu¨¢les habr¨¢n sido los resultados de las elecciones europeas que los lectores ya conocen. Pero no creo que me equivoque mucho si afirmo con antelaci¨®n que a partir de ellas las cosas no van a seguir siendo lo mismo ni en Europa, ni en Espa?a y posiblemente tampoco en Andaluc¨ªa.
Sea cual sea el nivel de participaci¨®n s¨®lo un hecho extraordinario podr¨ªa impedir que en Espa?a no se haya visualizado en las urnas el profundo desapego de la poblaci¨®n hacia los partidos que desde 2010 vienen traicionando las preferencias ciudadanas y someti¨¦ndose a dictados externos; en medio, para colmo, de continuos esc¨¢ndalos que delatan claramente su complicidad o su directa vinculaci¨®n con la corrupci¨®n.
Tampoco es dif¨ªcil prever que el nuevo Parlamento europeo ser¨¢ algo m¨¢s plural y que en ¨¦l habr¨¢ un mayor n¨²mero de diputados cr¨ªticos con la Europa actual y con las pol¨ªticas que se vienen imponiendo. Aunque eso quiz¨¢ conlleve como efecto perverso que se soslaye al Parlamento en las cuestiones de trascendencia, debilitando a¨²n m¨¢s la casi inexistente democracia europea. As¨ª ocurrir¨¢ seguramente con el Tratado con Estados Unidos, del que significativamente no han dicho nada en campa?a ni PP ni PSOE a pesar de su importancia pues abre una v¨ªa de agua que puede acabar definitivamente con el Estado del Bienestar en Europa.
En Espa?a, la p¨¦rdida de apoyo a los grandes partidos ser¨¢ muy posiblemente el principio del fin de una larga etapa, el pistoletazo de salida para las nacionales de las que sin duda saldr¨¢ un nuevo y m¨¢s complejo escenario que va a exigir cambios institucionales y una renovaci¨®n profunda de las estrategias pol¨ªticas hasta ahora dominantes.
Por el contrario, me resulta m¨¢s dif¨ªcil creer que estas elecciones sean, como se dice, la tentaci¨®n que lleve a la presidenta andaluza a convocar elecciones auton¨®micas anticipadas. Por muy neta que hubiera sido la victoria de su partido, adelantarlas con el ¨²nico fin de consolidar su liderazgo interno ser¨ªa algo que muchos andaluces no entender¨ªamos y que seguramente le pudiera suponer m¨¢s costes que beneficios electorales y pol¨ªticos.
En cualquier caso, lo que me parece de verdad relevante es que Andaluc¨ªa se va a encontrar casi inmediatamente en unas nuevas coordenadas y que ser¨ªa lamentable que afront¨¢semos el cambio dominados por la inercia, con la misma falta de proyecto estrat¨¦gico que hasta ahora y sin lograr que sea la ciudadan¨ªa activa y no los aparatos de partido y los grupos de presi¨®n quien tenga la participaci¨®n, el protagonismo y el poder de decisi¨®n imprescindibles para que los avances sociales sean aut¨¦nticos y democr¨¢ticos.
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