El trabajo con dependientes de 18.000 auxiliares a expensas de un certificado
El 1 de enero los empleados deben demostrar que cuentan con la formaci¨®n y la experiencia necesaria. Madrid es la ¨²nica regl¨®n que a¨²n no ha empezado a entregar las validaciones
Madrid es la ¨²nica regi¨®n de Espa?a que no han comenzado a entregar certificados de profesionalidad a sus trabajadores de ayuda a domicilio, residencias de ancianos y centros de d¨ªa, y eso que el 1 de enero de 2015 todos deber¨¢n tener su papel acreditativo. As¨ª lo obliga una resoluci¨®n de 2008 derivada de la Ley de Dependencia. Por eso el nervio empieza a cundir entre los 18.000 empleados (8.000 en asilos y la mayor¨ªa mujeres). Quien no est¨¦ suficientemente formado deber¨¢ recibir un reciclaje de hasta cinco meses. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras han pedido una moratoria,? pues consideran que puede sufrirse un colapso en el servicio. Hoy se concentran ante la Consejer¨ªa de Empleo para pedir explicaciones.
Esta consejer¨ªa afirma que en abril firm¨® un acuerdo con la Asociaci¨®n Madrile?a de Atenci¨®n a la Dependencia (AMADE) que va a asumir parte del proceso de asesoramiento y evaluaci¨®n de los diferentes candidatos y que en pocas semanas arrancar¨¢. Tambi¨¦n hay convenios con entidades de control de plagas que tambi¨¦n necesitan el certificado antes de mediados de 2016.
?Seis a?os han tenido las comunidades para formar y evaluar a sus trabajadores. Para obtener la cualificaci¨®n existen tres v¨ªas: un t¨ªtulo de FP de la rama sociosanitaria; demostrar la asistencia a 200 horas de cursos y 3.000 horas de experiencia, o acudir a m¨®dulos de entre 480 y 640 horas con pr¨¢cticas complementarias. ¡°Necesitamos que salga la convocatoria porque no sabemos qu¨¦ nos van a exigir. Hay gente que est¨¢ nerviosa y se ha apuntado a academias -sin saber si el temario va a ajustarse a lo que piden- que te cobran 1.200 euros. ?Es una barbaridad para personas que ganan 800 euros por jornadas completas!¡±, se lamenta Raquel Hidalgo, de 45 a?os. Desde los 31 esta vecina de Parla trabaja en ayuda a domicilio. Se ocupa de cinco ¡°usuarios¡± a los que ayuda en su aseo personal, gestiones bancarias o con la compra. ¡°?Si trabajan siete horas? ?Cu¨¢ndo van a hacer los cursos?¡±, se plantea Raquel.
Con la burbuja del ladrillo, las constructoras se metieron en el negocio
Esta ayudante a domicilio ha hecho durante cuatro a?os infinidad de cursos del INEM, de la Uni¨®n Europea, de UGT, sufragados por su empresa¡ Pero no sabe si le valdr¨¢n, porque han pasado m¨¢s de dos a?os desde que los termin¨®. ¡°Tengo compa?eras que se han ido a Toledo a sacarse el certificado, pero ya no nos dejan ni eso¡±, prosigue. ¡°Ya no hay cursos de mejora de empleo en el INEM para las trabajadoras como antes. Son solo para desempleados¡±, se queja Mar¨ªa Isabel Vilabella, secretaria de Relaciones Laborales y Formaci¨®n de UGT.
¡°Si se supone que esta es una forma de homologar para que podamos trabajar en toda la Uni¨®n Europea, ?Por qu¨¦ no son las bases de la acreditaci¨®n iguales para todas las comunidades?¡±, se pregunta Ana del Amo, una de las pioneras en atenci¨®n. ¡°?Por qu¨¦ Andaluc¨ªa han hecho ya varias convocatorias de acreditaci¨®n y Madrid ninguna? ?Hay un negocio detr¨¢s?¡±, prosigue del Amo, que desde principios de los ochenta lucha por la profesionalidad de su oficio. ¡°Las que llevamos muchos a?os estamos formadas porque nos agrup¨¢bamos en asociaciones que daban cursos de reciclaje. Los sindicatos, la Uni¨®n Europea¡ pon¨ªan dinero. Pero, con la burbuja del ladrillo, las constructoras se metieron en el negocio y empezaron a contratar a gente que no sab¨ªa levantar a un discapacitado, tratar a un enfermo mental¡¡±, cuenta del Amo, deseosa de que por fin se catalogue su oficio. ¡°No todo el mundo sirve. No se trata de socorrer a nadie, sino de ayudar a que sean independientes. Una temporada estuve en paro y no sab¨ªan si era un trabajo de sanidad o de limpieza¡±.
Hay compa?eras que
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