Escatolog¨ªa de mercado
Mierda de artista. El musical¡¯ recrea en la vida de Piero Manzoni, c¨¦lebre por enlatar sus excrementos para venderlos a precio de oro en uno de los hitos del arte contempor¨¢neo
Piero Manzoni dio en 1961 una ¨²ltima pirueta diab¨®lica a la creaci¨®n art¨ªstica. No le hab¨ªa bastado con la impresi¨®n de huellas dactilares en huevos cocidos o con inflar globos con su aliento como forma de hacer arte, de que las marcas de su cuerpo fueran la obra. En una cr¨ªtica feroz al caprichoso mercado produjo 90 cajas de 30 gramos cada una con la etiqueta de Mierda de artista. Eran sus excrementos tasados al precio del oro los que supuestamente iban dentro. Despu¨¦s han formado parte de la colecci¨®n del MoMA, de la Tate Modern o del Centro Pompidou o se han vendido, como sucedi¨® en 2008, por casi 120.000 euros. Con direcci¨®n de Alicia Serrat, Ferran Gonz¨¢lez y Joan Miquel P¨¦rez han tomado esta historia y la vida de Manzoni para crear el musical que se estren¨® ayer en los Teatros del Canal, una apuesta por temas inusuales para un g¨¦nero que conect¨® a ambos creadores ya desde Fama. El episodio del enlatado fue lo que primero los inspir¨® para la puesta en escena. Con el fin de conservar su aura las misteriosas latitas de Manzoni no pod¨ªan ser abiertas.
Gonz¨¢lez y P¨¦rez buscan hacer un tipo de musical ¡°muy consciente de s¨ª mismo¡± en que texto y m¨²sica se integren de manera natural, contra ¡°la moda de unir canciones de un grupo famoso o espect¨¢culos en los que se interpreta y se para toda la funci¨®n para poder cantar¡±, explica Gonz¨¢lez. En su haber cuentan con dos Premios Max al mejor espect¨¢culo de teatro musical y a la mejor direcci¨®n musical por Pegados, estrenado en 2010, y basado en el caso real de una pareja que no se puede separar tras la copulaci¨®n. El humor destaca de nuevo en Mierda de artista. El musical. A la materia prima que ya la ocurrencia de Manzoni les proporcionaba ¡ªel n¨²mero del enlatado supone en ecuador de la funci¨®n¡ª, los autores han a?adido un tri¨¢ngulo dibujado por aquellos que revolotean alrededor del arte en una escenograf¨ªa simple que recrea el estudio del artista, con vestuario de la Italia de los a?os sesenta. Est¨¢ la novia que trata de apoyar al creador que se ve incomprendido; la periodista del Corriere della Sera ¡°ligera de cascos¡± y la marchante que conspira contra Manzoni.
Dinero, intereses, frivolidad¡ Canciones de homenaje a los musicales cl¨¢sicos y la m¨²sica italiana de mediados del siglo pasado lo relatan. Manzoni quiso que con la iron¨ªa de su obra la brutalidad del consumo se mirara al espejo, un paso m¨¢s all¨¢ de aquel que dio el franc¨¦s Yves Klein con su venta de lo intangible. La gente est¨¢ dispuesta a pagar a precio de oro por la mierda. Otra cosa es que su mensaje calara. La leyenda de lo que realmente conten¨ªan los envases se mantiene: o era yeso, como despu¨¦s asegur¨® Agostino Bonalumi, socio del artista, o algo m¨¢s. El franc¨¦s Bernard Bazile escenific¨® en 1989 la apertura de una lata y supuestamente encontr¨® dentro de ella otra de menor tama?o, en un juego de mu?ecas rusas. Otras hab¨ªan explotado. El musical no descarta ninguna de esas posibilidades. ¡°La figura del artista nunca queda ridiculizada; ¨¦l es el serio, con unas ideas muy claras, una potente cr¨ªtica que sigue vigente, aunque ¨¦l entre en una contradicci¨®n¡±, dice Ferran Gonz¨¢lez, quien tambi¨¦n le da vida sobre el escenario. ¡°Lo fr¨ªvolo es el entorno, el mercado que absorbe cualquier forma de expresi¨®n¡±, a?ade Joan Miquel P¨¦rez. Pero ?cu¨¢l es el verdadero arte?
Mierda de artista. El musical no pretende aleccionar, prosiguen sus creadores, aunque la pregunta de qu¨¦ es arte ronda todo el espect¨¢culo sostenida por la comedia. ¡°Si digo que esta bandeja vale tres millones de euros¡±, dice Gonz¨¢lez apuntando a la pieza de metal que tiene enfrente, ¡°?c¨®mo mantienes que es as¨ª? ?Qui¨¦n tiene la culpa, el artista o el que se lo ha cre¨ªdo y paga ese precio?¡±.
Piero Manzoni muri¨® a los 29 a?os de un infarto o de un colapso alcoh¨®lico en su estudio de Mil¨¢n, algo que tampoco su biograf¨ªa deja claro. Y el espect¨¢culo sigue, como se ver¨¢ en Mierda de artista. El musical.
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