¡®La marat¨®n de Nueva York¡¯ o una met¨¢fora de la vida

Roberto y Mario, dos amigos con historia, quedan dos veces a la semana para preparar la marat¨®n de Nueva York y lo que parece ser un d¨ªa de entrenamiento normal acaba por no serlo entre conversaciones sobre la vida y la muerte, las mujeres, el f¨²tbol o la amistad, en definitiva, las temas que invaden la vida de las personas, vidas que bien podr¨ªan ser una huida hacia adelante.

Este es el punto de partida de La Marat¨®n de Nueva York, la obra m¨¢s conocida del dramaturgo italiano Edoardo Erba, y que sirve tambi¨¦n a la productora reci¨¦n creada, Criadero de Morsas, para estrenarse, con riesgo, sobre las tablas de La Caja Negra de Las Cigarreras: dos actores en zapatillas y corriendo durante una hora (aunque sin moverse) reflexionan y conversan en una obra que sus actores definen ¡°como una canto a la amistad¡±.

Roberto (Chechu Molt¨®) y Mario (Joaqu¨ªn Moll¨¤) desmenuzar¨¢n sus vidas en esta comedia dram¨¢tica ante el espectador, entre lo coloquial y lo existencialista, pasando de la intranscendencia de una broma a la reflexi¨®n o di¨¢logo sobre lo divino y lo humano, acelerando ante la pregunta inc¨®moda del otro o cuando se produce un silencio de esos que entre los grandes amigos hablan m¨¢s que callan.

La Marat¨®n¡­, con un recorrido por 17 pa¨ªses, pretende introducir al espectador en un mundo en el que se hace dif¨ªcil la distinci¨®n entre realidad y sue?o. El reto actoral ha sido may¨²sculo, correr mientras se act¨²a no deja de generar incomodidades a las que no est¨¢n acostumbrados los actores.

¡°Tuvimos que pedir consejo sobre t¨¦cnica de carrera, c¨®mo pisas, c¨®mo respiras¡±, explica divertido Moll¨¤, ¡°han aparecido dolores no sentidos nunca¡±. ¡°Ya solo por las agujetas, esto o lo haces ahora o no lo haces en la vida¡±, apuntala Molt¨®. Ambos probaron a hacer la obra sentados "y entretiene", remata Moll¨¤.

Actuar o criar morsas

Los actores, ambos alicantinos y estimulados ante el estreno los pr¨®ximos d¨ªas 4 y 5 de junio, decidieron comprar los derechos de una obra que les persegu¨ªa. ¡°Nos llam¨® Pino Tierno (director art¨ªstico del festival internacional In altre parole) con una propuesta para representar la obra en Roma, buscaba a dos actores espa?oles, pero no surgi¨®¡±, recuerda Molt¨®. Tiempo despu¨¦s, les volvi¨® a llegar la propuesta de parte de un amigo, ¡°y eso signific¨® que hab¨ªa que hacerla, no hab¨ªa vuelta atr¨¢s¡±. Consiguieron los derechos de la obra por dos a?os y a trabajar.

Era eso o verlas venir. Que el aumento del IVA cultural ha devastado la escena teatral es cierto, sobre todo para las grandes producciones, ¡°pero tambi¨¦n est¨¢n surgiendo formas de reinventarse¡±, opina Moll¨¤. ¡°Es tiempo para valientes¡±, a?ade Molt¨®, ¡°y no es que no sepamos hacer otra cosa, es que no queremos. Un d¨ªa nos sentamos y lo vimos claro, la alternativa a la profesi¨®n era irse al Polo Norte a criar morsas¡±.

Y tuvieron claro el rumbo a seguir y tambi¨¦n el nombre de su beb¨¦, la productora Criadero de Morsas.