Fantasmas de mujer en el burdel
El sumario de la Carioca recoge diversas referencias a chicas desaparecidas La juez centra su b¨²squeda en una brasile?a, Sara, tras hallar una fosa
¡°Ser¨ªan como las siete de la ma?ana. Ya hab¨ªan cerrado el local y estaban todas las mujeres durmiendo¡±. Ella, en cambio, segu¨ªa despierta, limpiando su cuarto antes de acostarse. Cree que fue la ¨²nica que presenci¨® aquello y ha venido a cont¨¢rselo a la juez porque, confiesa, el recuerdo no la deja dormir. Piensa que ¡°a lo mejor podr¨ªa haberle salvado la vida¡± a una chica. Corre el mes de marzo de 2010, hace medio a?o que estall¨® la Operaci¨®n Carioca y, con el temido jefe de la trama, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, en prisi¨®n, las v¨ªctimas de proxenetismo acuden todav¨ªa temblorosas, o convulsas, a colaborar. ¡°Ad¨¢n ven¨ªa hablando con un se?or¡±, relata la testigo de aquella siniestra madrugada y extrabajadora del club Queen's, epicentro de la supuesta mafia de Lugo. Se asom¨® y vio que se trataba del ¡°polic¨ªa que, seg¨²n dec¨ªan, era socio¡± en el prost¨ªbulo. Los dos hombres entraron en ¡°la habitaci¨®n del final¡±. Entonces escuch¨® ¡°quejidos, como de alguien que estuviera con algo en la boca para que no gritara¡±. Le pareci¨® que los tipos estaban ¡°rabiosos¡±. Los lamentos de la amordazada ¡°no eran normales¡±. Enseguida ¡°la chica se empez¨® a desesperar m¨¢s, como si quisiera gritar¡±, y luego se oy¨® un ¡°disparo¡±. No tiene ¡°duda ninguna¡± de que fue un tiro. Luego ya no escuch¨® nada: ni quejidos, ni palabras.
Al d¨ªa siguiente, se fij¨® bien en todas las caras. ¡°La ¨²nica que faltaba¡± era una chica brasile?a reci¨¦n llegada al club. ¡°Tendr¨ªa unos 19 a?os, m¨¢s o menos¡±. La mujer que cuenta este episodio a la juez Pilar de Lara, instructora del n¨²mero 1 de Lugo, asegura que esa ma?ana dijo al due?o del club que se iba y, a modo de despedida, Ad¨¢n y dos camareros le dieron una paliza ¡°brutal¡±. El proxeneta cogi¨® la pistola, sigue, se la puso en la cabeza ¡°y dijo: te voy a matar¡±. Luego la montaron en un taxi. Fue directa al hospital. Pero cuando se present¨® en comisar¨ªa con el parte de lesiones, se le hab¨ªan adelantado.
El due?o del Queen's (pendiente de juicio por la Carioca pero recientemente condenado a m¨¢s de 20 a?os por el ¡°infierno¡± de vida al que someti¨® a su exesposa) hab¨ªa llegado antes. Sacaba ¡°dinero del bolsillo¡± y ¡°entregaba los billetes a uno de los polic¨ªas¡±. La mujer afirma que lleg¨® a pedir ayuda a Armando Lorenzo, el cabo de la Guardia Civil que fue detenido tambi¨¦n por la Carioca. ¡°A lo mejor hac¨ªan el amor¡±, le respondi¨® el agente cuando ment¨® los quejidos. Pero ella dice que no. Piensa que la chica ¡°nunca sali¨® del club¡±; que ¡°la enterrar¨ªan no sabe d¨®nde¡±.
Relatos como este o equivalentes sobre chicas muertas o desaparecidas en distintas fechas se prodigan por el sumario Carioca. La magistrada recoge testimonios a veces confusos, a veces cargados de detalle; unos contados de o¨ªdas, otros vividos en directo. Tambi¨¦n guarda el dibujo que pint¨® la hija de Ad¨¢n en el que, seg¨²n describi¨® la menor, ¡°se ve una chica enterrada¡±. Los fantasmas de mujer vagan por los interrogatorios sin que hasta hoy haya una prueba irrefutable para imputar un homicidio al due?o del burdel y quiz¨¢s a alguno de sus colaboradores. Pero De Lara busca esa evidencia sin cansarse desde los primeros d¨ªas de la operaci¨®n policial, en 2009, cuando Lugo amaneci¨® sembrado de pintadas que preguntaban a Armando y a la supuesta mafia ¡°d¨®nde est¨¢ Ana¡±.
La juez pregunta por las extranjeras ¡°desaparecidas¡± incluso a personajes que semejan secundarios, como podr¨ªa ser una mujer que hac¨ªa manicuras a trabajadoras de los burdeles. Hay testigos que niegan, o que esquivan como pueden. Pero otros, pese al miedo, describen escenas de agon¨ªa en alg¨²n lugar del club. Tambi¨¦n se estudia el caso de Claudeline, que apareci¨® atropellada en una carretera de Sarria con signos de haber sido previamente asesinada, o el de una mujer ahogada en la piscina de otro burdel. Alg¨²n aborto provocado con pastillas que termina con la joven desangrada. Y la triste historia de aquella, loca de amor, a la que el jefe recluye en el psiqui¨¢trico de Castro para que no lo persiga, aunque ella, embarazada, escapa en camis¨®n, se presenta de nuevo en el Queen's y tras ese d¨ªa ya nunca vuelve. Esta brasile?a que enviaba a Ad¨¢n cartas con p¨¦talos de rosa acaba arroj¨¢ndose desde un sexto pero no muere. Tampoco fallece, seg¨²n varias testigos, la que cae rodando por la escalera mientras se defiende del jefe.
Hoy por hoy, despu¨¦s de centenares de entrevistas, algunas de las historias de terror prostibulario han quedado entre par¨¦ntesis, que no descartadas por completo, y fundamentalmente se tira del hilo de una supuesta muerte que la investigaci¨®n sit¨²a entre 2007 y 2008. La escena, tambi¨¦n de tortura y muerte presuntamente en una habitaci¨®n del club en la que la Polic¨ªa Cient¨ªfica detect¨® manchas de sangre de varios perfiles gen¨¦ticos, coincidir¨ªa con unas obras de reforma que se llevaron a cabo con ayuda de las m¨¢quinas de un empresario amigo: durante estos trabajos se cement¨® el suelo de tierra de una de las construcciones aleda?as, situada en la finca de atr¨¢s.
En ese alpendre pasaba largas horas encerrado el proxeneta, que los testigos describen por entonces como un ser violento y adicto a la coca. Ad¨¢n, que adem¨¢s ten¨ªa la costumbre de ¡°excavar¡± y ¡°enterrar cosas¡±, no dejaba que nadie se acercase por all¨ª. Era, seg¨²n varias fuentes, algo as¨ª como ¡°su oficina¡±. El cuerpo podr¨ªa haberse ocultado en el pozo antes de ser soterrado. ¡°?Por qu¨¦ crees que el Colina [el otro club de Ad¨¢n] no est¨¢ asfaltado y el Queen's s¨ª?¡±, asegura una testigo que le respondi¨® una amante del proxeneta cuando le pregunt¨® por los rumores sobre una fosa.
La juez ya sabe qu¨¦ vecino de Lugo hizo las pintadas que la pusieron sobre la pista, y va perfilando la borrosa identidad de la mujer brasile?a por la que pregunta: ahora se cree que el nombre que usaba en el mundo del alterne no era el de Ana, sino m¨¢s bien el de Sara, aunque hay tambi¨¦n referencias a otros, como Sandra y Paula. El hallazgo fortuito en los meses pasados de una excavaci¨®n reciente en el barrac¨®n dio un giro a las pesquisas. Alguien hab¨ªa cortado con maquinaria el pavimento y abierto una fosa. El mes pasado, especialistas de la Guardia Civil desembarcaron en el burdel en ruinas con sus perros entrenados en la b¨²squeda de cad¨¢veres humanos.
En el Queen's, venido de Madrid, incluso estuvo Elton, un pastor belga de olfato infalible que hace unos d¨ªas reclamaba para su causa el padre de Marta del Castillo. Elton marc¨® sin dudarlo el terreno donde De Lara sospecha que ha permanecido sepultado un cuerpo hasta hace nada. La tierra recogida est¨¢ siendo analizada en el Laboratorio de Criminal¨ªstica con la ardua encomienda de hallar ADN. Mientras, se mantienen contactos con Brasil para cotejar datos de denuncias sobre mujeres que viajaron a Espa?a con billete a ninguna parte.
367 testigos, 126.747 folios
Desde la gran redada que revent¨® la trama de proxenetismo, por el juzgado de Instrucci¨®n 1 de Lugo han pasado 367 testigos, v¨ªctimas y perjudicados. El caso suma ya los 265 tomos, parte a¨²n bajo secreto, 126.747 folios y 84 imputados de los que ocho son guardias civiles; 10, polic¨ªas nacionales y tres locales; adem¨¢s del exsubdelegado del Gobierno y del exjefe de Extranjer¨ªa en la ciudad.
Las ¨²ltimas hojas del universo Carioca hablan de una mand¨ªbula de mujer joven hallada recientemente en una cuadra del municipio lucense de Baralla. El propietario se la top¨® entre un mont¨®n de huesos que hab¨ªan tra¨ªdo sus perros como trofeo, se supone que de sus correr¨ªas por el monte. Enseguida se dio cuenta de que era un hueso humano y avis¨® a la Guardia Civil. Desentra?ar el caso del maxilar sin cuerpo le corresponde ahora al juzgado de Becerre¨¢. La mand¨ªbula, que conserva un diente, no procede, seg¨²n los forenses, de un enterramiento antiguo, y apareci¨® despu¨¦s de que otros canes, los entrenados por el instituto armado para rastrear cad¨¢veres humanos, se?alaran la fosa descubierta en el Queen's. Podr¨ªa ser una pieza m¨¢s del rompecabezas o no tener nada que ver. De momento, el juzgado de Pilar de Lara ha pedido copia del atestado.
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