¡°La ¨²nica Justicia es que el sistema inform¨¢tico se cae igual para todos¡±
La maquinaria judicial madrile?a se desmorona ante los ojos de jueces, secretarios, funcionarios, abogados y p¨²blico. El estado de abandono es flagrante.
Asomarse a la realidad de la Justicia madrile?a es como mirar por la mirilla de un caleidoscopio de escenas y situaciones ins¨®litas, a veces grotescas. Lejos de la imagen mil veces versionada de la diosa Temis sosteniendo la balanza con una venda en los ojos, abundan otras mucho m¨¢s terrenales e indignas. Como, por ejemplo, la del secretario judicial Fernando Ben¨ªtez sac¨¢ndose del bolsillo y ense?ando sin pudor los bl¨ªster de Tranquimac¨ªn y Orfidal que le permiten mantener la calma ante el retraso de los aproximadamente mil asuntos que tiene pendientes: ¡°Hace cuatro o cinco a?os sol¨ªamos tener s¨®lo 80, una tardanza de un mes y medio¡±. Ben¨ªtez ¡ªcamisa perfectamente planchada, corbata y una toga gastada por el uso¡ª trabaja en el Juzgado de lo Social n¨²mero 34 de Madrid desde 1997 y tiene la pinta de un hombre ordenado y diligente. Sin embargo, en su despacho los expedientes se acumulan en torres de carpetas y las sentencias andan esparcidas en archivadores de cart¨®n por el suelo ¡°porque no me traen las estanter¨ªas que he pedido y porque ¡ªaunque hay que encuadernarlas por ley¡ª el encuadernador de la Comunidad de Madrid ha dejado de hacer su trabajo porque dice que no le pagan¡±. Ben¨ªtez tambi¨¦n parece atascado en este juzgado, uno de los 41 que hay en un edificio de diez plantas ¡ªla cuarta era hasta hace poco una agencia de viajes¡ª, con techos bajos y espacios panelados con planchas de formica y contrachapado. Est¨¢ ubicado en el n¨²mero 3 de la calle Princesa. S¨®lo la sala de Ben¨ªtez, una de las que lleva menos retraso, resolvi¨® el a?o pasado 1.667 asuntos, frente a los ¡°entre 600 y 850¡± que asegura se considerar¨ªan razonables: ¡°?Sabes el agobio que te entra cuando sabes que si tu no tramitas un expediente esa se?ora se quedar¨¢ sin cobrar su sueldo o su pensi¨®n durante meses?¡±.
Hace cuatro a?os ten¨ªamos un retraso de 80 asuntos, ahora son mil
La maquinaria judicial madrile?a est¨¢ formada por 696 jueces ¡ª308 ejercen en la capital y el pr¨®ximo 10 de junio elegir¨¢n a su decano o representante¡ª, 607 secretarios judiciales en la regi¨®n ¡ª157 en Madrid¡ª, unos 300 fiscales, 7.000 personas de administraci¨®n. Y asume una entrada aproximada de 8,5 millones de asuntos al a?o (8.636.016 en 2013). El engranaje jur¨ªdico se encarna en la capital en 308 juzgados desperdigados por el centro en 18 inmuebles, normalmente, edificios de oficinas: Plaza Castilla (penal), Princesa (social), Gran V¨ªa (Mercantil)... Los Juzgados de lo Social son precisamente los que m¨¢s incremento de carga han sufrido con motivo de la crisis, los despidos, los expedientes de regulaci¨®n de empleo o los cambios de las condiciones de trabajo.
No hacemos libros de sentencias como dice la ley porque no pagan al encuadernador
Volviendo a la realidad que hay detr¨¢s de esas cifras, caldeadas por los recortes y por la contestada reforma de la Ley del Poder Judicial promovida por el ministro Alberto Ruiz-Gallard¨®n, una imagen se repite en habitaciones y pasillos de esos juzgados: hileras de cajas de cart¨®n en el suelo, de las que salen cientos de carpetas rojas. ¡°Son demandas por alguno de los miles de despidos, por una pensi¨®n de viudedad, de invalidez¡¡±, aclara Antonio Seoane, el magistrado titular del 34. Esperan entre seis y ocho meses ¡ªen algunos casos hasta dos a?os¡ª a que les llegue su turno. Est¨¢n perfectamente alineadas a espaldas de las sillas de tres de las funcionarias de ese juzgado, que se separa del n¨²mero 35 y del 36 por estanter¨ªas repletas de papeles a modo de biombos. Todos en la misma estancia y en las mismas condiciones de asfixia.
¡°Aqu¨ª la ¨²nica justicia que hay es que cada vez que se cae el sistema inform¨¢tico ¡ªocurre todos los d¨ªas¡ª lo hace de forma igualitaria e id¨¦ntica para todos¡±, bromea Ben¨ªtez. ¡°Bueno, eso tambi¨¦n es aplicable en caso de incendio: morir¨ªamos todos por igual porque el otro d¨ªa tardamos 25 minutos en conseguir salir del edificio¡±, apostilla el magistrado.
La Ciudad de la Justicia ya pas¨®, es un proyecto caduco, dice el consejero
El 24 y el 29 de abril pasados hubo que desalojar el edificio por un incendio en el ¨¢tico y una alarma, respectivamente. Un abogado que estaba en el momento de la evacuaci¨®n lo ratifica: ¡°Si llega a ser m¨¢s gordo palmamos todos en la escalera¡±. El inmueble fue alquilado por la Comunidad de Madrid a la empresa Sacyr ¡ªla que estuvo a punto de perder las obras de ampliaci¨®n del canal de Panam¨¢¡ª desde que el Gobierno de Esperanza Aguirre utilizase los 27,3 millones de euros en los que se valor¨® el edificio de la antigua sede en la calle Hernani 59 para ampliar el capital de la ya olvidada Sociedad Campus de la Justicia. El objetivo final era unificar los juzgados y acometer la fallida Ciudad de la Justicia, otra realidad, abandonada con sus viales y todo hechos all¨¢ en Las Tablas, en la salida de la A-1: ¡°Un proyecto que ya pas¨®, caduco, porque estaba pensado para otro escenario econ¨®mico y presupuestario¡±, en palabras del Consejero de Justicia, Salvador Victoria.
¡ª Consejero, ?ha estado en los Juzgados de lo Social?
¡ª Suelo ir a los juzgados sin avisar
¡ª ?Pero ha estado en esos?
¡ª Soy consciente de las condiciones de trabajo y de documentaci¨®n, estoy a la espera de un informe de la subdirecci¨®n general de infraestructuras y de un estudio.
¡ª Pero ese edificio llega a acoger hasta a 4.000 personas al d¨ªa, entre personal, abogados, seguridad y p¨²blico. ?Es seguro?
¡ª La titularidad de los edificios la lleva Hacienda. Es susceptible de mejoras, pero unas dependen del arrendatario y otras del propietario.
¡ª Pero los medios materiales y de personal dependen de la Comunidad y hay expedientes y sentencias por los suelos, ?por qu¨¦ faltan estanter¨ªas, por ejemplo?
¡ª Porque a veces no hay ni siquiera espacio para ubicarlas. Tenemos que sustituir el papel y digitalizar muchos procesos. Estamos en ello. Acabamos de crear el Portal de la Justicia para evitar que la gente tenga que ir al juzgado. En todo caso, el principal problema es que las competencias est¨¢n repartidas.
En caso de incencio moriremos todos, porque tardamos 25 minutos en salir
En ese preciso momento, cuando salen a relucir las competencias, es cuando el caleidoscopio se vuelve mara?a (de incompetencias). La siguiente escena, vivida esta semana en ese mismo juzgado de lo social, es la met¨¢fora de la gran paradoja.
En esa situaci¨®n de colapso, llega al juzgado 34 de lo Social una joven magistrada de refuerzo, una de los 160 jueces reci¨¦n salidos de la Escuela enviada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El juez Seoane la recibe con agrado. Pero su Secretario, Ben¨ªtez ¡ªque depende, como el resto de secretarios, de Ministerio de Justicia¡ª y las funcionarias ¡ªque dependen, a su vez, de la Comunidad de Madrid¡ª la miran con horror porque: ¡°Si no alcanzamos a sacar el trabajo para un juez, ?c¨®mo vamos a hacerlo para dos?¡±. La joven magistrada se va por donde ha venido. ¡°El Consejo nos manda jueces pero la Comunidad no nos manda el peronal, quiz¨¢ tengamos que renunciar al refuerzo¡±, comenta Seoane resignado. Tres administraciones descoordinadas y la justicia literalmente por suelos.
¡ª ?Mandar¨¢n personal consejero?
¡ª A m¨ª nadie me ha preguntado. Alguien ha mandado un juez sin contar con la Comunidad.
¡ª ?Y ahora qu¨¦?
¡ª Pues tendr¨¢n que esperar hasta que podamos proveer al juzgado del personal necesario.
El presupuesto de la Comunidad de Madrid para Justicia es de 400 millones al a?o, apunta Victoria, que ya plante¨® abiertamente la devoluci¨®n de esas competencias al Estado y que reconoce que es ¡°siempre insuficiente, con el resultado de una justicia lenta¡±. Aproximadamente 30 de esos 400 millones se emplean en pagar los alquileres de los edificios que albergan sedes judiciales y m¨¢s del 60% se va en personal.
No es un tema que preocupe a los gobiernos, afirma un juez
¡°La Justicia est¨¢ en estado de abandono, peor a¨²n, sin perspectivas de mejora¡±, es la conclusi¨®n final de las Jornadas sobre la Justicia en Madrid, promovidas por Jueces para la Democracia y celebradas los pasados jueves y viernes. El representante de la Comunidad no acudi¨®. ¡°No es un tema que preocupe y por eso se quieren quitar de encima las competencias¡±, dice Javier Mart¨ªnez-L¨¢zaro, uno de los promotores.
En opini¨®n del Consejero, la mejora de las condiciones de la Justicia madrile?a pasa por ¡°la creaci¨®n de las oficinas judiciales¡±, desde las que se repartir¨ªan los asuntos a todos los juzgados y se evitar¨ªan duplicidades y ¡°la incorporaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas¡±.
La mejora pasa por incorporar las nuevas tecnolog¨ªas, dice el consejero
Frente a esas medidas, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Francisco Vieira, realiza su diagn¨®stico en forma de retah¨ªla: ¡°Defectuosa concurrencia de atribuciones, obsoleta organizaci¨®n territorial, insuficiente especializaci¨®n de los ¨®rganos judiciales, carencias tecnol¨®gicas, deficiente gesti¨®n del personal, dispersi¨®n de sedes...¡±
Entretanto, y tras el infarto sufrido hace un a?o por un magistrado del juzgado 25 de lo Social con resultado de muerte, han incorporado desfibriladores al edificio y una doctora pasa consulta en la primera planta. Eso s¨ª, no tiene ordenador y no ha cobrado desde que ocup¨® su puesto hace dos meses y medio.
??ltimos candidatos a Decano?
Con la Justicia por los suelos se celebrar¨¢n el pr¨®ximo 10 de junio las que podr¨ªan ser las ¨²ltimas elecciones a decano, el representante de los 308 jueces de Madrid. Se trata de un cargo electo ¡ªmientras no entre en vigor la reforma de Gallard¨®n que plantea convertirlo en ¡°nombramiento¡±¡ª, un puesto clave en la medida en que su labor fundamental es trasladar a los pol¨ªticos la situaci¨®n de esta administraci¨®n en la regi¨®n y facilitar el trabajo de sus colegas.
Hasta el mi¨¦rcoles pasado solo hab¨ªa un candidato de la Asociaci¨®n de Jueces Francisco de Victoria, apoyado, a su vez, por Jueces para la Democracia y por el Foro Judicial Independiente. Se trata del titular del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 20 de Plaza Castilla, Antonio Viejo, de 54 a?os. Lleva 16 a?os ejerciendo desde uno de los 103 juzgados que alberga ese edificio del a?o 1978, que pronto servir¨¢ para otras actividades lucrativas privadas, seg¨²n los planes urban¨ªsticos anunciados recientemente por el Ayuntamiento de Madrid y de los que se enter¨® ¡°por la prensa¡± el consejero Salvador Victoria: ¡°De momento seguir¨¢n all¨ª, no hay nada desarrollado a ese respecto¡±, asegur¨®. Viejo, como la rival que le sali¨® el viernes de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, la tambi¨¦n juez de instrucci¨®n de 50 a?os Conchita Jerez ¡ªjuzgado 26 de Plaza Castilla¡ª, conoce bien otra realidad madrile?a: la de los detenidos y los denunciantes de hurtos, robos, asesinatos, secuestros¡ Y, al igual que en los juzgados de los Social, se le acumulan los expedientes que, en su caso, ocupan hasta los bancos de la sala de vistas. ¡°Lo habitual es que nos entren entre 6.000 y 9.000 asuntos por juzgado al a?o¡±, dice Viejo.
No es raro ver una cola que da media vuelta al edificio porque la gente se atasca en el control de entrada. ¡°Eso supone muchas veces que la gente no llegue a su juicio tras casi media hora de espera para entrar¡±, cuenta Viejo. ¡°Ning¨²n pol¨ªtico gana votos por invertir en Justicia y se la maltrata impunemente, somos molestos¡±, a?ade. Jerez, del flanco de jueces m¨¢s conservador ¡ªy mayoritario en Madrid¡ª, se muestra m¨¢s optimista: ¡°El di¨¢logo con las instituciones es m¨¢s efectivo que la exigencia para lograr que se cubran las bajas, optimizar los recursos...¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.