Los robots se cuelan en las redacciones
El congreso GEN Summit aborda en Barcelona el papel del periodista tras la creaci¨®n de programas inform¨¢ticos que escriben noticias
El rotativo Los Angeles Times cuenta desde hace tres meses con un redactor capaz de tener listo un texto de dos p¨¢rrafos sobre un terremoto solo tres minutos despu¨¦s de que este ocurra. Informa de la hora, la magnitud, el epicentro y los ¨²ltimos sismos en la regi¨®n con una gram¨¢tica impecable y hasta le da tiempo de incluir un mapa del ¨¢rea afectada. Y no cobra nada: es un robot. Diarios de Israel y Estados Unidos ya emplean algoritmos que crean en poco tiempo noticias legibles usando bases de datos. A los eternos debates sobre si los peri¨®dicos deben seguir public¨¢ndose en papel o cobrar por el acceso a las ediciones digitales, se suma el de qu¨¦ futuro le depara a la profesi¨®n de periodista ahora que las m¨¢quinas se han afianzado en un terreno que parec¨ªa inexpugnable: el de contar historias.
Con esta interrogante ha empezado este mi¨¦rcoles en Barcelona la cuarta edici¨®n del GEN News Summit, la cumbre anual que organiza la asociaci¨®n de jefes de redacci¨®n Global Editors Network. La primera se celebr¨® en Hong Kong y las otras dos, en Par¨ªs. 500 personas asisten durante tres d¨ªas a conferencias y talleres en los que participan 60 ponentes de medios como la BBC, Le Monde y The New Yorker.
El director general de la asociaci¨®n, Bertrand Pecquerie, explica que la elecci¨®n de Espa?a como sede no ha sido banal: ¡°Uno de los dos motivos es que queremos atraer a diarios de Am¨¦rica Latina. El otro es que Espa?a es uno de los pa¨ªses de Europa donde m¨¢s ha sufrido el periodismo en el aspecto econ¨®mico. As¨ª que cre¨ªamos necesario celebrar una cita en la que se discute c¨®mo hacer progresar al sector aqu¨ª, donde el gremio ha perdido tantos empleos en los ¨²ltimos a?os. Es una forma de cerrar un cap¨ªtulo y abrir otro¡±. Una crisis que se recrudeci¨® el a?o pasado, al que corresponde el 40% de los 11.151 puestos de trabajo perdidos en empresas de medios de comunicaci¨®n entre julio de 2008 y octubre de 2013, seg¨²n el informe anual de la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid (APM).
Automatizar el periodismo. Inteligencia artificial en las redacciones. Robots adem¨¢s de periodistas en un mismo espacio. La primera sesi¨®n del congreso ha puesto sobre la mesa una pr¨¢ctica que ya se da en algunas redacciones en secciones como deportes o econom¨ªa, sobre todo en diarios estadounidenses. ?Pueden robots escribir noticias? S¨ª. Pero que no cunda el p¨¢nico. El primero de los ponentes, Larry Birnbaum, profesor de periodismo en la Universidad Northwestern (Chicago), aclara que estos sistemas sirven para escribir historias que de otro modo no se har¨ªan porque la baja demanda que tienen hace que no merezca la pena dedicar un periodista a redactarlas: ¡°Son un complemento al periodismo tradicional¡±.
Arden Manning, director de comunicaciones de Yseop, dibuja un presente-futuro de trabajo en tiempo real, en m¨²ltiples lenguas y bajo demanda: ¡°Las redes sociales han tra¨ªdo la habilidad del di¨¢logo. Las noticias son conversaciones. Los nuevos software permiten cubrir historias a las que no llegar¨ªas con los recursos que tienes¡±. Queda claro que no todo es blanco o negro. El fundador de Storify, Burt Herman, defiende la oportunidad que suponen estos programas para que los periodistas incorporen a sus historias aspectos sacados de gran cantidad de datos que hasta ahora no sab¨ªan ni c¨®mo abordar.
Cada vez m¨¢s organizaciones usar¨¢n el periodismo automatizado. Pecquerie vaticina que esta tecnolog¨ªa llegar¨¢ a Europa, a m¨¢s tardar, en 2016. Sin embargo, hay algunos peros desde el punto de vista humano que el editor de Associated Press Tom Kent subraya: la transparencia -qui¨¦n es la fuente del art¨ªculo- , qui¨¦n reconoce y corrige los errores y la confianza. O, por ejemplo, c¨®mo tratar las im¨¢genes demasiado sensibles. Y pese a que hay quien piensa que los lectores se pueden ofender, Kent aboga por informar claramente que el art¨ªculo en cuesti¨®n ha sido escrito por un robot.
La nota com¨²n es que, pese a los inconvenientes, no hay que cerrarse a la tecnolog¨ªa. Quienes la adoptan primero, suelen lograr el ¨¦xito. Pero los cambios no siempre son bienvenidos y quienes los lideran deben enfrentarse, por un lado, a accionistas que reclaman beneficios y, por otro, a redacciones desconfiadas donde a¨²n reina la sombra de recientes despidos. La dimisi¨®n de la directora de Le Monde, Natalie Nougayr¨¨de, y el despido de la de The New York Times, Jill Abramson, en menos de un mes; dos peri¨®dicos que se hab¨ªan embarcado en una transformaci¨®n para reforzar la parte digital, son un claro reflejo de lo dif¨ªcil que es cumplir con las expectativas de ambos bandos a la vez.
¡°A¨²n hay mucha resistencia a la adopci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas en las redacciones¡±, asegura Pecquerie. ¡°Ambas ten¨ªan a los due?os pidiendo cambios pero ninguna fue capaz de representar los intereses de sus compa?eros en este proceso. Se requiere directores fuertes que tengan en cuenta a los redactores y en qu¨¦ direcci¨®n quieren ir. En ambos casos, solo representaron a las empresas¡±, concluye.
David Sancha, director de la empresa tecnol¨®gica Xalok, defiende en su ponencia a estos algoritmos y f¨®rmulas m¨¢s como una herramienta que como una amenaza para la profesi¨®n. Sistemas que redactan, dibujan, venden las noticias y que, de hecho, ya gestionan el 20% de la publicidad. El lector de este art¨ªculo podr¨ªa estarse preguntando en este momento: ?podr¨ªa haber escrito esto una m¨¢quina? ¡°No lo he le¨ªdo, pero dir¨ªa que no¡±, responde un diplom¨¢tico Sancha. ¡°Hay cosas que los robots no podr¨¢n hacer¡±.
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