El dilema tr¨¢gico del PSC

Un dilema tr¨¢gico es una situaci¨®n en la que alguien debe tomar una decisi¨®n y debe elegir entre dos ¡ªo m¨¢s¡ª posibilidades consideradas, todas ellas, valiosas. Sin embargo, las posibilidades no solo difieren entre s¨ª, sino que adem¨¢s son incompatibles. Cuando no hay forma de armonizar una situaci¨®n de este tipo, esto es, cuando no puedo hacer algo bueno sin dejar de perder algo bueno, diremos que estamos ante un dilema tr¨¢gico, porque se tome la decisi¨®n que se tome perderemos algo valioso.

Isaiah Berlin afirmaba que el bien es algo heterog¨¦neo y que, en algunas ocasiones, es imposible reconciliar todo aquello que consideramos valioso: yo no puedo gozar de las ventajas de vivir en el campo y a la vez disfrutar de los beneficios de vivir en una gran ciudad porque no puedo vivir contempor¨¢neamente en el campo y en la ciudad; no es posible implementar un sistema pol¨ªtico en que la igualdad social sea un bien absoluto sin que ello signifique vulnerar, en alguna medida, las libertades individuales, y viceversa.

Creo que, en el actual contexto, el PSC afronta un dilema tr¨¢gico, una situaci¨®n de la cual no puede salir indemne. ?En qu¨¦ sentido? No digo nada nuevo si afirmo que el PSC es la conjunci¨®n de dos tradiciones pol¨ªticas, pero tambi¨¦n sociales, distintas: por un lado, las oleadas migratorias provenientes de otros lugares de Espa?a, de clase trabajadora y que consideran, mayoritariamente y de buena fe, que su lugar de origen no es un pa¨ªs distinto al que han ido a parar; y, por otro lado, una clase social media catalana, catalanista, culta y progresista. El PSC no solo consigui¨®, durante d¨¦cadas, armonizar estas dos tradiciones, sino que, de alguna manera, se fund¨® sobre la posibilidad de armonizar estas dos tradiciones.

Lo que domina la escena pol¨ªtica catalana no es el ¡°derecho a decidir¡±, sino la ¡°obligaci¨®n de decidir¡±

Sin embargo, ahora el PSC ha pasado a ser una fuerza menor. ?Por qu¨¦ ha ocurrido esto? El PSC consigui¨® ser un partido mayoritario durante d¨¦cadas porque las circunstancias no le obligaban a elegir entre sus dos tradiciones. Pero esto ha cambiado desde hace dos a?os. Ya no es posible armonizar esas dos tradiciones en el seno del PSC porque ahora lo que domina la escena pol¨ªtica catalana no es, como a veces se dice, el ¡°derecho a decidir¡±, sino la ¡°obligaci¨®n de decidir¡±.

El independentismo ha conseguido marcar la agenda pol¨ªtica de tal manera que ya no es posible no decidir, ya no es posible no tomar partido entre Espa?a y Catalu?a, no hay tertium datur. Esta situaci¨®n, traducida a la idiosincracia propia del PSC, significa que est¨¢n obligados a decidir entre una de las dos tradiciones que lo componen. La percepci¨®n general es que el PSC ha elegido la tradici¨®n espa?olista, ha elegido la lealtad al alma m¨¢s jacobina del PSOE en detrimento de la m¨¢s catalanista. Yo creo que no es una percepci¨®n del todo equivocada, pero s¨ª exagerada.

De todas formas, lo que, en mi opini¨®n, no consiguen ver con toda claridad los partidarios de la tradici¨®n catalanista es que, en el actual contexto, el PSC afronta un dilema tr¨¢gico: si opta por el ala catalanista, pierde apoyos en el lado espa?olista; si opta por esta, pierde apoyos en el ala catalanista. Buena parte de los votos que acumula Ciutadans se deben, creo, a lo molestos que est¨¢n algunos exvotantes del PSC por el coqueteo socialista con el nacionalismo tradicional. Ser¨ªa inteligente que el ala catalanista ¡ªlos llamados cr¨ªticos¡ª tambi¨¦n se diera cuenta de este punto, quiz¨¢s esto le permitir¨ªa tener una representaci¨®n ecu¨¢nime de la situaci¨®n actual.

El PSC afronta un dilema tr¨¢gico: si opta por el ala catalanista, pierde apoyos en el lado espa?olista

Se dir¨¢ que todos los partidos afrontan dilemas en que apostar por un cierto programa les hace perder votantes potenciales. Y es cierto. La diferencia con el PSC estriba en que para este ¨²ltimo el dilema anida en su mismo coraz¨®n, y mientras que a los otros partidos ¡°decidir¡± no los parte en dos, al PSC s¨ª. Una vez escuch¨¦ a Miquel Iceta ¡ª el m¨¢s brillante, desde el punto de vista intelectual, entre los dirigentes del PSC¡ª decir algo as¨ª como: ¡°el PSC es un invento hecho para no decidir y que funciona mientras no haya que decidir¡±. Creo que tiene raz¨®n y que lo tr¨¢gico del PSC es que decidir ¡ªsea lo que sea¡ª implica necesariamente perder.

?Puede salir de esta encrucijada el PSC? En mi opini¨®n, mientras sea ¡°obligatorio decidir¡±, no. Si llega el d¨ªa ¡ªy esperemos que llegue, para nuestra salud mental y para nuestros castigados o¨ªdos¡ª en que no sea obligatorio decidir, entonces el PSC quiz¨¢ consiga reconciliar de nuevo las dos tradiciones que lo constituyen.

Por ¨²ltimo, y a modo de corolario tr¨¢gico de la situaci¨®n tr¨¢gica del socialismo, me cuesta entender la alegr¨ªa poco disimulada del nacionalismo catal¨¢n al ver pasar el cuerpo moribundo del PSC por delante de casa. Sin el PSC, o con un PSC disminuido, los interlocutores espa?olistas pasan a ser el PP y Ciutadans. Si alguien cree que esto es bueno para la convivencia pol¨ªtica de Catalu?a o bien es miope o bien, como se dice en italiano, ¨¨ uno scemo (es un tonto).

Pau Luque es investigador en Filosof¨ªa del derecho en la Universidad Federico II de N¨¢poles.