El amor a punto de humo

Tres parejas j¨®venes de profesionales independientes de clase media acomodada, durante una noche hedonista en la disco: sus deseos, sus flirteos entrecruzados, su horizonte sentimental, las frustraciones que arrastran, las confesiones hirientes que se hacen entre bromas, las conversaciones tan diferentes que ellas y ellos entablan cuando se quedan a solas con los de su sexo... Laura se ha dado cuenta tarde de que deber¨ªa de haber dejado a Rafa a?os atr¨¢s, para intentar tener un hijo con alguien m¨¢s dispuesto. Caro y Cristian mantienen viva la chispa de una relaci¨®n larga, pero ¨¦l tiene celos del ¨¦xito laboral de ella y quiere que le acompa?e de vuelta a Espa?a. Seba, eterno picaflor, cree haber encontrado por fin la mujer de su vida en Ana, quien preferir¨ªa sentirse menos atosigada.

El teatro como academia sentimental y escuela de costumbres, servidas con verismo sobresaliente por un sexteto argentino de actores a los que Alejandro Catal¨¢n, su director, pluriemplea tambi¨¦n como t¨¦cnicos de iluminaci¨®n: ellos mismos crean, linternas en mano, las luces parpadeantes de la disco bajo las que sus personajes coquetean, seducen, se sinceran, se dan el pl¨¢cet o se paran los pies. Sumiendo el escenario entero en la oscuridad, clavando a los actores en el sitio e ilumin¨¢ndoles solo a ellos (a veces de vientre o de pecho para arriba nada m¨¢s), Catal¨¢n y su equipo crean sugestivos planos cinematogr¨¢ficos cortos y medios que producen por momentos la sensaci¨®n de que estuvi¨¦ramos del sal¨®n de casa en el ¨¢ngulo oscuro, siguiendo una teleserie en pantalla de plasma de gran formato.

Durante el extenso di¨¢logo final entre Rafa y Laura en la playa, el persistente efecto sonoro de oleaje, creado en vivo para sugerir el entorno (tal y como se hac¨ªa anta?o en los seriales radiof¨®nicos), resulta de un realismo tan extenuante como el de aquel pasaje campestre de un drama de Ch¨¦jov en el que los actores de Stanislavski reproduc¨ªan el canto de cucos, ruise?ores, grillos y sapos, a lo cual un cr¨ªtico coment¨®: ¡°Solo faltan las picaduras de los mosquitos¡±.

Amar, cierre teatral del Festival de Oto?o a Primavera, es, desde el t¨ªtulo, una funci¨®n focalizada en lo sentimental, pero sin sentimentalismos. Por encima del texto y a¨²n de la atractiva aunque un¨ªvoca puesta en escena, destacan las interpretaciones abismadas y metidas en harina de Paula Manzone, Florencia Bergallo, Ximena Ban¨²s, Miguel ?ngel Bosco, Federico Liss y Edgardo Castro.