Travesuras de ni?os mimados
Hay una generaci¨®n que tiene entre 30 y 40 a?os, acostumbrada al halago, que causa estragos humanos y pol¨ªticos
Hay una plaga de ni?os mimados. Ni?os/Peter Pan de treinta, cuarenta o m¨¢s a?os. Podr¨ªan conformar una generaci¨®n acostumbrada al halago, la condescendencia; convencida de que todo gira en torno a ellos, a su servicio. Recorren el mundo en un plis-plas, ir y venir, sin aprender nada importante, ni sacar provecho de su privilegiada formaci¨®n (¡°?Somos los mejor formados de la historia!¡±, se jalean) dentro de una democracia que fue dif¨ªcil de construir, pero ?qu¨¦ importa eso? Menudo aburrimiento: s¨®lo vale el Lo quiero todo y enseguida.
Ni?os mimados consumidores, usan y tiran, compran y venden: necesitan que todo sea f¨¢cil, inmediato, urgente. Apenas aprecian ni entienden la oportunidad de ser ciudadanos, salvo para reclamar su derecho a todo, nunca para asumir su responsabilidad colectiva (?alguien se la ense?¨®?). Viven en la ignorancia del bien com¨²n. Mal asunto. Son fruto de la denostada Transici¨®n y de la Generaci¨®n del Cambio que opt¨® por la reforma y la democracia. La existencia ahora mismo de tantos ni?os mimados-adultos (ser maduro es otra cosa) es ¡ªasum¨¢moslo¡ª uno de los grandes fracasos de aquella Generaci¨®n del Cambio que trajo el Estado de Bienestar y los derechos democr¨¢ticos a quienes quer¨ªan entonces ser ciudadanos.
Las haza?as de estos tipos mimados que creen abarcarlo y saberlo todo se miden en un rebuscado lenguaje de insider. Acaban de descubrir el mindfulness (la atenci¨®n plena) como m¨¦todo de excelencia para l¨ªderes y dirigentes. Se trata, explican, de liberar la mente del estr¨¦s, la ansiedad y la dispersi¨®n creada por el bombardeo constante de est¨ªmulos. El hallazgo, que recuerda el de la Inteligencia emocional, no se dirige a mejorar su vida sino la productividad de su empresa o lograr beneficios. ¡°?La dispersi¨®n mental, el d¨¦ficit de atenci¨®n, sale muy caro!¡±, dicen. Los mimos que reclaman camuflan su ignorancia, les llevan a inventar la p¨®lvora.
¡°El Rey reina, no gobierna¡± repiten ahora; ellos lo acaban de descubrir. Y realmente as¨ª es: creyeron que el Rey ten¨ªa que arreglar sus problemas con el Estado o con cualquiera. Son los mismos que permanecen indiferentes cuando el presidente Rajoy no act¨²a como presidente de todos los espa?oles, sino s¨®lo para los de su cuerda o los empresarios. Los mismos que dejan pasar que el president de la Generalitat lleve como una carga que haya catalanes no independentistas o que ni siquiera est¨¢n a favor de cualquier Estado o patria. Los mimados resucitan fantasmas que quiz¨¢s tambi¨¦n ignoren, como hizo hace poco Anna Sim¨®, de ERC, al comentar la abdicaci¨®n del Rey Juan Carlos: ¡°Todo est¨¢ atado y bien atado y Catalu?a tiene ya su propio camino¡±. Todo esto para decir que, como en tiempos de Franco, en Espa?a no hay democracia. Disfrutan, traviesos, usando eufemismos que muestran su afici¨®n a la trampa.
Algunos Peter Pan exhiben un ombliguismo notable, se quejan: ¡°?No podemos votar! ?No nos dejan influir! ?Nada va a cambiar el Estado! ?El discurso de Felipe VI fue aburrid¨ªsimo! ?Las leyes son injustas!¡±. O dicen como un portavoz de la ANC (ver El Pa¨ªs del 6 de junio): ¡°Felipe VI es el ¨²ltimo instrumento del Estado para resolver el problema de Catalu?a¡±. ?Somos el centro del mundo y los otros lo ignoran! De ah¨ª que sus gur¨²s (ver La Vanguardia del 11 de junio) lancen otro eufemismo que ya est¨¢ de moda: desconexi¨®n. Una forma lenta, moderna y solapada de marcharnos, los catalanes, con la m¨²sica a otra parte. ?A d¨®nde?, no lo dicen; la cuesti¨®n es irse: ?Todos a una? ?C¨®mo lo saben?
Hay mimados aristocr¨¢ticos, id¨¦nticos a los mimados que no lo son: la infanta Cristina, sin ir m¨¢s lejos. No suelo hablar de estos asuntos, pero puedo informar (de fuente contrastada) que el entorno del Rey em¨¦rito intent¨®, hace ya tiempo, que la infanta renunciara a sus derechos din¨¢sticos. Para no perjudicar a la instituci¨®n, claro, pero tambi¨¦n por pura dignidad personal. Ella se neg¨® en redondo. Su marido ¡ªy ella misma¡ª tienen a¨²n que rendir cuentas a la justicia. Su padre ya no es Rey, ella ya no es miembro de la familia real pero sigue al final de la l¨ªnea sucesoria. Los mimados empecinados causan estragos humanos y pol¨ªticos.
El nuevo rey, Felipe VI, sabe que el pa¨ªs tiene problemas. Esta semana va a Girona, cuyo Ayuntamiento ha votado que ¡°el t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de Girona no representa a la ciudad¡±. En un pa¨ªs libre se puede decir todo, s¨®lo faltar¨ªa. El nuevo rey lo sabe, prescinde del travieso feo municipal. Los mimados usan su libertad para hacerse notar con efectismos in¨²tiles.
Es menos notorio que los m¨¢s mimados son aquellos (ver el informe de Oxfam Interm¨®n Tanto tienes, ?tanto pagas?) que logran que en Espa?a las personas f¨ªsicas paguen el 92% de la recaudaci¨®n total del Estado y las empresas s¨®lo el 8%. En 2011 Espa?a dej¨® de ingresar por fraude fiscal 90.000 millones (16.000 corresponden a Catalu?a). Demasiado mimo para falsas v¨ªctimas de sus propias travesuras.
Margarita Rivi¨¨re es periodista
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