Los armarios de Madrid, mis armarios

Chueca es un oasis de libertad fundado por quienes no renunciaron a ser libres. Sin ellos, no existir¨ªa como foco social, comercial y cultural admirado en todo el mundo. Recuerdo aquellos d¨ªas los timbres y mirillas de los a?os noventa. Han sido muchos a?os de esconderse, especialmente las mujeres que a¨²n han de esconderse, buscarse y encontrarse, recluirse en un armario.

Madrid es libertad pero no todos creen en esa libertad, no todos respetan las opciones de cada cual ni mucho menos su convivencia en p¨²blico. Por eso estos d¨ªas me acuerdo de aquellas salidas a No te prives, a Ambient, a Escape¡­ Recuerdo aquellas noches de libertad pero tambi¨¦n aquellos timbres a los que hab¨ªa que llamar necesariamente si se quer¨ªa entrar.

Hoy miro a los ojos a Pedro Zerolo, de quien llevo tres a?os tratando de aprender, y veo su paciencia infinita, su lucha sin tregua para que todos los partidos pol¨ªticos entiendan de qu¨¦ se est¨¢ hablando cuando se les habla y se les muestra la libertad. Y en sus ojos me veo reflejada como veo a mis amigas y veo aquellas calles de Madrid a las que las mujeres no sal¨ªan en pareja con sus mujeres. Hablo de los a?os noventa.

"Madrid es libertad pero no todos creen en esa libertad, no todos respetan las opciones de cada cual ni mucho menos su convivencia en p¨²blico"

Conoc¨ªa COGAM y aquellos colectivos, como CRECUL, que ya entonces luchaban por los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid. Siempre fueron valientes y nunca t¨ªmidos. Pero la vida segu¨ªa dentro del armario de los bares y de alguna librer¨ªa, como Berkana.

Las calles eran territorio prohibido para las lesbianas. Hoy veo a las parejas de jovencitas en la calle Conde de Xiquena y recuerdo aquellas noches de mediados de los noventa. No s¨®lo en Chueca; tambi¨¦n en La Lupe y la oscuridad de Lavapi¨¦s. Tambi¨¦n me acuerdo del Chueca anterior, el de los ochenta y lo poco aconsejable de su plaza por el tr¨¢fico de drogas. Me cri¨¦ en este Madrid de salidas nocturnas por Malasa?a y Chueca y tem¨ªa los efectos de la riada de las drogas.

Precisamente por ello, Chueca no es un barrio sin esfuerzo: su atractivo urbano, su reclamo tur¨ªstico, su orden y su limpieza, la de sus vecinos, la ha convertido en una presa codiciada de los depredadores empresariales y municipales, que tratan de aprovecharse de lo ajeno. Pero la nueva Chueca es la creaci¨®n de un colectivo concreto y arrebat¨¢rselo es un robo que no vamos a permitir.

Chueca no puede ser, como busca el PP, un parque tem¨¢tico del que presumir fuera mientras se le persigue de puertas adentro con mensajes como el ruido o la ¡°basura¡±. Buscar el negocio de una semana al a?o mientras se abandona todo un barrio el resto del tiempo es una muestra m¨¢s del conflicto entre ideas e intereses que caracteriza al PP, siempre al servicio de la rapi?a.

"Chueca, lo que conocemos por Chueca, se lo debemos a los colectivos del Orgullo"

Y del poco respeto que tiene este gobierno por los movimientos colectivos y participativos de la ciudad. Chueca, lo que conocemos por Chueca, se lo debemos a los colectivos del Orgullo; y su cultura, tambi¨¦n. Ellos siguen hoy tan combativos como entonces, con propuestas culturales, como un festival de cine al aire libre para estos d¨ªas, rechazado por el PP, y la primera feria del libro LGTB que se hace en Madrid, gracias a Mili Hern¨¢ndez, de Berkana.

Desde el reconocimiento de la diversidad y de nuestro enriquecimiento cultural, creceremos. Los armarios, los abre cada cual como puede y cuando puede, pero no debemos olvidar a quienes nos dieron las primeras llaves. El PSOE de Zapatero, que la derecha tanto cuestiona, y activistas como Zerolo, han hecho leyes que han cambiado este pa¨ªs y han abierto camino a muchos otros. Lo oigo en cada convocatoria de estos colectivos. Escucho el agradecimiento por la Ley de matrimonio homosexual.

Hoy Madrid debe agradecer a todos cuantos transformaron Chueca en el espacio de libertad que es. Y el PP deber¨ªa tener algo de memoria, memoria de la ciudad, historia vivida, la historia de sus gentes, de sus encierros y libertades, porque, sin duda, el PP y su cuarto de siglo de gobierno han tenido mucho m¨¢s que ver con las mirillas que con las libertades.

Tambi¨¦n me parece el momento de dar la enhorabuena a los homosexuales: por su valor, por salir a la calle a expresar y mostrar sus sentimientos. Ten¨ªa ganas de decirlo, eso es todo. Va por todas las amigas que conoc¨ª entonces.

Gracias por aquellos noventa. Y por todas las amigas de Madrid y Barcelona cuya sabidur¨ªa y libertad me hab¨¦is ense?ado. Ojal¨¢ no haga falta esperar a que la memoria de nuestros padres se haya borrado ¨Ccomo me pasa a m¨ª¡ª para reivindicar una libertad que es la libertad de toda la sociedad. Ojal¨¢ el miedo se borre de las calles de nuestra vida.

Gracias Chueca, gracias Madrid.

?Ana Garc¨ªa D¡¯Atri es portavoz de Cultura del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid