?Compartimos gastos en el coche?
En pleno debate sobre su legalidad, diversos ayuntamientos apoyan el servicio
¡ªHola, soy Pedro, ?Eres Sinan?
¡ªS¨ª, encantado. Mete la maleta y si tienes droga t¨ªrala. Risas.
Sinan Ayape, madrile?o cansado de la ciudad, va a surfear a Sopelana siempre que puede. Hace unos meses, un cliente de la farmacia en la que trabajaba le present¨® Blablacar, una red de Internet en la que conductores como ¨¦l buscan compa?eros a los que llevar y con quien compartir gastos. Desde entonces, nunca viaje solo con sus tablas. Siempre hay alguien dispuesto a acompa?arle. Seg¨²n el ¨²ltimo estudio del Observatorio vasco de la juventud, un 15% de los j¨®venes vascos reconoce haber compartido coche con desconocidos.
Pero estas iniciativas no se limitan a la empresa francesa. Los Ayuntamientos llevan a?os tratando de impulsar el servicio carpooling con campa?as de protecci¨®n del medio ambiente, para ir a trabajar, a la universidad o de viaje. La web Compartir.org tiene 4.680 itinerarios dados de alta en el Pa¨ªs Vasco. El usuario cuelga su viaje sin registrarse y la empresa avisa a todos aquellos interesados en el trayecto. Algunos son ocasionales, otros repiten.
La empresa gestiona dominios personalizadas de municipios como Bilbao -que lleva m¨¢s de 10 a?os dando un servicio con 4.000 usuarios- Mondrag¨®n, Ir¨²n, Iurreta y Legazpi, el parque tecnol¨®gico de Zamudio, la oficina comarcal Nerbioi-Ibaizabal o la UPV. Y las iniciativas siguen llegando. Derio lanza esta semana la aplicaci¨®n iDerio, que ofrece a los vecinos el servicio por m¨®vil.
La compa?¨ªa vasca Ibilkari comparte objetivos pero con un modelo distinto. Su iniciativa, m¨¢s cercana al alquiler, proporciona a la treintena de socios de Eusko Car Sharing coches que pueden contratar por el tiempo que quieran. La empresa cuenta con dos veh¨ªculos en Bilbao y una veintena entre Uribe Costa, Arenaza o Elgoibar. ¡°Deber¨ªa hacerse m¨¢s desde el sector p¨²blico¡±, afirma su responsable, Iker Maguregi.
Pero la opci¨®n de compartir no convence a todos. La Federaci¨®n de transportes en autob¨²s (Feneb¨²s) reclam¨® en marzo al Ministerio de Fomento una regulaci¨®n y el cierre para Blablacar. El Gobierno record¨® que "los veh¨ªculos privados no necesitan autorizaci¨®n", aunque podr¨ªa haber infracci¨®n si el conductor se beneficia econ¨®micamente. La regulaci¨®n recaer¨ªa a nivel estatal a trav¨¦s de la ley de ordenaci¨®n de los transportes, no delegada en las comunidades aut¨®nomas. Competencia ha negado la reclamaci¨®n de deslealtad: "Deber¨ªa afectar al inter¨¦s p¨²blico y es lo contrario. El cliente paga menos", asegura su portavoz.
Blablacar tambi¨¦n es un negocio. El pago por transferencia bancaria ¡ª que era el menos habitual¡ª es desde julio la ¨²nica opci¨®n. El usuario desembolsa por anticipado, y, tras el viaje, el conductor cobra. La empresa de negocio electr¨®nico se lleva un 10%. "Es la manera de aportar seguridad al cliente de que el viaje se har¨¢", argumenta la encargada de relaciones p¨²blicas, Elsa de la Haza. A Ayape, que antes ped¨ªa los 20 euros en mano, le ofrece comodidad.
Para no perderse
- Carpooling o ridesharing: Compartir recorridos en coche entre particulares, para viajar o trayectos diarios. Conductor y pasajeros comparten gastos, sin beneficios para el piloto. Blablacar, Amovens, Compartir.org y Carpooling no tienen ni flota ni ch¨®feres.
- Carsharing: Alquiler flexible por d¨ªas u horas. El cliente alquila y paga por las horas concretas. Ibilkari, Bluemove y Avancar.
- P2P carsharing: Alquiler por d¨ªas u horas entre particulares. La empresa no tiene flota propia. Socialcar.
- Servicios de ch¨®fer con licencia: Los conductores tiene licencia, aunque no la del taxi, lo que ha creado una pol¨¦mica en el sector. Uber y Cabify tienen aplicaciones para buscar a los clientes en la ciudad. Blablacar y Amovens quieren diferenciar su servicio.
- Servicios de ch¨®fer sin licencia: Empresas que no han llegado a Europa como Lyft.
El conductor subraya que no solo compensa el gasto: "El coche es m¨¢s que gasolina, son peajes (26 euros), ruedas, revisiones..." Reconoce, sin embargo, que hay gente que saca beneficio con su auto de empresa.Aunque Europa haya dado el visto bueno al transporte colaborativo, su actividad est¨¢ limitada en ciudades como Bruselas. All¨ª, es el Consistorio quien da los permisos a sus dos operadoras: Cambio y ZenCar.
Anna Vall, representante de Compartir.org, se describe como enlace. ¡°Todo est¨¢ en manos del cliente¡±. La empresa de movilidad sostenible se financia a trav¨¦s de licencias con instituciones para las que dise?a un enlace acorde a sus necesidades. ¡°Por los problemas de financiaci¨®n, hemos tenido que saltarnos algunos pagos de los ayuntamientos, pero tenemos que sobrevivir¡±, reconoce Vall, quien, aunque no confirme el precio de su servicio, afirma que es m¨¢s barato que el de su competidora Amovens, que cobra 10.000 euros anuales por activar dominios como el de la campa?a Moveeuskadi del Gobierno Vasco y el parque tecnol¨®gico Miram¨®n.
"Nunca cobraremos al conductor", confirma Diego Ochoa, el responsable de comunicaci¨®n de Amovens. Aboga por una regulaci¨®n, aunque entiende que no les afectar¨ªa. Se consideran mediadores: "Infringir¨ªa la libertad de movimiento".
En 2013, la empresa espa?ola ofreci¨® dos millones de plazas. Se ahorraron hasta 5,7 millones de euros, seg¨²n el mismo estudio. Blablacar, que opera en 12 pa¨ªses, cuenta con m¨¢s de siete millones de usuarios. "Ahorran, sociabilizan o crean una red de networking", afirma de la Haza. Un 22% vuelve a compartir.Tras cuatro horas de viaje, Ayape llega a Bilbao. Da la mano a sus acompa?antes y se cruzan los tel¨¦fonos. Quiz¨¢s no vuelvan a verse. "Uno hasta me acompa?¨® a un concierto de punk. Otros escriben habitualmente para preguntar si subo". Se ha creado su red de contactos.
Sacar provecho al garaje
Las iniciativas para compartir no se limitan a los viajes en coche. "En el centro de Bilbao, hay garajes con 36 plazas vac¨ªas", asegura Alicia Pesquera, impulsora de la web Comparko, una iniciativa con la que pretende que los ciudadanos saquen provecho a su aparcamiento mientras est¨¦n en el trabajo.
Aunque la aplicaci¨®n no est¨¢ todav¨ªa completamente activada, ya se han apuntado m¨¢s de 100 conductores interesados en compartir su parcela de garaje. El 80% son de Bizkaia, pero la experiencia est¨¢ abierta a toda Espa?a. La empresa pretende abrir despu¨¦s del verano la p¨¢gina al completo. All¨ª, todos los que quieran alquilar el garaje tendr¨¢n un mapa con las caracter¨ªsticas, horarios de disponibilidad y ubicaci¨®n de todos los huecos de la ciudad. El que busque, podr¨¢ encontrar una plaza cerca de su trabajo. Y el que la ofrezca podr¨¢ cubrir parte de sus gastos.
Pesquera no es ni inform¨¢tica ni experta en automovilismo, sino una diplomada en magisterio que ten¨ªa una inquietud por buscar otro trabajo. Quer¨ªa hacer algo completamente nuevo. Su hijo trabajaba en el extranjero, y, en sus visitas, comprob¨® que el sistema hab¨ªa sido exitoso en China o Par¨ªs.
La nueva empresaria compara su comunidad con AirBnB, la web en la que usuarios de todo el mundo comparten vivienda. "Son tambi¨¦n bienes inmuebles, pero aqu¨ª est¨¢ todo legislado", comenta. "Los interesados contactan y hacen el contrato como les convenga, sean empresas o particulares".
Sus bases de datos de p¨¢rking facilitar¨¢ en el futuro, adem¨¢s, al Ayuntamiento de Bilbao el registro de las plazas de garaje privadas, que superan las 110.000. Pesquera afirma que el mercado potencial en Espa?a es de cinco millones de usuarios.
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