Boom de vi?as, vinos y bodegas
La ola vitivin¨ªcola se agiganta en Mallorca gracias al capital internacional, de mayor¨ªa alem¨¢n, y los buenos r¨¦ditos del turismo
Ocurre un boom vitivin¨ªcola. En Mallorca se hacen nuevas plantaciones de vi?edo, algunas enormes para la escala tradicional. Hay cultivos en los que no se alcanzan a ver sus l¨ªmites. Los de la payes¨ªa del XX son dispersos, trozos, porciones aqu¨ª y all¨¢. Era la estrategia defensiva de peque?os propietarios temerosos por la ruina de sus abuelos con la filoxera.
Aparecen ahora cientos de vinos de etiquetas de bodegueros o gente ajenos a la tierra. La nueva tendencia se constata en la construcci¨®n de m¨¢s bodegas, hasta m¨¢s all¨¢ de las 70 registradas.
El capital internacional ¡ªalem¨¢n¡ª y el tur¨ªstico fluyen hacia ese te¨®rico negocio que da prestigio y ego pero que requiere inversi¨®n, ojo, tino, a?os y suerte en las cosechas. Un magnate de la cosm¨¦tica, Andrea Schwarzkopf, posee una gran finca y celler en Pollen?a, can Axartell, de cuatro plantas soterradas en una cantera de yeso. Son seis millones invertidos en la obra.
Alrededor del coraz¨®n de Binissalem surgen m¨¢s lagares for¨¢neos: en son Juliana, Ana Vins; en Son Artigues, en Porreres, el alem¨¢n Marc Gayda cosecha vinos. Los Castell Miquel de Alar¨® son de Michael Popp, de Binorica, que se hizo con la finca sa Canova de la ex Sa Nostra. El due?o de la cadena de perfumer¨ªas y del golf de Canyamel, Erwin Franz M¨¹ller, produce caldos en Capdepera y los vende. En Banyalbufar se da el milagro de tres microbodegas de la malvas¨ªa resucitada.
Cl¨¢sicos y familiares son los Mollet-Montenegro de Sunyer y la factor¨ªa Binigrau de Sencelles. En Felanitx, Armero y Vidauba exhiben sus retos, como Miquel Oliver, de Petra, los dos Gelabert de Manacor, los dos Galm¨¦s de centro insular, Jaume de Puntir¨®, los Butxet, son Prim, Pastor, son Puig, son Bordils, los Mortitx y Vidalet¡ dispersos y distintos todos, algunos con fondos colectivos.
El se?or¨ªo lo proclama OM de Algaida, diferente de la matriz de can Ribas de Consell, los Nadal o los r¨²sticos de can Majoral. Las redes y el capital de sus distribuidoras de cervezas y licores dan vida a los lagares enormes de Tianna Negra de Morey, en Binissalem, y Sa Rota de los Bordoy, en Llucmajor.
La peque?a Alemania est¨¢ en Es Fangar, capitalismo cerrado de producci¨®n ecol¨®gica de Peter Eisenmann, que gasta otros 6 millones en una bodega, alejada del latifundio de 1.000 hect¨¢reas, de las que 64 son de vi?a.
La cabecera de las plantaciones alemanas con bodega es Binigual, del fallecido potentado Klaus Graff que cre¨® Teka y Puerto Portals y confi¨® a los j¨®venes roqueros de ?nima Negra (AN) el dar personalidad a sus vinos. El fen¨®meno de AN de Miquel ?ngel Cerd¨¤ y c¨ªa. se explicar¨¢ por el triunfo de otro vino, el del terroir ¡ªcon la fachada de las etiquetas de Barcel¨®¡ª y su capacidad de generar emuladores. Una secuela exitosa es la bodega de 4 Kilos, la escisi¨®n del en¨®logo Xesc Grimalt, que no ara las vi?as y deja que las ra¨ªces de las hierbas aireen el suelo y compitan con las de las cepas. 4K lanza v¨ªdeos estrafalarios y buenos productos enigm¨¢ticos.
La nueva ola del vino no es secreta. Hay movimientos de terrenos que cambian cuadr¨ªculas enteras de la geograf¨ªa y del mapa en el sat¨¦lite. As¨ª naci¨® y se duplica la vi?a gigante en sa Bassa Plana, de los hermanos Miguel y Toni Pascual, de Binissalem, que hicieron su fortuna sirviendo copas a alemanes y poseen la cadena hotelera Pabisa. En Cala Pi, ¨¢rea protegida, tienen ciervos, desforestan garriga, trituran piedras y rellenan su nuevo paisaje de vides.
En Santa Maria, los hijos americanos de Andreu Gelabert, del hotel de S¨®ller, tienen vinos ?ngel, y los de son Ramon, en Llub¨ª- Muro, son de Ramis, de Grupotel. En Santa Catarina, de Andratx, persiste la bodega creada en 1985 por un millonario sueco.
La bodega Maci¨¤ Batle ¡ªvalorada en 20 millones¡ª, con un mill¨®n de botellas al a?o y Ramon Servalls al frente, sigue en manos de Sebasti¨¢n Rub¨ª tras vender un hotel. Otros megaproductores son Pere Seda, de Manacor, y Jos¨¦ Luis Roses Ferrer, de Binissalem, los exFranja Roja, con 80 hect¨¢reas y 700.000 botellas. Mallorca da seis millones de litros a?o.
Solitaria y vehemente, B¨¤rbara Mesquida Mora estrena su nueva bodega en cuarta generaci¨®n en Porreres con otra marca, vinos biodin¨¢micos, est¨¦ticos y literarios. Aumenta la escritura a rayas de la isla con el orden de los vi?edos. Al sol del est¨ªo, las vides ofrecen uno de los escasos verdes que resisten vivos.
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