Antolog¨ªa Kinks para todos los p¨²blicos en la apertura del 49 Jazzaldia
Ray Davies concita en la playa de la Zurriola a varias generaciones
The Kinks fue una gran banda y dej¨® canciones legendarias tras una historia en la que fluctuaron los ¨¦xitos y los fracasos. Muchos los escribi¨® su l¨ªder, Ray Davies, que ayer en la apertura del 49 Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n ha revisado esos viejos temas para un p¨²blico de varias generaciones. Aunque la Jazz Band Ball inaugural del Festival donostiarra ha sido mucho m¨¢s, todo un picoteo de lujo en los escenarios del Kursaal y la playa de la Zurriola, donde ha despedido la jornada la diversi¨®n funky de George Clinton y su grupo Parliament/Funkadelic.
Una tarde espl¨¦ndida, de las pocas de este mes de julio, recib¨ªa simult¨¢neamente en los tres espacios del Kursaal a la Columbia Jazz Band, a la cantante estadounidense Ren¨¦ Marie, que recurri¨® al abanico tras una sugerente interpretaci¨®n de Peel me a grape, y al saxofonista bilba¨ªno V¨ªctor de Diego, que se defendi¨® del exceso de luz con gafas de sol mientras interpretaba con su tr¨ªo una bonita versi¨®n de My heart belongs to daddy.
En esos mismos espacios actuaban, ya en la oscuridad, ZA! y Ibrahim Electric, adem¨¢s de Snarky Puppy, de quienes hab¨ªa hablado maravillas el director del Heineken Jazzaldia, Miguel Mart¨ªn, y que ayer hicieron m¨¦ritos para que su pr¨®xima parada en San Sebasti¨¢n sea en la Plaza de la Trinidad.
Pero todav¨ªa era de d¨ªa cuando el rasgueo de las guitarras de la banda de Ray Davies arrancaba las primeras notas de In need you en el Escenario Verde de la playa, el que suele reunir a la gente m¨¢s joven y a los seguidores del festival m¨¢s partidarios de otras m¨²sicas que del jazz. Anoche, en la arena de La Zurriola estaban reunidos aquellos que tienen la misma edad que el septuagenario Davies, sus hijos e incluso quienes a¨²n no hab¨ªan nacido cuando The Kinks desapareci¨® hace dieciocho a?os.
Davies ejerci¨® de viejo rockero para descubrir a la gente joven, como ¨¦l mismo dijo el martes en una rueda de prensa, "d¨®nde est¨¢ el origen de muchas bandas actuales, como Oasis o Blur". Para ello recurri¨® a temas como Where have all the good times gone, I'm not like everybody else, Dedicated follower of fashion, en el que col¨® a San Sebasti¨¢n en la letra, y Sunny afternoon, con el que la audiencia empez¨® a hacer sus primeros y t¨ªmidos coros.
M¨¢s f¨¢cil result¨® corear Victoria, que enlaz¨® con un en¨¦rgico 20th Century man, tras el cual aprovech¨® para quitarse la americana y cambiar la camisa negra con la que hab¨ªa salido al escenario por una blanca.
Luego llegaron Till the end of the day y un sentido A Long way from home, con el que aprovech¨® para advertir al p¨²blico que uno nunca debe olvidar de d¨®nde viene. Con la divertida Come dancing imprimi¨® marcha de nuevo y con All day and all of the nigth demostr¨® que es una de sus canciones m¨¢s aplaudidas y, en este caso, tambi¨¦n la m¨¢s coreada, m¨¢s incluso que Lola, que dej¨® para el final.
Sus Celluloid heroes se escuch¨® tambi¨¦n el ¨²ltimo tramo y Days son¨® a himno de despedida, justo antes de You really got me, su primer n¨²mero 1, que cumplir¨¢ el medio siglo un d¨ªa del pr¨®ximo agosto. 20 a?os ten¨ªa entonces Ray Davis, que aunque su voz no tenga el vigor de entonces, ha regalado en los bises un Waterloo Sunset y un Low Budget que han sabido muy bien tras un concierto que no ha tenido nada de aburrido viaje nost¨¢lgico.
Para cerrar la jornada, lo de Clinton, que ayer cumpli¨® 73 a?os, ha sido una pura fiesta, un divertimento funk con una veintena de m¨²sicos para darle marcha a la noche. Y como Davies, tambi¨¦n desde el Escenario Verde, el de los j¨®venes, donde ayer mand¨® la gente mayor.
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