La confesi¨®n de Pujol agrieta el equilibrio de CiU a¨²n m¨¢s

El verano de 2014 no est¨¢ siendo f¨¢cil para Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), la federaci¨®n que gobierna en Catalu?a. Y la confesi¨®n del expresidente Jordi Pujol puede mermar todav¨ªa m¨¢s el ya fr¨¢gil equilibrio entre ambas formaciones. En pocos d¨ªas, el socio mayoritario de la federaci¨®n, Converg¨¨ncia, ha visto c¨®mo su secretario general, Oriol Pujol, ten¨ªa que renunciar definitivamente al cargo por sus problemas judiciales, imputado por cohecho y tr¨¢fico de influencias en el caso ITV, de trato de favor en la concesi¨®n de inspecciones t¨¦cnicas de veh¨ªculos. Y Uni¨® tambi¨¦n ha removido las aguas de la federaci¨®n con la renuncia de Josep Antoni Duran Lleida, cr¨ªtico con la gesti¨®n del proceso soberanista, a la secretaria general de CiU.

En plena reorganizaci¨®n de los partidos y la federaci¨®n, a las puertas de un oto?o lleno de turbulencias pol¨ªticas por la consulta soberanista del 9 de noviembre, su m¨¢ximo referente, Jordi Pujol, ha confesado que durante 34 a?os ha tenido patrimonio escondido en el extranjero. La revelaci¨®n ha sentado como una losa en la federaci¨®n, especialmente en Converg¨¨ncia, donde consideran a Pujol su padre pol¨ªtico.

Desde entonces, Pujol se ha encargado de poner paz en cada conflicto entre ambas formaciones, siendo el dique que conten¨ªa las amenazas de ruptura que se produc¨ªan en cada crisis interna. La federaci¨®n ha funcionado con mala salud de hierro hasta el inicio del proceso soberanista, donde ambos partidos parten de una diferencia aparentemente irreconciliable: Uni¨® apuesta por seguir en Espa?a, y Converg¨¨ncia por la independencia. Con el proceso soberanista tensando la relaci¨®n entre ambos partidos y sin el referente de la federaci¨®n, CiU pierde otro motivo para seguir unida.