Toundra, a por Europa

Madrid, s¨¢bado 14 de septiembre de 2013. M¨¢s de 10.000 almas se agolpan en la explanada central del Dcode para ver, en teor¨ªa a Franz Ferdinand, o Love of Lesbian. La alemana Jessica Lausen ha tomado un vuelo barato desde Dortmund para asistir al festival, pero prefiere apostarse entre las primeras filas del escenario peque?o y seguir las evoluciones de Toundra, un cuarteto madrile?o que practica rock instrumental, crudo, guitarrero, contundente, poco indicado para o¨ªdos timoratos. Al finalizar la actuaci¨®n, se acerca a esos cuatro sudorosos muchachos y los aborda. ¡°Creo que nunca hab¨ªa visto una banda que aproveche tan bien su energ¨ªa¡±, les felicita con una amplia sonrisa. Jessica es joven, pero la tarjeta de visita que extiende a los chicos la acredita como jefa de producto de Century Media, probablemente el sello de metal y hardcore m¨¢s grande del mundo.

La factor¨ªa para la que graban grupos tan poderosos (en todos los sentidos) como In Flames, Dredg, High on Fire o Napalm Death llevaba meses sigui¨¦ndo la pista a Toundra, pero aquel adrenal¨ªnico bolo veraniego en la Ciudad Universitaria acab¨® de convencerlos. Los guitarristas Esteban Gir¨®n (27 a?os) y David L¨®pez (37), el bajista Alberto Tocados (29) y el bater¨ªa ?lex P¨¦rez (31) son desde hace unas semanas la su nueva gran apuesta internacional; publicar¨¢n con ellos su nuevo disco, IV, en enero de 2015 y antes, en noviembre, emprender¨¢n una gira por Alemania, Holanda, Italia, Grecia y Ruman¨ªa que suma, de momento, 15 fechas. ¡°Un fichaje as¨ª es de esas cosas que jam¨¢s esperas. Quiz¨¢s un d¨ªa nos arrepintamos de haberles dicho que s¨ª, pero si desech¨¢bamos la oferta nos habr¨ªamos estado reconcomiendo toda la vida¡±, resume ?lex.

Nadie habr¨ªa podido imaginar el episodio a pie de escenario en el Dcode all¨¢ por febrero de 2008, cuando Toundra ofreci¨® su primer concierto, en la Sala Barracudas (Parque de las Avenidas), ante unas 30 o 40 personas. ¡°Y eso que yo no sal¨ª con malas sensaciones: mis dos grupos anteriores no le hab¨ªan gustado absolutamente a nadie¡±, se carcajea el carism¨¢tico Gir¨®n, del que sus compa?eros se burlan con el apodo de El Jefecito. En julio de aquel mismo a?o, otra vez en Barracudas, ya hab¨ªa dos centenares de personas y algunos se quedaron sin entrada. Y de ah¨ª a la gira de III (2012-13), con llenazos en la barcelonesa Sala Apolo y en la madrile?a Joy Eslava, la trayectoria ha seguido una prolongada l¨ªnea ascendente. ¡°Que cada d¨ªa ganamos experiencia pero no perdemos ilusi¨®n¡±, resume Tocados, el otro fundador junto a Gir¨®n. ¡°No dejamos nada al azar, nos tomamos las cosas muy en serio. Y en cada nuevo disco ganamo en complejidad¡±. La banda funciona como una espartana familia autogestionaria que se ocupa personalmente de todo lo relativo a promoci¨®n, dise?o, merchandising o contabilidad. ¡°Por el momento solo hemos conseguido dinero para pagar el local de ensayo¡±, certifica ?lex, responsable de los n¨²meros. "A partir de ahora, ya veremos¡­".

El gigante alem¨¢n no les permitir¨¢ que IV est¨¦ disponible en descarga gratuita, como sus antecesores, pero les ha garantizado absoluta libertad De hecho, el ¨¢lbum ya est¨¢ terminado: se grab¨® del 23 de junio al 16 de julio, a caballo entre Madrid y Vilafranca del Pened¨¦s, e incluye siete composiciones extensas e instrumentales, como de costumbre. Solo falta titularlas: habr¨¢ una llamada Strelka (flecha, en ruso") y otra Qarqom, pero sus cinco hermanitas siguen sin bautizar.

Los cuatro coinciden en que IV resultar¨¢ ¡°m¨¢s tarareable¡±. Parte de culpa quiz¨¢s recaiga en David L¨®pez, tambi¨¦n guitarrista en Adrift y El P¨¢ramo y miembro de Toundra desde hace algo m¨¢s de un a?o (su antecesor, V¨ªctor Garc¨ªa-Tapia, se mud¨® a Barcelona y ha fundado all¨ª Minor Empires). ¡°Supongo que han terminado not¨¢ndose mis gustos m¨¢s sinf¨®nicos, desde Robert Fripp a David Gilmour¡±, admite L¨®pez, hombre de pelo disparado y luenga barba entrecana que ejerce como abogado penal cuando no est¨¢ con la guitarra entre las manos. ¡°Y s¨ª¡±, admite con guasa: ¡°alg¨²n juez ha pensado que yo era el delincuente y mi cliente, el abogado¡­¡±.