Pueblos abandonados, otra oportunidad
La venta de Esblada, en Alt Camp, se cerrar¨¢ en septiembre
En la sierra de Bufraganya, Tarragona, la naturaleza se mezcla con las ruinas de unas mas¨ªas que, hasta hace algunas d¨¦cadas, respiraban vida. Un total de 14 viviendas, una iglesia y un cementerio formaban el pueblo de Esblada, que pertenece al municipio de Querol, en la comarca del Alt Camp (Tarragona).
El pueblo, del que existen referencias desde hace m¨¢s de 700 a?os, seg¨²n explica el profesor de la Universitat de Lleida, Mois¨¦s Selfa Sastre, ¡°ha sufrido progresivas despoblaciones a lo largo de su historia, aunque siempre ha vivido alguien all¨ª¡±.
¡°El encanto que tiene es lo descuidado que est¨¢¡±. La familia Mart¨ªn lleg¨® a Esblada hace 14 a?os en busca de silencio y tranquilidad. ¡°Para algunos puede representar una pesadilla venir aqu¨ª; en cambio, para m¨ª, cada d¨ªa que tengo que bajar a Barcelona es una agon¨ªa¡±. Ram¨®n Mart¨ªn, de 62 a?os, es el propietario de una casa que hay junto a la iglesia Sant Jaume, una casita que ha convertido en una vinater¨ªa.
Y es que Mart¨ªn es tambi¨¦n el propietario de la Vinater¨ªa de Verdi, en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona. Ram¨®n y su mujer Mayte son, por el momento, los ¨²nicos habitantes de este peque?o n¨²cleo. Pero no por mucho tiempo, ya que, seg¨²n confirma Elvira Faif¨¢n, gerente de la p¨¢gina web aldeasabandonadas.com, ¡°la venta del pueblo se cerrar¨¢ el septiembre¡±. Faif¨¢n, asegura que ¡°los compradores son de la zona¡±, aunque prefieren mantenerse en el anonimato.
A veces aparecen como deshabitados n¨²cleos que tienen vecinos en verano
Esblada se puso a la venta por 280.000 euros el a?o pasado a trav¨¦s de este portal inmobiliario y han sido muchos los que se han interesado por comprarlo. ¡°Hubo muchos inversores extranjeros que vinieron a visitarlo¡±, asegura Faif¨¢n. Seg¨²n la gerente del portal, en Catalu?a podr¨ªa haber ¡°unas 125 aldeas abandonadas, aunque solo podr¨ªan venderse unas 10¡±.
El problema es que hay muchas aldeas en las que no vive nadie, pero las casas pertenecen a diferentes propietarios y es muy dif¨ªcil localizarlos y que todos quieran vender¡±, asegura Faif¨¢n, cuya web ha gestionado con Esblada, la venta de tres aldeas en Catalu?a. ¡°Adem¨¢s, hay veces en las que se trata de residencias de verano, por eso aparecen como zonas deshabitadas¡±, aunque no lo son, sentencia. Esblada pertenec¨ªa a un ¨²nico propietario, lo que ha hecho que se pueda llevar a cabo la venta. La de todo el pueblo, salvo la iglesia, que pertenece al obispado, y la casa de los Mart¨ªn.
Ram¨®n cree que sus nuevos vecinos pueden ser unos chicos que estuvieron por all¨ª hace menos de un mes y que no ten¨ªan m¨¢s pretensiones que las de vivir, ¡°lejos de la especulaci¨®n¡±. Vivir la tranquilidad, vivir el silencio, levantar algunas mas¨ªas ellos mismos y, mediante el uso de energ¨ªas alternativas, vivir de la tierra. ¡°Eran personas que quer¨ªan cambiar de vida¡±, asegura Ram¨®n, quien asegura que, de ser estos j¨®venes los nuevos habitantes de Esblada, no tendr¨ªa ning¨²n inconveniente en compartir esa soledad, que tanto le gusta, con ellos.
¡°Hace algunos a?os hubo un proyecto para hacer aqu¨ª un pueblo-geri¨¢trico, pero la idea finalmente se abandon¨®¡±, afirma Ram¨®n. A pesar de que al principio a su mujer le cost¨® un poco adaptarse a la zona, Ram¨®n testifica entusiasmado que vivir en esta peque?a aldea es una ¡°experiencia inexplicable¡±.
Un portal especializado ha gestionado la compra de tres peque?os n¨²cleos
¡°Hubo quien me dijo que estaba loco por venirme a vivir a Esblada, ya que es un lugar que est¨¢ un poco en tierra de nadie¡±, pero despu¨¦s de llevar dedic¨¢ndose m¨¢s de 40 a?os a la hosteler¨ªa, Ram¨®n y su familia vieron en Esblada un lugar ideal para desconectar.
Un perro de la raza golden retriever y otro pastor alem¨¢n son los guardianes cuando la familia Mart¨ªn no est¨¢. La iglesia ofrece misa el ¨²ltimo domingo de cada mes y, como el lugar se encuentra dentro de la Ruta del C¨ªster, no son pocos los curiosos que, ya sea andando o en bicicleta, pasan por all¨ª, sobre todo los fines de semana.
El ruido de los aviones, los coches que se oyen venir desde lejos y la naturaleza completan el entorno. Para Ram¨®n, el ¨²nico inconveniente que tiene vivir all¨ª es que no tiene ¡°m¨¢s cosas de las que haya en la casa¡±. Ha tenido que olvidar cosas tan cotidianas para ¨¦l como era bajar a ¡°comprar el peri¨®dico a diario¡±.
El hecho de vivir en un lugar apartado de la sociedad y lejos de las comodidades que dan las ciudades o los pueblos fue lo que hizo, en su d¨ªa, que las familias fueran abandonando Esblada. Ese mismo motivo es que el hace, d¨¦cadas despu¨¦s, que la familia Mart¨ªn as¨ª como los futuros inquilinos vuelvan aqu¨ª. Una vuelta al pasado y una vuelta a una manera de vivir diferente a la vida que se hab¨ªa llevado hasta el momento. Ram¨®n Mart¨ªn lo tiene claro, ¡°quien viene a Esblada, se enamora¡±, y eso es lo que les habr¨¢ pasado a los futuros vecinos.
Peralta, una aldea convertida en hotel
A 35 kil¨®metros de Esblada se encuentra el pueblo de Peralta, que forma parte del municipio de Renau. Ahora, el hotel Peralta y una iglesia es lo ¨²nico que queda en el lugar. "La iglesia fue lo primero que restaur¨® mi padre cuando compr¨® el pueblo, ya que solo quedaba en pie el campanario", asegura Jos¨¦ Luis Robert, due?o del hotel. "Despu¨¦s reconstruy¨® la casa principal, donde nos dijeron que hab¨ªa una f¨¢brica de aguardiente", convirti¨¦ndose as¨ª en la casa familiar. Esta casa junto a otras tres son las que ahora forman el hotel.
"El pueblo se compr¨® hace unos 25 a?os y tras a?os de obras, otros a?os en las que las casas estuvieron tapiadas e incluso llegaron a ser ocupadas, decid¨ª hacer el hotel", asegura Robert.
"Energ¨¦ticamente tiene muy buen rollo", confirma el due?o de este hotel que lleva abierto diez a?os y que cuenta con 16 habitaciones que est¨¢n ambientadas en pa¨ªses como la India. Catalogado de "hotel con encanto", las instalaciones cuentan con piscina y restaurante.
El complejo est¨¢ destinado "a parejas que busquen relajarse y disfrutar de la tranquilidad". La tranquilidad y el silencio que muchos empiezan a buscar para vivir es lo que motiv¨® Jos¨¦ Luis Robert a abrir este hotel, convirti¨¦ndose ¨¦l y sus empleados en los ¨²nicos habitantes del pueblo. Siendo esta otra manera de llevar vida a una aldea abandonada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.