El pirata Drake no fue invencible
El Instituto de Patrimonio Cultural de Madrid restaurar¨¢ un estandarte arrebatado al temible corsario por un descendiente del Doncel de Sig¨¹enza
La catedral de Sig¨¹enza, esconde un tesoro hist¨®rico tan rico e interesante como desconocido. Se encuentra oculto en una estancia oscura de grandes dimensiones situada detr¨¢s de una extensa bancada de madera que recorre una espaciosa sala capitular catedralicia. Una puerta de madera, camuflada tras la siller¨ªa, conduce al lugar donde el tesoro ha languidecido durante cuatro largos siglos: un ajuar formado por dos estandartes y una banderola cuajados de historia.
Uno de ellos es una ense?a aspada con la cruz de San Andr¨¦s, bien conservada, que perteneci¨® a un regimiento formado por universitarios seguntinos y al mando del marqu¨¦s de La Romana. El destacamento fue enviado a Dinamarca para impedir que lucharan en Espa?a contra Napole¨®n. Su heroico retorno ha escrito una renombrada p¨¢gina de la historia militar espa?ola.
El otro emblema, de m¨¢s solera hist¨®rica a¨²n, si cabe, es el estandarte de siete franjas, el ¨²nico capturado en combate al hasta hoy mismo invicto ¨Cseg¨²n la historiograf¨ªa inglesa¡ªsir Francis Drake, pirata al servicio de Isabel I de Inglaterra y por ella ennoblecido, al que le fue arrebatado en retirada el 5 de junio de 1589 sobre el litoral lisboeta junto a Cascaes por tropas espa?olas all¨ª desplegadas al mando de conde de Fuentes, mientras Alonso de Baz¨¢n, hermano del marqu¨¦s de Santa Cruz, estaba al mando de las galeras espa?olas.
El estandarte, de 3.30 metros de longitud por 1.68 metros de anchura, tiene siete franjas de tafet¨¢n en colores blanco, rojo, azul turquesa, amarillo, granate, verde y blanco, de las que se conservan cuatro. Fue examinada en un estudio vexilol¨®gico que data de 1992, por los especialistas Antonio Manzano y Luis Sorando. Una tercera bandera procede de aquella misma acci¨®n y se desconoce su origen, si bien se cree que era de infantes portugueses.
La ense?a capturada a Drake se encuentra deteriorada y hoy sometida in situ a un tratamiento contra ¨¢caros, insectos y carcoma. No obstante, el Museo Naval de Madrid se propuso exhibirlo, tras ser restaurado, en una futura exposici¨®n. Una de las singularidades del estandarte arrebatado a Drake es que quien lo captur¨® fue Sancho Bravo y Arce de Laguna, sobrino-nieto del llamado Doncel de Sig¨¹enza, Mart¨ªn V¨¢zquez de Arce; su escultura sedente en alabastro, insertada en su sepulcro, compone una de las joyas escult¨®ricas del Renacimiento espa?ol. Algunos atribuyen su talla a Andrea Sansovino, disc¨ªpulo del Pollaiollo, ya que su hechura es contempor¨¢nea de la estancia del artista italiano en la catedral de Toledo para esculpir el enterramiento del poderoso cardenal Mendoza.
Francis Drake, por orden de Isabel I de Inglaterra, en el invierno de 1589, recibe la encomienda regia de formar una poderosa flota no oficial ¡ªsolo cont¨® con seis galeones reales de los 180 buques que reuni¨®¡ª y de enrolar una mariner¨ªa que lleg¨® a 27.667 embarcados, entre navegantes e infanter¨ªa. John Norris comandaba con Drake la expedici¨®n. Deb¨ªan encaminarse en primer lugar hacia Santander, para arrasar muchas las 102 naves hispanas que sobrevivieron a la Armada Invencible ¡ªformada esta por 137 naves¡ª, y que en su mayor¨ªa estaban siendo reparadas en el puerto entonces castellano. As¨ª lo explica el historiador Luis Gorrochategui, autor del libro La Contra-Armada. La mayor cat¨¢strofe naval de la Historia de Inglaterra, editado por el Ministerio de Defensa en 2011 y reci¨¦n traducido al ingl¨¦s.
Drake, por imperativo regio, deb¨ªa luego aproar hacia Lisboa ¡ªya que entonces Portugal permanec¨ªa bajo el dominio de la Corona espa?ola¡ª, para expulsar a Espa?a del territorio lusitano, imponer un pretendiente portugu¨¦s af¨ªn a Inglaterra, el prior de Crato, de nombre Antonio; asimismo, deb¨ªa cortar definitivamente las comunicaciones entre la Pen¨ªnsula y el continente americano, con objeto de cercenar el poder¨ªo espa?ol sobre Am¨¦rica del Sur y, de paso, quedarse tambi¨¦n con Brasil, asignado a Lisboa por el Tratado de Tordesillas, ya en 1479.
Pero el pirata Drake, que zarp¨® de Plymouth con 180 nav¨ªos y casi 28.000 hombres a finales de abril de 1589, desobedeci¨® a su reina; eludi¨® Santander e intent¨®, por su parte, tomar y arrasar La Coru?a, sin ¨¦xito, al ser fieramente repelido por los lugare?os, entre los que destac¨® Mar¨ªa Pita, como recuerda una l¨¢pida colocada en la muralla de la ciudad gallega el pasado 14 de mayo, 450 a?os despu¨¦s de aquella gesta.
Rumbo a Lisboa, Drake y Norris encontraron fort¨ªsima resistencia espa?ola y, tras desembarcar en las inmediaciones de Cascaes, sus tropas ser¨ªan derrotadas y dispersas. Seg¨²n el documentalista brit¨¢nico R. B. Werham, en un texto sobre aquella expedici¨®n publicado en 1988, de los 27.670 marineros y soldados embarcados en Plymouth, solo 3.700 marinos y soldados se presentar¨ªan a la paga en el mismo puerto ingl¨¦s a su regreso de la fracasada expedici¨®n punitiva contra Espa?a. ¡°Y ello sobre una flota que dej¨® el litoral lusitano sembrado de hasta 80 nav¨ªos hundidos o bien buques-fantasmas al pairo, con tripulaciones capitidisminuidas o diezmadas por la peste, la desorganizaci¨®n y la derrota de aquella frustrada invasi¨®n de Portugal, que permiti¨® que Latinoam¨¦rica prosiguiera tres siglos m¨¢s bajo el dominio espa?ol¡±, concluye el historiador Luis Gorrochategui.
¡°La historiograf¨ªa brit¨¢nica circula desde entonces por Espa?a veloz y profusamente; pero la historiograf¨ªa espa?ola es all¨ª completamente desconocida¡±, se lamenta. Prueba de ello es que el Golden hind, buque emblema de Drake, se sigue exponiendo en un puerto ingl¨¦s y sus visitantes desconocen que aquel buque, que el pirata llev¨® a su Contra-Armada para vengar a la Invencible, fue hundido por espa?oles en las procelosas aguas portuguesas.
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