La presi¨®n del Ayuntamiento lleva al cierre a un tercio de los clubes cann¨¢bicos
20 asociaciones de Barcelona han bajado la persiana y otras 29 lo har¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas
Una de cada tres asociaciones de consumo de cannabis de Barcelona deber¨¢ bajar la persiana en los pr¨®ximos d¨ªas. El Ayuntamiento ha ordenado durante la ¨²ltima semana a 49 clubes de autoconsumo que cesen su actividad en 48 horas, despu¨¦s de que la Guardia Urbana detectara ¡°deficiencias en su funcionamiento y problemas de convivencia con los vecinos¡±. Una veintena de entidades dejaron de funcionar entre el martes y la ma?ana del mi¨¦rcoles. Las otras 29 a¨²n est¨¢n dentro del plazo.
Las clausuras son el resultado de la primera fase del dispositivo Sativa, por el que la Guardia Urbana inspeccion¨® el pasado mes de julio las 145 asociaciones cann¨¢bicas que operan en la capital catalana. El cuerpo policial ha puesto la lupa en dos cuestiones: que los clubes hayan comunicado su constituci¨®n al Consistorio y que no causen molestias a los vecinos. Benito Granados, el inspector del distrito de Ciutat Vella, inform¨® ayer que durante la segunda etapa los agentes realizar¨¢n nuevas revisiones, pero con el foco puesto en aspectos ¡°m¨¢s secundarios¡±.
El dispositivo forma parte de la ¡°actuaci¨®n urgente¡± que el Ayuntamiento inici¨® en junio para poner orden en un sector que mueve cinco millones de euros al mes y que tiene prohibido lucrarse. Adem¨¢s, vet¨® la creaci¨®n de nuevas asociaciones durante un a?o y prepara una regulaci¨®n que presentar¨¢ en septiembre.
De la veintena de clubes cerrados, 13 tuvieron que ser precintados por la Guardia Urbana, ya que no acataron la orden de cese de la actividad. Una decena operaba en Ciutat Vella y los otros tres, en Horta-Guinard¨®. Entre los primeros estaba la asociaci¨®n 420, en la calle de Notariat, que decidi¨® continuar abierta y presentar una querella contra tres funcionarios del Consistorio por prevaricaci¨®n, coacciones y atentado contra el derecho de asociaci¨®n.
El teniente de alcalde, Joaquim Forn, asegur¨® este mi¨¦rcoles que 420 ¡°estaba en su derecho¡±, pero que la Administraci¨®n no puede permitir que el vac¨ªo legal ¡°convierta a Barcelona en una ciudad adecuada para actividades ilegales relacionadas con la venta y el consumo de cannabis¡±. Forn afirm¨® que esta entidad hab¨ªa sido la ¨²nica en la que se intercept¨® a menores de edad y que contaba con un bar de concurrencia p¨²blica, algo para lo que no ten¨ªa licencia.
La clausura de una tercera parte de los clubes cann¨¢bicos de Barcelona ha generado reacciones encontradas entre las dos grandes agrupaciones del sector. La Federaci¨®n de Asociaciones Cann¨¢bicas Autorreguladas de Catalu?a (Fedcac), que representa a 26 clubes, acus¨® al Ayuntamiento de realizar una ¡°persecuci¨®n¡± a este tipo de establecimientos por ¡°razones pol¨ªticas¡±. Fedcac, que tiene entre sus miembros a algunos afectados por el dispositivo, critic¨® la actitud de las autoridades, que ¡°por un lado dialogan con nosotros¡± y por el otro ¡°nos cierran los locales¡±.
La Federaci¨®n de Asociaciones Cann¨¢bicas de Catalu?a (Catfac), en cambio, descart¨® que haya ¡°una cruzada del Ayuntamiento¡± contra los clubes. Su portavoz defendi¨® este mi¨¦rcoles que el objetivo es ¡°poner orden¡±. Sin embargo, consider¨® que el Consistorio ha actuado ¡°a destiempo¡±. El representante de Catfac, que cuenta con 25 miembros, explic¨® que ¡°primero se deber¨ªa de haber establecido una regulaci¨®n y luego, ya se podr¨ªan haber hecho las inspecciones¡±. Asegur¨® que est¨¢ de acuerdo con que la Administraci¨®n controle que no se desarrollen pr¨¢cticas como la apolog¨ªa a la marihuana o su venta a turistas, pero que la forma en que se ha llevado a cabo este operativo solo ¡°a?ade m¨¢s inseguridad¡± a las entidades.
El inspector de la Guardia Urbana en Ciutat Vella asegur¨® que muchas asociaciones cann¨¢bicas de su distrito ¡°formaban un modelo de negocio¡±, con cantidades de socios ¡°superiores a las razonables¡±. Algo que, seg¨²n explic¨®, despierta sospechas de que escondan venta a turistas que se inscriben una vez y luego se van de la ciudad. Algunas de las asociaciones clausuradas cuentan con m¨¢s de 5.000 socios.
El Ayuntamiento ultima una normativa que establezca los requisitos para abrir un club de consumo de cannabis. Esta deber¨ªa estar acabada en septiembre. Forn, explic¨® que expertos en el ¨¢mbito m¨¦dico y farmacol¨®gico colaboran en su elaboraci¨®n y que la prioridad del Consistorio es la convivencia: ¡°Muchas veces estas asociaciones esconden una actividad que puede perjudicar la salud de los vecinos, como el humo que sale por el patio de luces¡±.
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