Sorolla pintaba hasta en el men¨²
La casa del pintor es el museo m¨¢s apreciado de Madrid por los visitantes Se sacan a la luz 5.000 dibujos del artista, algunos se expondr¨¢n en dos muestras en oto?o
Hay una puerta en Madrid que da directamente a los jardines del Generalife en Granada. Al entrar en el n¨²mero 37 de la calle del General Mart¨ªnez Campos la ciudad desaparece. El tr¨¢fico queda tras el muro de ladrillo. El sonido de los chorros de agua en las acequias nos trasladan al universo del pintor Joaqu¨ªn Sorolla (Valencia, 1863 - Cercedilla, 1923). Aqu¨ª construy¨® el hogar en el que vivi¨® sus dos ¨²ltimas d¨¦cadas junto con su familia. Un lugar en el que se para el tiempo.
La casa de Sorolla fue el museo mejor calificado por los visitantes seg¨²n un estudio publicado a finales de 2013 por el Laboratorio Permanente de P¨²blico (organismo que depende del Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deportes) y que estar¨¢ disponible en su web antes de que acabe el 2014. Se midieron las vivencias del espectador tras su paso por esta instituci¨®n y por otras 11. El aprendizaje, el disfrute, la inmersi¨®n, la felicidad, la sensaci¨®n de control del espacio y de p¨¦rdida de la noci¨®n del tiempo son algunos de los par¨¢metros mejor valorados en este museo.
La capacidad creativa y acumulativa del Sorolla se traduce en un museo con miles de fondos de diversa ¨ªndole: lienzos, correspondencia, indumentaria... Se ha finalizado un proyecto de catalogaci¨®n de casi 5.000 dibujos que se acaban de colgar en el cat¨¢logo online del museo. In¨¦s Abril y M¨®nica Rodr¨ªguez, las dos documentalistas que han llevado a cabo este trabajo se han encontrado "de todo": bocetos preparatorios para los encargos de la Hispanic Society of America, paisajes, retratos de los reyes, cuadernos. Bastantes esbozos sobre men¨²s de cafeter¨ªa, los hac¨ªa para entretenerse retratando a comensales de otras mesas, pon¨ªa atenci¨®n a la indumentaria que luego comentaba con su mujer. Este proyecto ha durado 15 meses y ha sido financiado por la Fundaci¨®n Museo Sorolla y con 25.000 euros de la Ayuda Garc¨ªa Vi?olas otorgada por la Fundaci¨®n Mapfre. Los dibujos se podr¨¢n ver a partir del pr¨®ximo oto?o cuando el pintor valenciano protagonice dos exposiciones en Madrid, una en su casa-museo, Dibujos de mar, y otra, Sorolla en Am¨¦rica en la Fundaci¨®n Mapfre.
La Casa del pintor traslada al usuario a los ambientes italianos y andaluces que Sorolla recre¨® en el jard¨ªn: fuentes ¡ªcuyo ruido es el protagonista¡ª, capiteles hispanomusulmanes, el togado romano... Invitan al que lo visita a sumergirse en la vida del artista. Para los vecinos de la zona es el "parque m¨¢s cercano". Una trabajadora de un centro est¨¦tico contiguo pasa all¨ª "las sobremesas". Confiesa que no hab¨ªa o¨ªdo hablar de Sorolla antes, pero despu¨¦s de tantos ratos en el jard¨ªn un d¨ªa decidi¨® entrar al museo bajo la atenta mirada del busto del pintor que hay bajo la p¨¦rgola de la entrada y que fue realizado por su amigo el escultor Mariano Benlliure.
La entrada, que sin descuento son 3 euros, se compra en la planta m¨¢s baja, zona reservada para la cocina y los lavaderos. En estas dependencias se exponen las numerosas cer¨¢micas que atesoraba Sorolla, sobre todo, de f¨¢bricas valencianas como Alcora y Manises. Este artista es, a su vez, coleccionista, como demuestran estos objetos y otros como piezas arqueol¨®gicas, v¨ªrgenes y mobiliario que se distribuye por toda la casa.
El primer piso muestra el verdadero universo del pintor. Es la parte p¨²blica de la casa, donde pintaba, almacenaba material y recib¨ªa visitas. Donde se exponen sus obras y sus objetos personales. Tres salas invadidas por el esp¨ªritu de Sorolla, por sus pinceles y caballetes, donde el espectador no se siente obligado a hacer un recorrido fijo. Es tan libre de acercarse a un lienzo a observar la pincelada como de pararse ante una vitrina donde se muestran sus condecoraciones o sus objetos de escritorio. El visitante no se siente abrumado por indicaciones que le dirijan. Se pierde la noci¨®n del tiempo frente a las innumerables notas de color: bosquejos sobre diversos materiales (tablillas, cart¨®n...)
Una madre ense?a a su hija la diferencia entre ver un gran cuadro a pocos cent¨ªmetros o al otro lado de la sala. Se acercan y se alejan de La bata rosa. De lejos, la ni?a de 6 a?os pensaba que la luz de una ventana con una persiana a medio bajar incid¨ªa directamente en la obra. De cerca, su madre le explica que lo que ella pensaba que era un rayo de sol solo era una pincelada m¨¢s clara. La ni?a, incr¨¦dula, buscaba la ventana y alargaba la mano para tocar la pintura. Este es un ejemplo del tratamiento de la luz por parte del artista valenciano. Pintor de la luz, pero tambi¨¦n, de tipos populares, retratista... Sus hijos y su esposa son omnipresentes en todas las paredes. Retratados en la playa, en donde el viento parece que va a hacer que se vuelen.
Sorolla tiene la capacidad de llevar el mar a su casa, de meter su luz y su brisa en un lienzo... o incluso de plasmar la moda en un men¨².
Museo Sorolla. Calle del General Mart¨ªnez Campos, 37. De martes a s¨¢bado de 9.30 a 20; domingo y festivos de 10 a 15.
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