El silenciado h¨¦roe republicano
Un libro saca del olvido a Francisco Ros, que salv¨® a muchos franquistas pero sufri¨® torturas y palizas
En el transcurso de una entrevista, un empresario empez¨® a contar cosas de su padre. Pocas, porque tampoco sab¨ªa mucho de su pasado pol¨ªtico. S¨ª que hab¨ªa sido un hombre bueno, republicano, el ¨²nico en una acomodada familia de Orihuela, y que hab¨ªa sufrido mucho por ello, incluido un consejo de guerra. El periodista y escritor Jos¨¦ Antonio Mu?oz Grau se qued¨® con el nombre y se puso a investigar. Cinco a?os estuvo tirando del hilo con el que se teje el olvido y el oprobio hasta sacar a la luz la conmovedora historia de Francisco Ros Alifa, un militante de Uni¨®n Republicana que salv¨® la vida a centenares de personas, amigos y enemigos, franquistas perseguidos por milicianos descontrolados que se tomaban la justicia por su mano.
Proteg¨ªa a la gente desde su cargo de director del hospital San Juan de Dios de Orihuela, que se convirti¨® en un refugio. Extend¨ªa partes m¨¦dicos falsos, ama?aba salvoconductos, mandaba ambulancias para atender presuntas urgencias y rescatar a alguien, se encaraba con el m¨¢s despiadado cabecilla. Pero no dej¨® de ser, para algunos ¡°un rojo peligroso¡±. Acabada la Guerra Civil, fue objeto de todo tipo de humillaciones, desde torturas y palizas hasta ¡°su muerte social¡±. ¡°Echaron una losa sobre su memoria que llega hasta nuestros d¨ªas y que lo ha borrado de la historia de la ciudad¡±, explica Mu?oz Grau, que ha plasmado su lustro de indagaciones en el libro Un republicano en Orihuela del Se?or, que ha editado ¨¦l mismo y que ha concitado un gran inter¨¦s en la poblaci¨®n natal de Miguel Hern¨¢ndez.
Precisamente, un investigador de la obra del c¨¦lebre poeta que escribi¨® El rayo que no cesa, Santos Escarabajal, vio, desde M¨¦xico y por Internet, la entrevista al empresario Salvador Ros en el programa que dirige Mu?oz Grau en un televis¨®n local de la localidad alicantina y se dirigi¨® a ¨¦l. El investigador, que gan¨® en 2012 el Premio Internacional de Periodismo Miguel Hern¨¢ndez, junto al periodista Miguel ?ngel Nepomuceno, por Las dos muertes de Miguel Hern¨¢ndez, le aconsej¨® que buscar¨¢ documentaci¨®n sobre Francisco Ros en el Archivo del Ej¨¦rcito de Madrid. ¡°Efectivamente, all¨ª encontramos que hab¨ªa sido sometido no a uno sino a dos consejos de guerra, algo que desconoc¨ªan sus hijos¡±, comenta Mu?oz Grau.
Entre los papeles se hallan numerosas declaraciones a favor de Ros ante el servicio de Investigaci¨®n e Informaci¨®n de Falange Tradicionalista y de las J.O.N.S, o el juez militar, que fueron fundamentales para que se le absolviera en esos consejos. Como el testimonio de Eduardo Bueno firmado el 30 de abril de 1939, casi un mes despu¨¦s del fin de la Guerra Civil. All¨ª narra c¨®mo el director del Hospital San Juan de Dios opuso tal resistencia a entregarlo a un vecino de Benej¨²zar, apodado El Tremendo, que quer¨ªa matarlo, que finalmente ¨¦ste desisti¨®. Francisco Ros, don Paco, como le conoc¨ªan en el pueblo, era una persona muy respetada en Orihuela.
¡°Fue un h¨¦roe, un Oskar Schindler oriolano¡±, sostiene Mu?oz Grau, en alusi¨®n al alem¨¢n que salv¨® a un grupo de jud¨ªos en la Segunda Guerra Mundial y que inmortaliz¨® Steven Spielberg en el cine. Con la ingente documentaci¨®n que hab¨ªa recopilado y algunos testimonios orales, el escritor y periodista decidi¨® escribir una novela basada en hechos reales, ocurridos entre 1936 y 1946, que le sirvi¨® tambi¨¦n para sobrellevar el tratamiento de un c¨¢ncer.
Conocer al padre
¡°Desde un principio cre¨ª que la novela era la mejor forma de contar la historia de Paco Ros. Es una historia coral, llena de h¨¦roes an¨®nimos, que no he querido dejar en las cunetas sociales o pol¨ªticas de una ciudad dif¨ªcil; recrea los ambientes y las costumbres de la ¨¦poca, y, sobre todo, refleja el poder de la Iglesia en el d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos, as¨ª como su colaboraci¨®n con el poder pol¨ªtico, decidiendo en muchos casos sobre la vida o la muerte de la gente¡±, se?ala Mu?oz Grau. ¡°Perseguir, torturar, y enterrar socialmente a quien te ha salvado la vida, simplemente porque es republicano, es un ejemplo de lo que fue la vida en Orihuela en la posguerra¡±, a?ade.
El pasado mes de mayo present¨® su obra, con pr¨®logo de Isabelo Herreros, en Orihuela con la sala atestada de gente. ¡°Cuando acab¨® el acto, los hijos de Paco Ros me abrazaron. 'Voy a conocer a mi padre a trav¨¦s de ti', me dijo uno", concluye.
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