Competencia alerta de monopolios que encarecen los uniformes escolares

El 20% de los colegios de Galicia, fundamentalmente los concertados, pide a sus alumnos que empleen uniforme a diario. Son muchos m¨¢s, la gran mayor¨ªa, incluidos los p¨²blicos, los que requieren al menos alguna prenda deportiva con un dise?o o color espec¨ªfico. Adquirir un equipamiento completo supone a cada familia una media de 150 euros, con picos de hasta 200, cantidades que se multiplican ya que se suele adquirir m¨¢s de una prenda de cada tipo como repuesto cuando se lavan. Son unos precios elevados, superiores a los del mercado, porque, seg¨²n el Consello Galego da Competencia, el sector est¨¢ plagado de pr¨¢cticas monopol¨ªsticas.

?El presidente del organismo auton¨®mico encargado de velar por la libre competencia, Francisco Hern¨¢ndez, alert¨® ayer en rueda de prensa de comportamientos que pueden llegar a ser ilegales y que encarecen la factura escolar de las familias gallegas. ¡°Lo que nos preocupa es que son muchos los colegios que ceden la posibilidad de hacer sus uniformes a una ¨²nica empresa o comercializadora, y en esos casos normalmente es m¨¢s caro que cuando hay varios fabricantes o comercializadores¡±, alert¨® Hern¨¢ndez. Los colegios privados podr¨ªan hacerlo, pero ¡°cuando se trata de colegios p¨²blicos o concertados, no puede haber precios monopol¨ªsticos¡±, recuerda el responsable de Competencia.

Esta situaci¨®n est¨¢ saliendo a la luz en una investigaci¨®n que tiene en marcha el organismo y de la que ayer, a las puertas del nuevo curso escolar, desvel¨® algunos datos. A¨²n es pronto para conocer el alcance global del perjuicio para los padres, pero Hern¨¢ndez indic¨® que pr¨¢cticas similares suponen en el Reino Unido un sobrecoste de 60 millones de libras al a?o, unos 75 millones de euros. Adem¨¢s, la investigaci¨®n de Competencia est¨¢ revelando m¨²ltiples facetas del sector. Porque si hay colegios que potencian esos monopolios, tambi¨¦n los hay que no tienen registrados sus logotipos o nombres, lo que facilita que cualquier empresa pueda fabricar sus uniformes y venderlos libremente sin que el centro escolar pueda decir nada ni obtener beneficio alguno. Lo mismo ocurre con uniformes gen¨¦ricos, en los que solo se exige un tipo de prenda de un color determinado sin que incluya ning¨²n logotipo. Hern¨¢ndez indic¨® que Competencia est¨¢ asesorando a los colegios sobre c¨®mo registrar sus emblemas y los distintos contratos de licencia que pueden emplear para cederlos a m¨²ltiples fabricantes por un importe razonable de forma que, facilitando la competencia, el centro perciba alg¨²n beneficio de ello. Aunque asume que hay colegios que, por su reducido tama?o, ¡°dif¨ªcilmente pueden tener m¨¢s de un fabricante¡±.

Seg¨²n los datos que adelanta Competencia, dos de cada tres colegios gallegos restringen de alguna forma la fabricaci¨®n o venta de sus uniformes de diario o ropa deportiva y m¨¢s del 30% tiene una exclusividad total. Esto eleva tanto los precios que fuentes conocedoras de la investigaci¨®n aseguran que se ha llegado a detectar un colegio cuya equipaci¨®n deportiva es m¨¢s cara que la oficial del Real Madrid.

A esos centros se les est¨¢ informando de las pr¨¢cticas adecuadas para favorecer la competencia, pero el organismo no se plantea ¡°de momento¡± sancionarlos. Cuando culmine su informe y lo haga p¨²blico, Competencia pretende que sean los propios padres o fabricantes afectados por los monopolios los que presenten denuncias. Con m¨¢s competencia a la hora de fabricar y vender los uniformes o los equipamientos deportivos, dice Hern¨¢ndez, ¡°seguramente habr¨¢ m¨¢s calidad, mejores precios y m¨¢s puntos de venta¡±.