El fiscal del Madrid Arena, en contra de la imputaci¨®n del exjefe de la polic¨ªa local

Exculpados ya por el juez todos los concejales a los que se investig¨® por su posible responsabilidad en la tragedia del Madrid Arena, el ¨²nico elemento del caso con alcance pol¨ªtico es la imputaci¨®n del hasta el lunes inspector jefe de la Polic¨ªa Municipal, Emilio Monteagudo, al que el gobierno local de Ana Botella (PP) ha defendido hasta ahora y, a tenor de lo dicho por el abogado municipal, seguir¨¢ defendiendo.

El fiscal discrepa del juez sobre la responsabilidad de Monteagudo, que dimiti¨® el lunes, y estudia recurrir su imputaci¨®n al creer que ¡°carece de responsabilidad penal¡± por su actuaci¨®n.

El magistrado, Eduardo L¨®pez-Palop, considera que la aglomeraci¨®n de j¨®venes bebiendo alcohol en los alrededores del pabell¨®n ¡°fue una de las causas de la tragedia, y como la encargada de impedirlo era la Polic¨ªa Municipal, el m¨¢ximo responsable debe responder por su negligencia¡±. As¨ª, en el auto con el que terminaba la instrucci¨®n del caso, conocido el lunes, imputaba a Monteagudo por cinco presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave, uno por cada una de las cinco j¨®venes aplastadas en una avalancha en el interior del pabell¨®n municipal en la fiesta celebrada el 31 de octubre de 2012.

El fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, no est¨¢ de acuerdo sin embargo de esta interpretaci¨®n. En su opini¨®n, el inspector jefe ¡°carece de responsabilidad penal¡± porque ¡°el comportamiento que se le atribuye no constituye el riesgo generador del resultado¡±. Es decir, independientemente de que, como afirma el juez, los agentes municipales mantuvieran una actitud ¡°contemplativa¡± y ¡°una pasividad totalmente inadecuada¡± ante el botell¨®n celebrado por miles de j¨®venes en las cercan¨ªas del pabell¨®n; o incluso de que el despliegue policial fuera insuficiente para vigilar el entorno de una fiesta a la que estaba previsto que acudieran hasta 10.620 j¨®venes (finalmente se juntaron, seg¨²n la investigaci¨®n judicial, hasta 30.000), todo esto no influy¨® en la tragedia, achacable seg¨²n el fiscal a ¡°otras conductas imprudentes anteriores, simult¨¢neas y posteriores¡±.

Es por ello que Moix estudia recurrir el auto judicial en lo que se refiere a la imputaci¨®n de Monteagudo, seg¨²n comunic¨® a la agencia Efe, al creer que los argumentos del magistrado no son acertados. El inspector jefe tambi¨¦n recurrir¨¢ su propia imputaci¨®n, y el Ayuntamiento estudia adherirse a ese recurso.

A partir de las declaraciones de un agente y de C¨¢ndida Jim¨¦nez, responsable del operativo del Madrid Arena, quien no ha sido imputada, el juez concluye que la polic¨ªa ¡°tuvo que haber evitado el botell¨®n y no lo evit¨®¡±. El botell¨®n, siendo ilegal, ¡°no es, obviamente, constitutivo de un il¨ªcito penal¡±, admite el juez, pero en su opini¨®n s¨ª tuvo ¡°una importancia decisiva como desencadenante de la tragedia¡±. Unos 3.000 j¨®venes que beb¨ªan en las proximidades entraron en un momento dado de la noche al pabell¨®n, agravando el exceso de aforo en la pista. La entrada de esos j¨®venes no es achacada por el juez a la actuaci¨®n de la polic¨ªa, a la que tampoco se culpa de lo ocurrido en el interior del recinto. De hecho, si esos miles de j¨®venes no hubieran estado bebiendo sino simplemente hablando en el exterior del recinto, y luego hubieran entrado como lo hicieron, nada podr¨ªa imputarse a la polic¨ªa.

La fiscal¨ªa considera que el n¨²mero de agentes enviados a patrullar en la zona fue adecuado a las normas, teniendo en cuenta el aforo legal previsto; y que los agentes llevaron a cabo sus funciones en el exterior sin poder saber lo que ocurr¨ªa dentro porque nadie les dio aviso de ello.

¡°Se produjeron circunstancias posteriores a la actuaci¨®n de la polic¨ªa, absolutamente extra?as, ajenas e imprevisibles para la polic¨ªa, que impiden la imputaci¨®n objetiva del resultado¡±, asegura el fiscal en sus conclusiones finales sobre el caso.

Moix insisti¨® hoy en que el botell¨®n ¡°no tiene nada que ver¡± con lo ocurrido dentro. Reconoce que ¡°all¨ª nadie hizo ning¨²n esfuerzo para disolver el botell¨®n¡±, pero llama la atenci¨®n adem¨¢s sobre un dato en su opini¨®n sorprendente del auto judicial: se imputa al inspector jefe, que ni siquiera est¨¢ en el Madrid Arena o sabe lo que est¨¢ ocurriendo all¨ª, y en cambio no se imputa a Jim¨¦nez, la responsable del dispositivo policial esa noche. Entre Monteagudo y Jim¨¦nez hab¨ªa tres oficiales en la cadena de mando.

El propio Monteagudo tiene una explicaci¨®n: se considera ¡°cabeza de turco¡± o ¡°chivo expiatorio¡±, seg¨²n afirm¨® su abogado, Salvador D¨ªaz, a Efe, tras anunciar que recurrir¨¢ su imputaci¨®n ante la Audiencia Provincial. En opini¨®n del letrado, la decisi¨®n del juez responde a un acto de venganza o a un intento de contentar a la opini¨®n p¨²blica. Llama la atenci¨®n tambi¨¦n sobre el papel de Jim¨¦nez, que deber¨ªa haber actuado como ¡°cortafuegos¡± a la hora de saldar posibles responsabilidades penales y sin embargo no ha sido imputada.